El gasto en intereses se plantea ya como uno de los grandes retos fiscales de las próximas décadas. El volumen de deuda pública no ha dejado de crecer y se ubica en los 1,63 billones de euros, por encima del 100% del PIB. En el corto plazo se espera un descenso de la ratio por la mejora del Producto Interior Bruto (PIB), pero las proyecciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) apuntan a un repunte que llevará la deuda pública al 129% del PIB en 2050 y al 181% en 2070 si no se toman medidas.
Esto estará provocado por en envejecimiento de la población y el mayor esfuerzo en gasto en pensiones que se tendrá que hacer (acarreará 31 de 47 puntos del incremento de la deuda), pero también por el endeudamiento extra que tendrán que ejercer las istraciones públicas para pagar los intereses generados. Una "bola de nieve", según la directora de la División de Analisis Económico de la AIReF, Esther Gordo, que amenaza con convertirse en el componente del gasto público que más aumente a partir de 2070.
"El gasto en intereses pasaría del 2,4% del PIB en la actualidad al 4,7% en 2050 y al 6,8% en 2070. Esto asumiendo una normalización de los tipos de interés que se situaría en torno al 3,8%, por encima del crecimiento nominal de la economía" (3,3% en 2050). Por tanto, según explicó en la presentación de la última opinión de AIReF sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas, "se generaría un diferencial positivo de tipos de interés sobre crecimiento que lleva a ese efecto 'bola de nieve' de incremento de la deuda por incremento del pago de intereses".
El gasto en intereses de la deuda pública batió un nuevo récord en 2024 con 38.986 millones de euros. Hasta ahora, el coste del endeudamiento había alcanzado su máximo en 2014, con 36.706 millones de euros, lo que evidencia el gran salto que se ha producido en esta partida durante los últimos años. El mínimo se produjo antes de la crisis financiera de 2008, con un gasto anual de 16.168 millones. Desde entonces se ha incrementado ya en casi 23.000 millones, un 141%.
La evolución del gasto de intereses está directamente relacionada tanto con la acumulación de deuda como con sus condiciones de financiación. A pesar del elevado nivel de endeudamiento, el gasto de intereses ha permanecido en un nivel reducido en términos históricos debido a las favorables condiciones de financiación de la anterior década, tal y como explica la AIReF. Sin embargo, el año 2022 supuso un punto de inflexión en la evolución de los costes de financiación de la deuda.
El entorno de bajos tipos de interés de los últimos años dio un giro brusco que se mantuvo hasta 2024. Los datos de ejecución presupuestaria de las istraciones Públicas, publicados por el Ministerio de Hacienda y consultados por Vozpópuli, arrojan un crecimiento del 9,2% en ese último año, tras el avance del 12,4% en 2023 y del 21,4% en 2022. En términos agregados, respecto a 2019 el gasto en intereses ha aumentado un 38%, 10.755 millones más.
Estos incrementos en el coste del endeudamiento han sido superiores incluso a los de la economía española, por lo que su peso sobre el PIB ha aumentado. En 2024 ya representó el 2,45% del PIB, un nivel que no se veía desde 2017, según la serie histórica de la Intervención General de la istración del Estado (IGAE). Respecto al total del gasto, suponen ya un 5,4%, dos décimas más que en 2023. El gasto total de las istraciones públicas en 2024 fue de 722.846 millones, un 6,2% más que en 2023.
Más presión tras el 'boom' de pensiones
La AIReF proyecta una evolución creciente del gasto público que alcanzarían el 51% del PIB en 2050 y el 52,2% en 2070, desde el 45,4% actual. Esto se debe, tal y como explica en el informe, al impacto del envejecimiento sobre determinadas políticas públicas como pensiones, sanidad o cuidados de larga duración; pero también a "la creciente carga de intereses por la acumulación de elevados niveles de deuda pública".
De hecho, si se mira todo el horizonte de proyección que realiza la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal en su escenario central, es decir, el que considera más probable en estos momentos, es en los intereses de la deuda la partida en la que se prevé un mayor incremento del gasto al pasar del 2,4% del PIB al 6,8% como consecuencia de ese proceso de acumulación de deuda y de la normalización de los tipos de interés. 4,4 puntos más de PIB.
Por poner en contexto esta cifra, en 2070 el gasto en pensiones se situará 1,8 puntos por encima del nivel actual, pues pasará del 12,9% al 16,1% en 2050, pero se moderará a partir de entonces hasta situarse en el 14,7% del PIB en 2070. En todo caso, el fuerte incremento que se viene también en el próximo cuarto de década en las pensiones urge al Gobierno a tomar medidas. La AIReF ha advertido de que la última reforma del sistema no lo hace más sostenible.
Con todo, augura un déficit público que, tras estabilizarse ligeramente por debajo del 3%, comienza a incrementarse en la década de los 30 hasta alcanzar en 2050 el 7% del PIB, impulsado por un saldo primario que pasa de un superávit del 0,1% del PIB en 2029 hasta un déficit que alcanza un máximo del 2,3% en 2050. A partir de 2050, el saldo primario comienza a mejorar al remitir la presión del envejecimiento sobre los gastos, pero el déficit total continúa incrementándose hasta alcanzar el 7,7% en 2070 debido al aumento del gasto en intereses.
"La sostenibilidad de las finanzas públicas vendrá determinada en gran parte por la evolución de la capacidad de hacer frente a la carga financiera de la deuda", advierte AIReF. Para evitar este escenario, sugiere un ajuste de 3,16 puntos del PIB entre 2025 y 2040, lo que permitiría reducir la deuda hasta el 62% del PIB en 2050 y hasta el 51% en 2070. Además, "la reducción progresiva de la carga de intereses reforzaría la sostenibilidad fiscal, permitiendo afrontar mejor futuros desafíos económicos y demográficos", sentencia.