Política

Sánchez pone alfombra roja a Junts ante la élite financiera de Madrid para recuperar el "espíritu Duran Lleida"

El presidente ha facilitado la incorporación de varios dirigentes muy cercanos a Puigdemont en puestos de alta dirección de empresas participadas o públicas

  • Sánchez y Puigdemont, navajeo sin sangre -

El idilio político entre Pedro Sánchez y el separatismo se ve reflejado también en el centro del poder económico de Madrid. Tras más de una década sin presencia del nacionalismo catalán en empresas públicas, participadas u organismos de gran relevancia, el secretario general del PSOE ha abierto de par en par las puertas de las mismas a Junts per Catalunya. Todo con el objetivo de afianzar su relación con Carles Puigdemont. Convirtiendo así al prófugo de la justicia, en una versión moderna del exlíder de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, que junto a Jordi Pujol movió durante muchos años los hilos del Estado.

Hasta ahora, y como consecuencia de la necesidad de Sánchez de contar con los votos de los siete diputados de Junts en el Congreso, el presidente ha conferido un poder casi absoluto a un líder regional, cuya única propuesta política es la secesión de una comunidad autónoma. Puigdemont, desde Waterloo (Bélgica), ha ido marcando la agenda legislativa, forzando al PSOE a ceder a todas y cada una de sus exigencias, bajo la amenaza permanente de provocar nuevas derrotas parlamentarias que puedan poner en jaque la viabilidad de la legislatura.

Pero más allá de ese poder visible que Pedro Sánchez ha concedido a Carles Puigdemont, pese a haber prometido en marzo de 2016 que no iba a permitir que la gobernabilidad del Estado dependiese de los separatistas, se ha entregado por completo a ellos. Consciente de que sin sus votos, en la mayoría de ocasiones canjeados a través de chantajes a costa de todos los españoles, su estancia en el Palacio de La Moncloa puede llegar a su fin. Y no solo en aquello que tiene que ver con lo público y notorio que pasa a diario en los pasillos del Congreso de los Diputados. También donde reside el poder del Madrid económico. Son constantes los viajes de dirigentes del partido independentista a Madrid para mantener os políticos y económicos al más alto nivel.

El exdiputado de CiU, actual presidente de Foment del Treball y vicepresidente de la CEOE, Josep Sánchez-Llibre, que ha visitado a Carles Puigdemont en Waterloo (Bélgica) en distintas ocasiones, para alinear a Junts con su discurso en cuestiones como la reducción de la jornada laboral, es uno de los principales impulsores de este acercamiento entre Sánchez y Junts a nivel económico y empresarial.

Aena, la CNMC y RTVE

La presencia de representantes del nacionalismo catalán en el poder económico del Estado, lo que se ha conocido durante muchas décadas como el catalanismo político, no es nueva. Pero sí lo es la existencia de perfiles netamente separatistas en posiciones de alta dirección en empresas u organismos que, de una u otra forma, dependen y deben pensar en el beneficio del Estado que ellos mismos quieren romper.

El ex consejero de Empresa con Quim Torra y ex eurodiputado, Ramón Tremosa, una de las voces más radicalizadas de Junts, ha sido el último representante del separatismo catalán en aterrizar en el Ibex. Tremosa, economista de formación, se incorporará en el consejo de istración de la empresa pública AENA, a la que ha criticado en distintas ocasiones desde su posición política. Como consejero del gobierno catalán consideró que la gestora aeroportuaria, presidida por el socialista Maurici Lucena, realizaba "chantaje" a Cataluña además de darle un trato "colonial".

Su entrada en el consejo de istración, se produce en plena ofensiva del PSOE y Junts para ampliar el aeropuerto de Barcelona, en contra del criterio de Sumar y ERC, y con los de Puigdemont maniobrando para lograr la transferencia de su gestión a la Generalitat. Durante su etapa en el Parlamento Europeo destacó, entre otras cuestiones, por denunciar un pisotón de Pepe (Real Madrid) a Messi (Barça) o denunciar un chiste de Mauricio Colmenero en la serie Aída. 

Antes que Tremosa, Pedro Sánchez también ha facilitado el nombramiento de dos personas que, como el nuevo consejero de AENA, son de la máxima confianza del prófugo Carles Puigdemont. Se trata del que fuera director general de los Mossos durante el referéndum ilegal del 1 de octubre, Pere Soler, cargo por el que fue juzgado junto al ex Major Josep Lluís Trapero por el papel de la policía autonómica durante el golpe. Soler se incorporó hace unos meses en la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia, organismo que promueve y preserva el buen funcionamiento de todos los mercados, y que tendrá un papel relevante en la opa hostil que el BBVA impulsa para hacerse con el control del Banco Sabadell.

Más allá del IBEX, la buena sintonía entre el presidente y Junts también ha permitido la incorporación del conocido presentador catalán Miquel Calçada, que fue en las listas de Convergencia para el Senado en el año 2016, en el consejo de istración de RTVE. Un lugar en el que compartirá toma de decisiones con el que fue el hombre fuerte de Oriol Junqueras, Sergi Sol. Ambos han sido determinantes para que la segunda cadena de la televisión pública, La2, emita dentro de unos meses únicamente en lengua catalana.

Presencia en otras empresas participadas y retorno a Cataluña

En paralelo al aterrizaje de los tres perfiles anteriormente mencionados, todos ellos de la órbita más cercana a Carles Puigdemont, Moncloa y Junts negocian también la entrada de otras personas muy próximas al expresidente catalán en puestos de relevancia de otras empresas del IBEX. Pero ni en el complejo presidencial ni en el partido independentista quieren dar nombres ni de las personas afectadas ni de las compañías en las que podrían recalar. A todo ello, además, Sánchez se ha involucrado personalmente en el acuerdo suscrito con Junts para su investidura para facilitar el retorno a Cataluña de algunas empresas que durante el proceso cambiaron su sede a otra autonomía.

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