Sucesos

Un accidente en extrañas circunstancias: los Mossos rastrean coordenadas de móviles en el 'caso Isak Andic'

Los Mossos han solicitado a Vodafone los datos de la geolocalización de los terminales de los Andic

  • Jonathan Andic e Isak Andic. -

Una nube de misterio rodea el caso de Isak Andic, el empresario fundador de Mango fallecido el pasado 14 de diciembre en una caída al vacío de 150 metros en un sendero de Coballtó (Barcelona). Desde un primer momento, los Mossos d'Esquadra manejaron como principal hipótesis que todo se trataba de un accidente, tal y como aseguró el único testigo de los hechos, su propio hijo Jonathan. Sin embargo, tanto la juez como la propia policía quieren agotar todas vías para arrojar luz al caso. Para ello, los móviles de los Andic se antojan fundamentales.

La juez titular del Juzgado de Intsrucción número 5 de Martorell reabrió recientemente la causa tras haberla archivado de forma provisional al no apreciar ningún indicio de responsabilidad penal en la muerte del empresario. La magistrada dio marcha atrás en su decisión para incorporar al sumario nuevas pruebas, principalmente la información que se obtendrá del volcado del teléfono móvil de la víctima, que se recuperó pese a los daños en el lugar de los hechos. Además, los Mossos han solicitado a Vodafone los datos de la geolocalización de los terminales de los Andic, que la compañía recabará a través de la triangulación de las antenas repetidoras a las que estuvieron conectados.

Con la nueva reapertura del caso, tanto los Mossos como la juez quieren apuntalar con todas las pruebas la principal hipótesis, la de la muerte accidental, antes de dar carpetazo definitivo a la causa y que en un futuro pueda prescribir. Pero, ¿por qué los Mossos quieren conocer las coordenadas de ambos móviles? La clave está en el testimonio que dio Jonathan tras la muerte de su padre. Aseguró que él iba caminando por delante e Isak iba detrás. Los Mossos encontraron algunas pequeñas "contradicciones" en su versión y buscan atar todos los cabos sueltos. Sin embargo, fuentes expertas consultadas por Vozpópuli explican que la información que pueda aportar la telefónica a partir de la información de las antenas no será suficiente para establecer la posición de un teléfono respecto al otro. Añaden que otras herramientas como Google Maps sí ofrecen unas coordenadas más exactas que podría arrojar luz al caso.

Félix Ríos, criminólogo y perito judicial, señala que el esclarecimiento de este tipo de muertes por precipitación "reviste una complejidad importante". Además de las pertinentes entrevistas al entorno más cercano de la víctima, destaca que "el estudio de los teléfonos móviles de padre e hijo puede ser fundamental". Este experto cree que la información puede estar en los datos de posicionamiento que puedan arrojar "aplicaciones activas" en el momento de los hechos, "incluso en un segundo plano, como las del entorno de Google". Ríos toma con cautela la información que se pueda extraer, ya que debe ser "precisa" y "aún así, en el mejor de los casos, habría que ver el valor jurídico que pudieran tener estos indicios en manos de la jueza".

Una ruta sin acompañantes

La muerte accidental se mantiene como la principal hipótesis. Prueba de ello es que el caso está en manos de la Unidad de Investigación de Mossos de Martorell, y no de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, que suele estar al mando de las investigaciones con indicios de criminalidad. Los agentes dan credibilidad al testimonio de Jonathan, quien llamó al 112 para alertar de la caída de su padre. Sin embargo, tras la inspección ocular en el lugar de los hechos detectaron algunos "puntos oscuros" que ahora pretenden aclarar con las nuevas diligencias.

Isak y su hijo Jonathan se fueron de ruta sin el acompañamiento de escoltas, que era habitual en el día a día del fundador de Mango. Fue en un sendero de la zona de las cuevas del Salnitre, en el mazizo de Montserrat, donde la víctima cayó al vacío. Ese día, los Andic habían querido estar al margen de la frenética actividad de sus negocios y la ciudad. Sin escoltas, sin familiares, sin nadie. Ahora, sus móviles serán la caja negra de un suceso que cambió la vida de los Andic para siempre.

 

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