Política

El callejón sin salida del PSM con Reyes Maroto: no la quieren de candidata pero "no hay nadie mejor"

En la calle del Buen Suceso buscan un golpe de efecto para dar la batalla ante Almeida, pero el empuje de Enma López se diluye cada vez que interviene

  • Reyes Maroto, portavoz del PSM en el Ayuntamiento de Madrid -

Cuando Pedro Sánchez sacó a Reyes Maroto del Ministerio de Industria para colocarla a 'dedo' en el Ayuntamiento de Madrid sabía que era un parche que no solucionaría nada. Tras una pésima campaña electoral, los resultados del PSM en mayo de 2023 fueron un descalabro.

La agrupación socialista sacó 11 concejales, uno menos que Más Madrid, quedando a años luz de la mayoría absoluta que el Partido Popular, con Martínez-Almeida a la cabeza, cimentó con 29 escaños. 

Un bagaje demasiado pobre para una apuesta tan personal del presidente del Gobierno. Lejos de tomar una decisión drástica ante los fracasos electorales en el Consistorio y la Comunidad, el PSM decidió que Reyes Maroto y Juan Lobato se fajasen en la oposición, respectivamente. 

Sin embargo, la apuesta se ha torcido de forma sustancial en apenas dos años de legislatura. Mientras Ferraz, incapaz de itir cualquier tipo de disidencia, maniobró para forzar la dimisión de Lobato en noviembre, lo que allanó el terreno para que el ministro-candidato Óscar López ocupase su lugar, la situación en el Consistorio ha entrado en un peligroso bucle. 

La labor de Reyes Maroto al mando de la portavocía del PSM en el Ayuntamiento está dejando más sombras que luces. De hecho, hay una corriente mayoritaria que critica el "poco empuje y contundencia" de Maroto en sus choques dialécticos con Almeida, de los cuales suele salir mal parada. 

Además, la falta de maniobra para aprobar leyes o poner en marcha iniciativas en el Consistorio les ha relegado a un papel absolutamente testimonial, al igual que sucede con Más Madrid. De hecho, y pese al 'caso Errejón', Rita Maestre sigue ofreciendo una imagen de liderazgo algo superior a la de la exministra de Industria.

El remate para seguir debilitando su situación fueron los mensajes de WhatsApp publicados con Víctor de Aldama, de quien renegó semanas antes de aparecer dichos intercambios en la prensa. Un cóctel explosivo que no parece tener solución a corto y medio plazo, puesto que las encuestas la siguen empujando a la nimiedad parlamentaria.

Reyes Maroto, un quebradero de cabeza en el PSM

Con las elecciones municipales de mayo del 2027 a dos años vista, la nueva ejecutiva del PSM tiene un dilema con la figura de Reyes Maroto. Fuentes consultadas por este periódico señalan que la "incapacidad política" de Maroto ha sido "probada de sobra" pero que, "su nombramiento a 'dedo' por Sánchez" complica todo.

A nadie en la cúpula del PSM se le escapa que, con Reyes Maroto encabezando las listas, no van a recuperar el Ayuntamiento, ni tan siquiera impedir una nueva mayoría absoluta del Partido Popular. Por ello, su figura es motivo de debates internos. Lo ideal sería reemplazarla y poner a otro candidato o candidata que trabajase el terreno durante los dos años que tienen por delante.

Sin embargo, fuentes internas señalan que "no hay nadie mejor", lo cual tildan de "dramático". Se habló en su momento, y con fuerza, de Enma López. La concejala, nombrada secretaria federal de Política Económica del PSOE en el último Congreso Federal de Sevilla, lleva años ligada al PSM.

Escudera de Maroto, durante muchos meses ha dado la impresión de llevar las riendas del grupo parlamentario. Una fuerza y empuje con la que se ganó el afecto de Ferraz, el cual parece haberse ido diluyendo en los últimos tiempos.

Por ello, la tesitura es, a día de hoy, más compleja para el socialismo madrileño en el Ayuntamiento que en la Comunidad. Sin grandes opciones de gobernar en ambas, pero en el caso de Maroto agravado por ser una candidata que no agrada ni a concejales ni a la dirección. ¿Lo peor? Sin perfil alguno que pueda levantarlo. 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli