Opinión

El cónclave de Feijóo debe nombrar un camarlengo vicepresidente

El PP actual carece de un firme liderazgo y adolece de continuos errores de estrategia

  • Feijóo y su cúpula -

Mientras el Congreso y los medios se divierten con los wasap de Sánchez y Ábalos, que han desvelado los modales de ‘zafio gobernante’ del presidente y en el Gobierno y el PSOE cunde el temor por lo que puede estar por salir, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que estará encantado con el escándalo, ha convocado un Congreso extraordinario de su partido para los días 5 y 6 de julio, ‘en previsión de un adelanto electoral’ por parte de Pedro Sánchez.

Lo que no parece probable que ocurra porque, si la obsesión de Sánchez era el disfrute ‘eterno’ del poder, ahora su prioridad se centra en defender desde Moncloa (con la fiscalía y abogacía del Estado) su posición, la de su esposa Begoña y su hermano David de sus respectivos horizontes procesales a los que se enfrentan por los muchos indicios que no cesan de acumularse en sus respectivos y presuntos casos de corrupción.

Salvo que los aliados de Sánchez de la extrema izquierda y del nacionalismo catalán entren en pánico y provoquen el adelanto electoral rompiendo así la coalición con un ‘¡sálvese quien pueda!’. Pera evitar la contaminación de sus partidos con un Sánchez desbordado por la corrupción y en fase de caída a los infiernos de la que será su patética salida del poder.

Desde la sede nacional del PP de Génova 13 se dice que del Congreso del partido del mes julio próximo debe salir un ‘rearme ideológico’ del PP y una renovación de cargos directivos

Un presidente al que, en las últimas semanas, le han estallado de manera encadenada los artefactos que él sembró en su particular campo de minas. Que van desde su huida vergonzosa de Paiporta, al apagón nacional, el caos ferroviario, los wasap con Ábalos, la investigación de la UCO sobre Santos Cerdan y la telebasura de La Familia de TVE ahora camino del cierre.

Asuntos que, pendientes de lo nuevo que pueda salir en los wasap y en los juzgados, tienen espantado al PSOE y a este Gobierno que parece incapaz de solucionar el caso de los más de 400 ‘refugiados y okupas’ que viven en condiciones desastrosas e inhumanas en el aeropuerto de Barajas.

Mazón y Camps

Desde la sede nacional del PP de Génova 13 se dice que del Congreso del partido del mes julio próximo debe salir un ‘rearme ideológico’ del PP y una renovación de cargos directivos. Pero lo que debe aparecer es un ‘rearme político’ con un liderazgo mucho más firme y sin complejos. Que no visite en La Moncloa al autócrata —habría que empezar a llamarle ‘dictador’— como un comparsa para posar en una foto y que no busque pactos con Junts para ganar una pírrica votación.

Y desde luego estamos a la espera de que Feijóo acabe de una vez y para siempre con Mazón, el más que irresponsable presidente valenciano por su ausencia no explicada el día de la Dana y no pedir a Sánchez la declaración del ‘Estado de alarma’ para que el Gobierno nacional asumiera la gestión de la catástrofe cuando las muertes ya superaban los 200 fallecidos. Y se olvide el PP de recuperar en Valencia a Francisco Camps el ‘amiguito del alma’ de ‘el Bigotes’ de Gurtel.
 

Feijóo debe integrar en su dirección un ‘gabinete en la sombra’ de un futuro Gobierno con destacados gestores para hacer buena oposición y para que en su día puedan alcanzar los ministerios de Estado (Exteriores, Justicia, Defensa e Interior)

El PP actual carece de un firme liderazgo y adolece de continuos errores de estrategia, como los que se vieron en las elecciones de 2023 (otra vez por culpa de Mazón que exhibió su pacto con Vox), y la ausencia ese mismo año de una moción de censura que Feijóo debió presentar, tras su victoria en los comicios municipales y autonómicos, en la mañana del 29 de mayo para impedir un adelanto electoral como el que decidió Sánchez que, finalmente, —‘somos más’, dijo— lo mantuvo en el poder.

De manera que el PP debe reforzar su liderazgo nacional en este Congreso de julio que Feijóo ha calificado de Cónclave. Y la mejor manera de hacerlo superar las debilidades de Feijóo, sería nombrando a un vicepresidente o número dos del PP. Una persona de carácter y de prestigio que ejerza de ‘ariete’ de la Oposición y de ‘escudo’ del presidente. Un ‘camarlengo’ que tome el timón en el tiempo de ausencias, o ‘sede vacante’, por causa de las debilidades y pausas incomprensibles de Feijóo.

Lo que además serviría de cortafuegos para las legítimas pretensiones de liderazgo nacional del PP de Isabel Ayuso y Juanma Moreno. Feijóo debe incorporar a su dirección nacional a jóvenes bien preparados y conectados con la modernidad liberal para disputarle el voto joven a Vox.

Y sobre todo, Feijóo debe integrar en su dirección un ‘gabinete en la sombra’ de un futuro Gobierno con destacados gestores para hacer buena oposición y para que en su día puedan alcanzar los ministerios de Estado (Exteriores, Justicia, Defensa e Interior), además del ministerio de Economía. Sin olvidar especial dedicación a la Cultura, cuestión esencial que siempre desdeñó la derecha española.

Feijóo debería hacer en este Congreso un llamamiento a las ‘élites económicas’ de este país para que se comprometan en la defensa de la democracia y la libertad de información y de expresión

A lo que el Congreso del PP ha de añadir un capítulo a la comunicación hacia dentro y fuera del partido y especialmente a los medios de comunicación públicos y privados, que han sido invadidos unos y perseguidos otros por Sánchez desde las instituciones y las empresas públicas afines. Un Congreso o Cónclave del PP en el que se deben anunciar las primeras decisiones que adoptaría un Gobierno de Feijóo empezando por la reforma urgente del Código Penal para recuperar el delito de sedición y el nivel de las penas, rebajadas por Sánchez, para los delitos de malversación,

De igual manera, Feijóo debería hacer en este Congreso un llamamiento a las ‘élites económicas’ de este país para que se comprometan en la defensa de la democracia y la libertad de información y de expresión, abandonando sus actuales complacencias con el sanchismo.

El que ahora parece haber entrado en la senda de El Hundimiento pero al que todavía le pueden quedar dos años de permanencia en el poder. Y de furiosos coletazos finales para intentar salvar los restos de un naufragio que se anuncia irreversible y que el PP debe facilitar y acelerar sin complejos en defensa de las libertades, las instituciones democráticas y la Constitución.

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