Economía

España dispara un 23% las compras a China y alcanza el récord de 8.000 millones en dos meses

China se mantiene como el principal proveedor de España por segundo mes consecutivo, tras desbancar a Alemania en enero de este año

  • Los precios de exportaciones e importaciones industriales encadenan medio año de caídas.

Entre enero y febrero España pagó algo más de 8.000 millones de euros en bienes procedentes de China. Es un récord no visto antes en los dos primeros meses del año, pese al fuerte crecimiento que mantiene el comercio exterior con el gigante asiático desde hace ya dos décadas. Este año acumula un aumento interanual del 23% que, combinado con el descenso de las importaciones desde Alemania, lo han convertido en el primer proveedor de nuestro país.

Las empresas españolas también están aumentado su negocio en China, con un acumulado de casi 1.400 millones de euros en exportaciones. Es un 27% más que hace un año, pero aún una cifra significativamente inferior a la suma de todos los productos importados desde el país asiático. En este sentido, la balanza comercial arroja un desequilibrio de 6.618 millones de euros hasta febrero, el peor dato desde el año 2023 (cuando el déficit comercial alcanzó los 6.640 millones). 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, justificó su visita a Pekín con este objetivo: facilitar la exportación de productos españoles y elevar la inversión en nuestro país. Un viaje que despertó las críticas no sólo de la oposición nacional, sino también de la istración Trump. La pasada semana el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, viajó a Washington para reunirse con el secretario del Tesoro en un encuentro que, según el Gobierno de España, tuvo un tono "franco" y "abierto".

Los 8.002 millones que España ha importado desde China entre enero y febrero de este año, en la antesala de la guerra comercial con Estados Unidos, superan los 7.741 millones de euros en compras de productos desde Alemania y los 5.413 millones en importaciones desde Estados Unidos. Así se desprende del último informe publicado este martes por el Ministerio de Economía, y que arroja un déficit comercial total de 9.618 millones ocasionado fundamentalmente por el comercio con China y EEUU.

Las ventas a Estados Unidos se mantienen estables y son también muy inferiores a las compras, que se han incrementado un 13% en lo que va de año. El déficit comercial con el país norteamericano se ha elevado así a un nivel histórico de 2.653 millones, que es precisamente lo que busca Donald Trump. En todo caso, el futuro de los aranceles y el impacto que tendrán en España es aún incierto, especialmente el indirecto, que en el caso de nuestro país será el más dañino. 

Los aranceles y la actividad económica

Los analistas estiman que, al estar España menos expuesta al comercio con Estados Unidos que el resto de grandes economías europeas, el impacto directo será moderado, de entre dos y cuatro décimas de PIB. Este mismo martes el Fondo Moneterio Internacional (FMI) actualizó sus perspectivas de crecimiento global y 'salvó' a España, con una revisión al alza de dos décimas, hasta el 2,5%, por el efecto arrastre del 2024 y la actividad de reconstrucción tras las inundaciones provocadas por la DANA.

Los expertos ya habían advertido sobre este efecto estadístico: aunque la economía española se hubiera frenado en seco este año como consecuencia de los aranceles, habría avanzado alrededor de un 1,3% por el efecto arrastre del final de 2024. Sin embargo, para los próximos años, el crecimiento económico que auguran los organismos ya está por debajo del 2%. El FMI proyecta un crecimiento del 1,8% en 2026. Es decir, que en realidad este año habrá una desaceleración no visible que se mostrará ya en 2026.

En todo caso, la guerra comercial amenaza con lastrar aún más esa previsión, especialmente por los efectos indirectos que puede provocar. Más allá del impacto directo en el comercio con Estados Unidos, España afronta un riesgo mayor por la exposición a los aranceles de sus principales compradores -Alemania, Francia e Italia-, por el efecto que genera la incertidumbre sobre la inversión, o por el contagio a otros sectores vinculados. 

El Comité Ejecutivo y la Junta Directiva de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) advirtió este martes del "devastador impacto" que tendrán los aranceles estadounidenses en las pequeñas y medianas empresas españolas, "no solo por su impacto directo en diversos sectores, sino por el efecto arrastre que sufrirán debido al efecto global en el comercio y, por tanto, en la economía". En este sentido, pidió al Gobierno "un alivio inmediato de las cargas que soportan las pymes" vía cotizaciones.

Finalmente, hay dudas con el impacto que tendría una guerra comercial en España desde el punto de vista de la inflación. Los primeros análisis económicos señalan que la suma global de efectos provocados por los aranceles lleva más a reducir la inflación en España que a aumentarla. El FMI contempla de momento una reducción de la inflación media en nuestro país al 2,2% en 2025 (frente al 2,9% en 2024) y al 2% en 2026. En Estados Unidos, a falta de conocer el escenario definitivo, augura ya que se mantendrá en el 2,5% el próximo año. 

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