En el número 18 de la calle Echegaray se esconde un secreto que cambia cada año. Tras una discreta botillería del siglo XIX, una puerta oculta transporta a los visitantes a un universo distinto cada 365 días. Esta vez, el destino es Brasil.
El speakeasy Calle 365, conocido por reinventarse anualmente, deja atrás la selva colombiana para sumergirse en el vibrante espíritu brasileño. La transformación es total: 400 metros cuadrados de neón, murales grafiteados y escenarios inspirados en los íconos del país sudamericano, convierten la noche en una fiesta perpetua.
Espacio de Calle 365, en Calle Echegaray 18 (Madrid).
Cristo Redentor del espacio de Calle 365, en Calle Echegaray 18 (Madrid).
Brasil en cada rincón
Desde la entrada, un mural de cintas de Bonfim y plumas de carnaval dan la bienvenida. Unos pasos más adelante, una pasarela recrea un sambódromo, mientras que una gigantesca serpiente parece emerger de las sombras. Las barras de cócteles rinden homenaje a la famosa Escalera de Selarón con azulejos de colores, y un cocktail truck Volkswagen "Samba" sirve caipirinhas sin descanso. Sobre todo ello, la silueta del Cristo Redentor observa el espectáculo.
Espacio de Calle 365, en Calle Echegaray 18 (Madrid).
Pero la experiencia va más allá de la decoración. El Head Bartender Alexis Velixar ha diseñado una carta de cócteles que captura la esencia brasileña, con propuestas como Sexo Na Praia (Brugal Añejo, melocotón, mango, arándano y lima) y Pitaya (José Cuervo, sirope de chicle y fruta del dragón). Además, las copas, diseñadas por José Piñero, se han convertido en objetos de deseo entre los clientes.
Cócteles de Calle 365, en Calle Echegaray 18 (Madrid).
Cada noche en Calle 365 es una sorpresa: clases de samba, espectáculos de carnaval y performances inesperadas convierten el local en una celebración continua. Los domingos, la música en directo transforma la tarde en un evento único para despedir el fin de semana con ritmo brasileño.
Este speakeasy, del grupo Rosi La Loca World, no solo ofrece una experiencia inmersiva, sino que también deja huella: el 1% de sus ventas se destinará a una fundación en Colombia, en homenaje al país que acaba de despedir.
Un viaje que va más allá de la copa
El alma de Calle 365 radica en la historia de Margarita Poblet, la mujer que transformó su trastienda en un portal hacia los destinos donde se ocultaba su esposo Guillermo. Cada 365 días, una carta llegaba a sus manos, relatándole con minuciosidad las calles de la ciudad que lo acogía. Cada 365 días, Margarita convertía esas palabras en realidad dentro de su speakeasy. Así, México irrumpió con el eco de mariachis. India hipnotizó con danzas envolventes. Colombia encendió el ritmo con la fuerza de la cumbia. Ahora, el mensaje la ha llevado hasta Brasil, un país donde la noche nunca duerme y cada esquina late al ritmo de la samba. Sin embargo, la gran incógnita es: ¿dónde se esconde Guillermo ahora? ¿Qué ubicación dictará el próximo giro de este clandestino? Como siempre, solo el tiempo lo dirá.
El cronómetro ha vuelto a marcar su primer segundo. La cuenta atrás ha comenzado. Brasil espera, pero no lo hará para siempre. Solo hay 365 días para vivirlo.