El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), Emilio Mínguez, ha destacado que las centrales nucleares españolas están en plena capacidad operativa y podrían continuar funcionando por décadas, con expectativas de hasta 60 u 80 años, siguiendo la tendencia global. Mínguez hizo estas declaraciones durante un evento en Madrid titulado "Las centrales nucleares en 2024. Experiencias y perspectivas", donde se discutió el futuro de la energía nuclear en España y se evaluó el desempeño de las centrales en el último año.
En 2024, las centrales nucleares españolas produjeron más de 52.000 GWh, representando el 21% de la demanda eléctrica total del país, a pesar de contar con una capacidad instalada que solo supone el 5,44% de la potencia total. Este alto rendimiento demuestra el papel clave de la energía nuclear como fuente estable y confiable de electricidad, con un 83% de las horas de operación a plena capacidad. Además, se resaltó que la energía nuclear es limpia y esencial para la transición energética, evitando la emisión de más de 20 millones de toneladas de CO2 al año.
Los expertos han resaltado que varios países con centrales nucleares similares a las españolas han optado por extender la vida útil de sus instalaciones, considerando que son fundamentales para asegurar el suministro energético
Los expertos han resaltado que varios países con centrales nucleares similares a las españolas han optado por extender la vida útil de sus instalaciones, considerando que son fundamentales para asegurar el suministro energético, la competitividad económica y la sostenibilidad ambiental. En este contexto, Mínguez argumentó que prescindir de las centrales nucleares en España podría suponer una pérdida irreversible de capacidad energética, ya que, en 11 años, se dejaría de generar un 20% de la electricidad sin alternativas claras a la vista.
El presidente de la SNE también subrayó que las centrales nucleares son tecnologías avanzadas, seguras y económicamente viables si no se les impone una carga impositiva excesiva. Además, la industria nuclear española perdería valioso capital humano, con profesionales altamente capacitados que actualmente son una referencia para otros países que están desarrollando proyectos nucleares. En resumen, Mínguez abogó por la continuidad de la operación de estas instalaciones como una pieza estratégica para garantizar el suministro energético en España.