Criptomonedas, pagos urgentes, tarjetas prepago y manipulación emocional. La Guardia Civil ha lanzado una nueva alerta de seguridad relacionada con una sofisticada forma de engaño que pone en riesgo tanto a empleados como a empresas en España: la estafa del buen empleado. Un fraude basado en la ingeniería social que no necesita malware ni s remotos para causar daños económicos. Solo necesita una llamada… y una víctima comprometida con su trabajo.
Este tipo de delitos no es nuevo. Se enmarca en un fenómeno creciente de estafas empresariales que buscan vulnerar a las personas más responsables de la organización, aprovechando su buena voluntad y sentido del deber. Según datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), las estafas a través de técnicas de manipulación psicológica aumentaron más de un 20 % en 2023 respecto al año anterior.
Una llamada, una deuda falsa y un pago urgente
El modus operandi es tan simple como efectivo. El estafador a a la víctima por teléfono, asegurando representar a una entidad oficial o proveedora. Le comunica la existencia de una deuda urgente que compromete la reputación o estabilidad económica de la empresa. A partir de ahí, entra en juego la manipulación emocional: se insta al empleado a no informar a sus superiores, generando una sensación de urgencia y responsabilidad personal.
Una vez ganado el control psicológico, la víctima recibe instrucciones para realizar el pago. Las formas de abono suelen incluir:
- Tarjetas de prepago o monederos virtuales.
- Ingresos en cajeros de criptomonedas (como Bitcoin).
- Transferencias inmediatas con sistemas como Bizum o similares.
El pago se realiza, el estafador desaparece y la víctima se queda con la culpa… y con el fraude consumado.
La clave del engaño: empleados comprometidos y empresas mal informadas
Este tipo de estafa se aprovecha de algo que, paradójicamente, es una virtud: ser un trabajador diligente. Como alerta la Guardia Civil en su vídeo oficial, el objetivo es aislar a la víctima y hacerla sentir que actúa en beneficio de la empresa, cuando en realidad está siendo utilizada.
La falta de formación interna en protocolos de seguridad y ciberfraude es uno de los factores que más favorecen estas estafas. Según Kaspersky, el 46 % de las empresas españolas iten que sus empleados son su principal debilidad en ciberseguridad.
La Guardia Civil ha emitido una serie de recomendaciones clave para prevenir este tipo de fraudes:
- No realizar pagos urgentes sin consultar a superiores.
- No compartir datos personales o corporativos por teléfono sin verificar la identidad del interlocutor.
- Informar inmediatamente a los responsables y denunciar el intento de estafa ante las autoridades.
- Formar a todos los empleados sobre este tipo de engaños.
Además, la Guardia Civil recuerda que cualquier ciudadano o empresa puede denunciar estos hechos a través del canal oficial del Instituto Armado o en el cuartel más cercano.
¿Una amenaza en crecimiento? Cifras que preocupan
El auge de las estafas que implican criptomonedas y métodos de pago difíciles de rastrear está generando preocupación en toda Europa. Europol ha advertido en repetidas ocasiones que este tipo de delitos "están diseñados para no dejar rastro", lo que complica las investigaciones y retrasa la recuperación de los fondos.
En España, según datos del Ministerio del Interior, las estafas telemáticas (que incluyen fraudes por teléfono o mensajería) superaron las 470.000 denuncias en 2023, y las pérdidas superaron los 250 millones de euros.
En conclusión, la estafa del buen empleado no solo pone en jaque a los trabajadores bienintencionados, sino que evidencia la necesidad urgente de educación digital, protocolos de seguridad interna y prevención proactiva en las empresas. Lo que empieza como una simple llamada puede terminar en una estafa devastadora. Y el mejor antivirus, en este caso, sigue siendo la información y el sentido común.
