El exjefe de la UDEF de Madrid mordió el anzuelo que le habían puesto sus compañeros -y a la vez investigadores- de la UDYCO Central. El inspector jefe Óscar Sánchez les había frustrado con su estrategia de protección a sus socios varias operaciones contra el tráfico de drogas. Estuvieron muchos meses "con la mosca detrás de la oreja", según fuentes policiales, hasta que finalmente le cazaron. El detonante de la operación fue la interceptación del alijo de 13 toneladas de cocaína ocultas en un contenedor que arrivó al puerto de Algeciras.
El sumario del caso, al que ha tenido Vozpópuli, revela de forma cronológica las reacciones del exjefe de la UDEF a esa histórica actuación que acabó con sus negocios en el narcotráfico. Días antes de la aprehensión, uno de los grupos dirigido por Óscar Sánchez había introducido los datos de este contenedor, entre otros, en el marco de una de las falsas investigaciones que el inspector jefe utilizaba para pisar a sus compañeros de otras unidades y, así, proteger a los narcos de su organización.
Como en otras ocasiones, el inspector pensaba que esos "cruces" con sus compañeros y con Vigilancia Aduanera iban a librar al contenedor de ser objeto de una inspección exhaustiva. Pero esta vez no fue así. Días antes, los agentes de Óscar Sánchez y Vigilancia Aduanera declararon sus investigaciones "independientes", aunque los funcionarios dependientes de Hacienda no eran una amenaza. El viernes 11 de octubre, el contenedor llega al puerto de Algeciras y es objeto de un reconocimiento con escáner, en el que se detecta una "imagen sospechosa compatible con la contaminación de la mercancía".
Con el fin de semana de por medio, el lunes 14 de octubre se procede a la apertura del contenedor con resultado "positivo". Los efectivos de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera contabilizan 768 paquetes, 11.525 tabletas y un cargamento total de 13.062 kilos de cocaína. Según los informes que constan en el sumario, Óscar Sánchez supo de la intervención, como tarde, a las 16:08 horas, cuando se envió un vídeo desde su móvil personal al profesional en el que se veía a los funcionarios revisando los paquetes descargados del contenedor.
El enfado de Óscar Sánchez
En ese momento, el exjefe de la UDEF ya sabía que había llegado su hora. Sin embargo, seguía desempeñando su papel de mando policial. Así se desprende de las conversaciones telefónicas que se incluyen en el sumario. La primera fue con su subinspector, quien le asegura que "no sabía que se iba a inspeccionar" ese contenedor. Además, da un dato clave a Óscar Sánchez para confirmar sus sospechas: el destino del envío era "Abadix Fruits", la importadora que utilizaba la organización del narcotráfico para introducir la cocaína en nuestro país.
Ante la escasez de información, un Óscar Sánchez incrédulo llama a un o de Vigilancia Aduanera, pero éste no le devuelve la llamada hasta casi una hora después. Antes vuelve a ar con su subinspector, que le amplía la información. Le comunica que la iniciativa de la inspección es de Vigilancia Aduanera de Algeciras y que el Grupo 20 de la UDEF, que él mismo comanda, había dado de alta ese contenedor en el marco de la operación Unagui, una de las que utilizaba el inspector jefe para proteger a sus socios. "Es de los últimos que metimos. De los que me mandaste tú el otro día, están metidos como Unagui", le explica el subinspector.
El enfado y nerviosismo de Óscar Sánchez va en aumento y empieza a mostrar su malestar cuando conversa con su o de Vigilancia Aduanera. "Lo que pasa es que yo no sabía ni que estaba propuesto para revisión", le dice. Tras hablar por tercera vez con su subinspector, el exjefe de la UDEF recibe la llamada de su superior jerárquico, el comisario jefe de la UDYCO de Madrid. La información que le da este mando acaba por desatar su histeria: le dice que la UDYCO Central ha recibido una "información de Ecuador" sobre el contenedor y ha solicitado una "entrega controlada" de la droga a la Audiencia Nacional.
"Pero espera, ¿osea ellos sin hablar con Aduanas ni con nadie ya piden directamente?", exclama Óscar Sánchez a su comisario. Y éste replica: "Sin hablar con nadie, sin nada de nada". "Con dos cojones", insiste el exjefe de la UDEF. Al día siguiente, ambos vuelven a telefonearse. El mando cercado sigue mostrando su indignación por la maniobra de sus compañeros de la UDYCO Central: "Osea, muy muy guarra, hablando con su agregado de Ecuador para que les mande el escrito cuando ya se han enterado de los kilos. Es muy descarado".