Si dos empresas (aunque luego quedaron sólo como marcas) que fueron rivales durante tantos años están juntas aquí, es porque ambas acabaron siendo adquiridas por PepsiCo, en su afán de intentar acabar con el dominio de Fanta; esa enseña de rocambolesca historia (empezó siendo una bebida alemana con manzana antes de ser una de naranja italiana) propiedad de Coca-Cola. Pero vayamos a cómo empezaron las dos antes de pasar a formar parte de la rivalidad mundial entre los dos fabricantes de refrescos de cola más famosos.
Del inventor de Kas tenemos información que no tenemos del de Mirinda. Incluso podemos ir atrás en el tiempo ya que sus orígenes proceden del siglo XIX, cuando Román Knörr Streiff, de origen alemán, se casó son Pilar Ortiz de Urbina y fundaron en 1870 La Esperanza, una fábrica de cervezas. El hijo, también llamado Román, fundó otra, ya en el siglo XX, pero esta vez de gaseosas, a la que llamó El AS, en mayúsculas. Paralizada la producción por la Guerra Civil, estuvieron a punto de desaparecer en los difíciles años de postguerra.
Sin embargo, el fin de la autarquía de la década de los 50 llevó a que Luis Knörr Elorza, el nieto del fundador de la cervecera, decidiera mezclar la gaseosa de su padre con zumo de naranja concentrando, creando con ello la primera bebida gaseosa de sabor de España. Y le añadió al nombre comercial de su padre una K. El motivo nadie lo sabe, se ha especulado con el origen kárstico del agua mineral (de la vitoriana Sierra de Badaya) que la empresa usaba, con un guiño al euskera donde esa letra está tan presente… o quizás fue simplemente porque le sonaba bien. Probablemente nunca lo sabremos. Era 1956.
Nadie sabe quién fue el inventor de Mirinda pero sin duda su origen es español, ya que así lo ponía en el documento de la oficina de patentes cuando el nombre se registró en 1959. Su nombre significa “irable o maravilloso” en esperanto, idioma que se pretendió fuera universal aunque cada vez esté menos de moda. Lo curioso de Mirinda, que salió con dos sabores (naranja y limón) de los cuales el primero fue el de mayor éxito, es que triunfó un par de años antes de que Fanta vendiera sus bebidas en España, por lo que, contrariamente a lo que pueda pensarse, Coca Cola fue la que tuvo que competir, al introducir su refresco en el país, contra dos empresas españolas: Mirinda y Kas.
En la década de 1960, Kas se expande por todo el territorio nacional, sin dejar de renunciar a sus raíces vascas. Compite contra Mirinda primero, y contra Fanta después, pero el aumento del poder adquisitivo de los españoles y el despegue del turismo internacional amplía el mercado. Incluso prueba a competir contra Coca Cola lanzando KasKol. Resultó un fracaso pero no así BitterKas, cuyo original sabor amargo triunfa en España. Su fuerte gasto en publicidad le lleva a financiar un equipo ciclista que resultará mítico.
Adquisición de Mirinda
Mientras tanto, Mirinda siguió centrada en sus refrescos de naranja y limón y en esa misma década competía de igual a igual con la nacional Kas y la internacional Fanta. PepsiCo, que tenía implantación en España por su Pepsi Cola pero que pretendía entrar en el negocio de los refrescos “de frutas” no duda en adquirir Mirinda en 1970 e intentar, mediante una agresiva y cara estrategia publicitaria, llegar al público joven: la “chica Mirinda”, los anuncios con canciones pegadizas, las promociones en los tapones…
Como el consumo crecía en España, la marca cada vez se vendía más pero siempre quedaba por detrás de Fanta y Kas. Existe una teoría que afirma que Mirinda nunca fue una empresa y que siempre fue una marca de PepsiCo y que, simplemente, decidió inscribirla en España; eso explicaría por qué nadie sabe nada acerca de sus dueños (incluso algunas fuentes -erróneamente- atribuyen el refresco a La Casera) anteriores a 1970.
Mientras tanto, Kas seguía creciendo pero para financiar tanta expansión empezó a vender acciones al Banco de Bilbao (el que hoy es BBVA) llegando a perder la familia fundadora la mayoría del capital en la década de 1980. PepsiCo ve la oportunidad y en 1991 adquiere Kas, encontrándose con dos marcas que durante años habían sido competencia ya que fabricaban casi las mismas bebidas. Su elección fue clara: se quedó con la que más vendía en España, KAS, para el mercado nacional, y utilizo la marca Mirinda (aún lo hace) en otros mercados.
Muchos españoles piensan que Mirinda ha desaparecido o que es muy minoritaria pero se vende en gran parte de Latinoamérica, Asia e incluso en algunos países europeos como Alemania. Eso sí, para los más “carrozas” quizás la actual imagen e incluso sus sabores (con mucha menos azúcar) no les recuerden la que probaron en la España franquista.
Bambarlos
13/04/2025 10:36
Los viejos leían esto en las vallas publicitarias: Beba KAS, y nada más.