La situación socioeconómica de España ha hecho que la natalidad caiga en picado. Este problema, sostenido en el tiempo desde hace años, ha afectado a la adopción y compra de perros de forma contraria: cada vez son más los que apuestan por tener este tipo de mascota. Así, los cánidos siempre se han caracterizado por su lealtad, inteligencia y afecto hacia las personas.
Cada raza y perro es un mundo. Mientras que el Border Collie es el que más facilidad tiene para aprender órdenes y ser adiestrado, otros necesitan algo más de tiempo y atención. Aún así, los rasgos son comunes. Los perros suelen ser afectuosos y sociales, y el olfato y el oído son los dos sentidos que más desarrollados tienen.
La personalidad de las personas con perro
La inteligencia y capacidad de aprendizaje es otra de las características que brillan en este tipo de mascotas. Así, al igual que los perros tienen características predominantes en su forma de ser, un estudio demuestra que los dueños de perros también tienen rasgos comunes en su personalidad: son cálidos, comprometidos con las normas sociales y, por lo general, extrovertidos.
Además de esto, las personas que tienen perro tienden a ser más responsables debido a los cuidados que deben recibir estos animales a diario. Asegurarse de que llevan una buena alimentación, hacen el ejercicio suficiente y tienen una buena salud son hábitos diarios y parte de su rutina. De igual manera, la dedicación de tiempo y esfuerzo para conseguir el bienestar del animal es un imprescindible, pues estos animales pasan a formar parte de la familia.
De igual manera, son muchos los que destacan la presencia de empatía, valor que se desarrolla al cuidar de una mascota. Aún así, hay muchos perfiles de personas que optan por tener un perro: desde los amantes de los animales que adopta y rescata perros en circunstancias difíciles hasta aquellos que optan por comprar una raza en concreto, pasando por las personas de edad avanzada que tienen en ellos un compañero de vida.
Cómo muestran los perros el cariño
Los perros muestran el cariño de forma muy distinta a los gatos. En el caso de estos últimos es necesario comprender mucho más su lenguaje y forma de ser para poder detectarlo, pero los perros lo hacen de manera mucho más directa y evidente. Así, los movimientos rápidos de cola es una de las señales más conocidas, además de los lametazos.
Finalmente, escuchar atentamente y mostrar interés por lo que dice o hace su dueño es otra forma de mostrar su cariño, así como establecer o visual -algo que también hacen los gatos-. Jugar, compartir sus juguetes favoritos o dormir cerca de alguien muestra confianza y sensación de protección, pues comparten un momento en el que son completamente vulnerables.