Política

Feijóo plantea el Congreso del PP en clave electoral y rehúye fijar posición sobre el PNV, Junts y Vox

El líder popular preside la Junta Directiva Nacional y aboga por un cónclave para "resolver la crisis de España" y responder a una "decadencia ajena"

  • Núñez Feijóo y Bendodo, este lunes en Génova 13. -

Nadie sabe cuándo pulsará Pedro Sánchez el botón nuclear de las urnas. Pero Alberto Núñez Feijóo quiere hacer de su primer Congreso Nacional 'ordinario' el primer gran acto de campaña para las próximas elecciones generales. El objetivo es relanzar al Partido Popular, con un equipo renovado y un programa electoral, más que una ponencia política. Así lo interpretan los distintos cuadros de la formación, que apuntan a una cita de "trámite" y no de refundación. Y eso que el líder prometió ayer una discusión "de fondo". 

Entre las distintas sensibilidades destaca la poca excitación que ha generado la convocatoria del Congreso. Nada más terminar la Junta Directiva que se celebró este lunes en Génova 13 -el primer gran encuentro de la plana mayor tras anunciarse el cónclave-, un barón describió el momento actual como "una balsa de aceite". Los ánimos están templados, el líder popular ha tratado de hacer equilibros en el reparto de funciones para contentar a todos. Y, en parte, lo ha conseguido. 

Las dos almas del PP, si es que existen, parecen mostrarse satisfechas con la planificación del Congreso. No obstante, empieza a desvanecerse la expectativa de que se abran algunos debates de hondo calado. Igual que ocurrió en 2008, hay un sector del partido que quiere aprovechar la coyuntura para dejar por escrito una renuncia expresa a cualquier tipo de cesión con los nacionalismos. O lo que es lo mismo: establecer un cordón sanitario con el independentismo. Un pronunciamiento que deje claras las líneas rojas con PNV y Junts. También hay quienes reclaman más definición con respecto a Vox.

Pero fuentes de la cúpula anticipan que las prioridades son otras. "Estamos en los problemas reales de la gente", dijo ayer Jorge Azcón, presidente de Aragón, a su llegada a la sede del partido. Para más inri, la ponencia que Feijóo ha encargado a dos barones de los llamados moderados, Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco; a la eurodiputada Alma Ezcurra, gen PP de Madrid y número dos de la fundación Reformismo 21, y a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ya está escrita. Se trata de un borrador que han ido perfilando en los últimos meses los gurús de la fundación, los mismos que dedican la mayor parte del tiempo a redactar el programa de gobierno con el que concurrirá el partido a las próximas generales. 

El discurso del líder popular en la Junta Directiva Nacional

En su discurso de ayer, el presidente popular desgranó los asuntos que pretende abordar en el Congreso: "Hablaremos de un modelo de país, de libertad e igualdad ante la ley; de economía, de empleo, de inmigración, de vivienda, de servicios públicos, de sanidad, de educación, de agua; de seguridad, de proteger a las familias, de impulsar la natalidad; de respeto a nuestras raíces, de reconocer el esfuerzo, de reducir trabas burocráticaas e impositivas, de acompañar a quien emprende; de unir una España que otros han querido dividir; de gestionar lo que a otros les ha desbordado y de renovar la política para que sólo vuelva a significar una cosa: servicio público".

Una declaración de intenciones que no anticipa un gran debate ideológico, sino la confección de un programa alternativo al sanchismo. El objetivo número uno sigue siendo echar a Sánchez. Así reconoció que el Congreso busca, por encima de todo, "resolver la crisis" de España, responder a "una decadencia ajena", a una "degradación institucional que cada día" ofrece "más motivos para que el cambio no sólo sea posible, sino urgente". En resumen, la meta final es abrir "un nuevo tiempo" para poner fin a un "ciclo agotado". 

Frente a un Gobierno que ofrece a los españoles "un desastre tras otro", Feijóo señaló que "hace falta una limpieza profunda" y su deber, añadió, es "demostrar a los españoles que vienen tiempos mejores" y que los populares estarán "preparados para el cambio". Consciente de que, hoy por hoy, no hay comicios a la vista, prometió ante los suyos: "No sabemos cuándo será la cita con las urnas, pero sí sabemos cómo será nuestra respuesta. Sólida, ganadora y valiente". 

Una arenga que le valió una gran ovación de la dirigencia pepera. Los días 4, 5 y 6 de julio, en Madrid, Feijóo saldrá aclamado por segunda vez como líder del PP. Meses más tarde, se iniciará en España un nuevo ciclo electoral con Castilla y León. Luego vendrán Andalucía, las municipales y autonómicas y las generales, si es que la inestabilidad parlamentaria permite agotar la legislatura. Para amarrar una victoria sin sobresaltos, como la del 23-J, el Congreso del PP. Un revulsivo político. Un mitin para preludiar la próxima contienda electoral. 

Lejos quedan los fantasmas del pasado. El riesgo de cisma parece inexistente. Lo cual no quita que hay quienes piensan que si este Congreso no sirve para saldar algunas cuentas pendientes, será una oportunidad perdida. Feijóo habló de "discutir, sí", pero matizó: nada de dividir. "No vamos a esconder diferencias, vamos a convertirlas en propuestas. Porque la unidad no se impone: se construye". Y quizás para no quebrar la anhelada cohesión interna, el remedio consiste en pasar de puntillas por los debates más espinosos.

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