Economía

El precio del petróleo, en mínimos… pero no repercutirá en los conductores en Semana Santa

El barril de Brent cae hasta los 58 dólares en su peor nivel desde 2021 mientras las bolsas europeas suben

  • Barco petrolero de Saipem -

Mientras las bolsas europeas celebran una tregua parcial en la guerra comercial desatada por Estados Unidos, el petróleo se desploma con fuerza. El barril de Brent, referencia en Europa, ha llegado a caer este jueves hasta los 58,87 dólares, su precio más bajo desde febrero de 2021, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) estadounidense bajaba a 55,72 dólares. La razón es clara: el temor a un choque de trenes entre China y EEUU, los dos mayores consumidores de petróleo del mundo.

La aparente calma en las bolsas contrasta con el pesimismo que reina en el mercado energético. Aunque el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció una pausa de 90 días en la imposición de nuevos aranceles para ciertos países, China quedó fuera del acuerdo. No solo eso: Washington ha aumentado los aranceles a las importaciones chinas del 104% al 145%, intensificando una guerra comercial que amenaza con frenar el crecimiento de la segunda mayor economía del mundo y, de paso, reducir su insaciable apetito de petróleo.

Entre China y Estados Unidos representan el 35% del consumo mundial de crudo. Una desaceleración en cualquiera de estas potencias impactaría de lleno en la demanda global de energía. Según Ashley Kelty, analista de Panmure Liberum, "la guerra comercial genera una gran incertidumbre sobre el crecimiento de la demanda de petróleo, elevando el riesgo de que los precios sigan cayendo".

La volatilidad se ha disparado y los analistas advierten que el crudo podría no encontrar soporte hasta los 50 dólares por barril si la situación se agrava. "El mundo aún enfrenta las barreras comerciales más severas desde la década de 1930", afirma Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas en Saxo Bank, quien no ve factible una recuperación sólida del precio del crudo a corto plazo.

Por el lado de la oferta, la situación tampoco ayuda. La OPEP+ ha decidido aumentar su producción en 411.000 barriles diarios a partir de mayo, acelerando el final de los recortes. Este incremento llega en un momento crítico: los inventarios de crudo en Estados Unidos crecieron la última semana en 2,6 millones de barriles, el doble de lo esperado, según datos de la EIA. Con una oferta creciendo y una demanda en peligro de frenazo, el equilibrio del mercado petrolero vuelve a desajustarse.

No solo los grandes productores tiemblan ante esta caída. Arabia Saudí, que necesita precios superiores a los 90 dólares para equilibrar sus cuentas, podría ver peligrar sus ambiciosos proyectos de infraestructuras y su estabilidad fiscal. La petrolera estatal Saudi Aramco ya ha comenzado a sufrir en bolsa. En Rusia, otro gran exportador, la situación también es preocupante: sus ingresos energéticos han caído un 17% en marzo y se espera una mayor caída en abril.

¿Por qué no ocurre lo mismo con la gasolina?

Mientras tanto, muchos consumidores se preguntan por qué la gasolina no baja al mismo ritmo que el petróleo. La explicación está en que el crudo que hoy se comercializa como gasolina fue adquirido semanas o meses atrás a precios más altos. Además, los impuestos y regulaciones que gravan los combustibles siguen vigentes, amortiguando cualquier descenso.

Aunque Trump haya dado un pequeño respiro con su moratoria arancelaria, los analistas son claros: la amenaza de una recesión global sigue latente. Según JP Morgan, la probabilidad de una recesión en 2025 ha subido ya al 60%.

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