"Cualquier organización que genere dinero del crimen organizado siempre va a tener una estructura para canalizarlo". Esa es la premisa con la que trabajan los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) Central de la Policía Nacional, que han investigado los mayores casos de corrupción y blanqueo de capitales de nuestro país. Ahora, el narcotráfico les ha obligado a actualizarse para perseguir las nuevas tendencias que las mafias utilizan para lavar sus millonarios beneficios.
Sólo en el año 2024, la Brigada Central de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la UDEF ha intervenido unos 130 millones en beneficios de actividades ilícitas, 100 de ellos en bienes inmuebles y hasta 5 en dinero en efectivo. Al mando de una de las tres secciones que componen esta brigada está el inspector jefe Fernando Sanz, quien desgrana en una entrevista con Vozpópuli cómo se traza el dinero del crimen organizado, con métodos como la hawala o el uso de las criptomonedas en auge.
"Las mafias quieren mover el dinero rápido de un punto a otro del mundo sin fronteras de por medio", subraya poco después de que la UDEF Central, en colaboración con la Brigada de Extranjería, haya desmantelado la mayor banca clandestina del planeta, capaz de realizar movimientos de hasta 21 millones de dólares fuera del alcance de controles financieros.
La operación Karasu descabezó esta organización especializada en la hawala, una modalidad capaz de mover ingentes cantidades de dinero desde y hacia cualquier parte del planeta. El cabecilla, un jordano-palestino bautizado como broker o hawaladar y asentado en Bélgica, era experto en este "sistema de compensación" basado en la "confianza" que contrata el crimen organizado, cada vez con más frecuencia.
La UDEF persigue el rastro del dinero de las mafias y, para ello, pone ahora todos sus recursos en localizar y "eliminar" a estos "objetivos prioritarios", profesionales del blanqueo que trabajan para múltiples organizaciones criminales, también para el terrorismo. Subcontratan esta pata de su actividad para evitar exponerse ante una posible investigación. "Si tú no eres bueno poniendo luces en tu casa, llamas a un electricista para que venga y te las ponga. Eso es precisamente la figura del profesional en blanqueo, que ofrece toda una cartera de servicios", explica el inspector jefe.
Las criptomonedas en la ruta del blanqueo del crimen organizado
A través de la hawala, el crimen organizado consigue la primera "introducción" dinero ilícito en el mercado. Después, "rompen" su trazabilidad mediante su "estatificación", paso en el que tiene un papel fundamental el "comercio internacional". La ruta del blanqueo termina con inversiones en bienes de alto valor como inmuebles o artículos de lujo como vehículos o relojes para "integrar" el dinero en el circuito legal. En este manual del lavado de dinero, el uso de las criptomonedas es "transversal".
Aunque los ciberdelicuentes fueron pioneros en su empleo para el blanqueo, poderosas organizaciones como el cártel de los Balcanes o el cártel de Sinaloa "están solicitando cada vez más las criptomonedas para sus pagos y para poder blanquear sus fondos".
"Les da anonimato, pero sobre todo velocidad en las transacciones. En 10 minutos ya se ha hecho una transacción y en 30 no se puede dar marcha atrás. En el sistema bancario habitual no puedes poner tu dinero en Hong Kong en minutos", enfatiza el agente de la UDEF Central, donde en los últimos años han incorporado a su trabajo herramientas para seguir el rastro del dinero del crimen organizado en criptodivisas. No obstante, algunas exchanges (las plataformas que dan soporte a las monedas digitales) se alojan en "territorios de riesgo", comparables a los "paraísos fiscales", que no aportan información a las autoridades sobre sus clientes.