Donald Trump ha puesto 'patas arribas' los mercados con su guerra comercial. Ya sabemos lo que está pasando: todas las bolsas del mundo se están desplomando. De momento, el pulso de Trump lo están sufriendo los inversores. Pero en algún momento, la tormenta afectará a la economía. O lo que es igual a las empresas y los hogares.
La guerra de aranceles amenaza con disparar otra vez la inflación, lo que obligaría al Banco Central Europeo a frenar las bajadas de tipos. Eso es sinónimo de hipotecas más caras para las familias y de créditos más caros para las empresas. Ese escenario conduce a otro de menor consumo e inversión. Y, por tanto, de menor actividad económica. Si Trump no da su brazo a torcer, las grandes economías pueden entrar en recesión.