Se acerca el 23 de abril y ya sabes lo que eso significa: libros, rosas y mucho amor flotando en el aire. Sant Jordi es esa fecha tan mágica en Cataluña donde la cultura se mezcla con la tradición, el romanticismo se cuela en cada esquina y Barcelona entera se transforma en una fiesta para los sentidos. Y si encima puedes celebrarlo comiendo bien, con vistas al Mediterráneo y aportando tu granito de arena a una buena causa…
Este año, el restaurante Shôko Barcelona ha decidido tirar la casa por la ventana y preparar algo especial para que vivas un Sant Jordi como nunca antes. Y no, no se trata solo de un menú de escándalo (que lo es), sino de una experiencia gastronómica con alma solidaria. Te contamos todo lo que tienen preparado, y te avisamos desde ya: querrás reservar mesa ya mismo.
Shôko no es un sitio cualquiera. Situado en pleno Paseo Marítimo de la Barceloneta, es uno de esos lugares que combinan lo mejor de la alta cocina con una atmósfera elegante pero sin complicaciones. De día es restaurante, de noche se convierte en lounge club, y siempre es un buen plan.
Para celebrar Sant Jordi, han preparado un menú exclusivo diseñado por su chef estrella, Paolo D’Angelo, que mezcla sabores mediterráneos con toques asiáticos y mucha creatividad. El menú incluye un entrante, un principal y un postre, con dos opciones para elegir en cada parte. ¿La guinda? Un cóctel de cortesía que es puro arte líquido. Todo esto por 49 euros. Pero espera, que aún hay más…
Gastronomía con corazón: ‘Roses que curen’
Lo que realmente hace especial esta propuesta es su trasfondo solidario. Shôko se ha unido a la campaña benéfica ‘Roses que curen’, organizada por la Fundació Amics de l'Hospital del Mar en colaboración con el propio hospital. ¿El objetivo? Recaudar fondos para investigar enfermedades como el cáncer de mama, la esclerosis múltiple, el Parkinson, el ELA o diferentes trastornos mentales.
Así que, si eliges celebrar Sant Jordi en Shôko, además de disfrutar de una cena espectacular, estarás apoyando una causa preciosa. Cada comensal recibirá una rosa solidaria como detalle. Y no es una rosa cualquiera: es una flor que representa esperanza, ciencia y futuro.
Además, si quieres aportar aún más, puedes comprar tu rosa benéfica a través de la web de la iniciativa. Estas rosas se entregan a pacientes ingresados en el Hospital del Mar, porque todo el mundo merece su flor ese día. Un gesto sencillo que puede cambiar mucho.
El menú que te va a enamorar (y no solo por el postre)
Vamos a lo importante: la comida. Porque, seamos sinceros, uno puede tener el corazón muy grande, pero el estómago también quiere su parte.
Entre los entrantes a elegir, se encuentra el carpaccio de bacalao, finito, tierno y sabroso, servido con un coulis de tomate suave, tapenade y unas tostadas aromáticas a las finas hierbas. Un plato que entra por los ojos y se queda en el recuerdo; el ravioli de calabaza asada, una opción vegetariana que no tiene nada que envidiar al resto. Además, van con mantequilla tostada, salvia y una generosa cucharada de stracciatella cremosa.
Para los platos principales, lubina asada con ñoquis caseros al nero di sepia, salsa de marisco y un toquecito de lima o lingote de carrillera confitada, que se deshace en la boca y viene acompañado de un parmentier de patatas sedoso, cebollitas glaseadas y una salsa trufada que es pura delicia.
En cuanto a la joya de la corona, los postres: Mousse de chocolate Araguani 72% y mousse de caramelo, con un corazón de frutos rojos y rosas, helado de frambuesa y merengue de flores. Sí, lo leíste bien: rosas.
Además, cuentan con un cóctel de cortesía. Es el Pink Surprise Cosmopolitan: una versión moderna y con chispa del clásico Cosmopolitan, con un giro floral y afrutado que te va a sorprender (para bien). Ideal para brindar por el amor, la amistad o simplemente por estar vivo.
Más que una cena: una celebración para el recuerdo
Lo bonito de la propuesta de Shôko es que va mucho más allá de la gastronomía. Es una forma de celebrar Sant Jordi con conciencia, de salir de la rutina y vivir una experiencia completa. Te sientas, disfrutas de cada bocado, ves el mar desde tu mesa, y sabes que estás formando parte de algo más grande.
El ambiente también lo ponen ellos: un local cuidado hasta el último detalle, música agradable, luz tenue y ese aire sofisticado, pero cercano que hace que todo el mundo se sienta a gusto. Es el tipo de sitio que hace que te olvides del reloj y simplemente disfrutes.