Alberto Núñez Feijóo pasa a la acción. Según informa la dirección del Partido Popular, "ha convocado a una reunión a las asociaciones y representantes de las organizaciones más afectadas por la nueva política de aranceles del Gobierno de Estados Unidos". También a los consejeros de los gobiernos autonómicos de la formación "con competencias en la reducción del impacto de esta nueva situación". El encuentro tendrá lugar en la sede nacional del partido, el próximo lunes a las 11 de la mañana.
El objetivo final, aseguran en Génova, "es conocer las necesidades más urgentes de los sectores más comprometidos", además de "poner a disposición la capacidad ejecutiva y legislativa del PP para minimizar los efectos de la realidad" a la que se enfrenta España, y "coordinar acciones" entre los distintos territorios donde gobiernan los populares. En definitiva, el PP quiere diseñar su propio plan para reaccionar a la guerra comercial con la que Donald Trump ha puesto el orden mundial patas arriba.
Desde el primer día, el líder popular ha reclamado al Gobierno que aborde la respuesta a los aranceles de forma conjunta con los sectores afectados, las comunidades autónomas y el PP. Este jueves, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se vio durante más de una hora con el responsable económico de los populares, Juan Bravo, que este viernes ha agradecido la rápida convocatoria, pero ha lamentado la falta de acción.
A su juicio, el plan del Gobierno está todavía "embrionario" y el anuncio realizado por Pedro Sánchez es insuficiente. "Cuando alguien oye 14.100 millones parece mucha cantidad, pero a fondo perdido solo hay 400", ha precisado. Aun así, el PP tiene "la mano tendida", por "sentido de Estado".
"Inteligencia y diplomacia"
No obstante, el PP busque armar una propuesta propia con la que poder marcar la pauta al Ejecutivo en la respuesta a los aranceles. En los últimos días y en reiteradas ocasiones, Feijóo ha apostado por aprobar "medidas de compensación" para los sectores más afectados por los aranceles. Además, ha recetado "inteligencia y diplomacia" para tratar de negociar una "desescalada" arancelaria con la istración Trump que sirva para revertir los gravámenes que ponen en jaque la economía española.
Ayer jueves, horas después de conocerse el alcance de la guerra comercial de Estados Unidos, el líder de la oposición alertó de que "una escalada de insultos no va a dar de comer a nadie". Más bien, defendió con ahínco la diplomacia. "No debemos renunciar a defender una desescalada, Estados Unidos sigue siendo el país con más inversiones españoles". No obstante, "mientras no se den las condiciones para esa desescalada", también consideró que "quien fija aranceles tiene que estar dispuesto a recibirlos".
Ante la respuesta de la Unión Europea, el presidente popular trasladó su apoyo para "tomar las decisiones oportunas". También dirigió palabras a Vox, que en las últimas horas ha culpado de los aranceles de Trump a la presidenta europea, a Sánchez y a... el propio Feijóo, que no le lanzó un dardo directo a Santiago Abascal: "Nadie que diga ser patriota puede respaldar esta decision ni minimizarla, salvo que se sirva a intereses contrarios. Quien ataca a los intereses comerciales de nuestro país no contará con nuestra condescendencia".