Sánchez da orden de cerrar en horas la cesión del control de fronteras a Cataluña por exigencia de Junts

Tras la concesión de la condonación de la deuda a ERC, anuncio que el Gobierno permitió hacer a Oriol Junqueras, Pedro Sánchez se dispone a cerrar de forma inminente el acuerdo sobre la delegación de las competencias de inmigración con Junts. En Moncloa lo llaman "hacer malabarismos con los socios". Según fuentes gubernamentales, el control de fronteras, la expedición de pasaportes y NIE y la expulsión de los inmigrantes ilegales que cometan delitos, las demandas de máximos de Junts, se atenderán "de una u otra forma".

El presidente del Gobierno ha dado la orden a sus ministros, seis de los cuales trabajan a contrarreloj en las últimas horas, para buscar encaje legal a todas las cesiones que dijo que no haría y que acabará haciendo, de sellar el acuerdo con los de Carles Puigdemont en los próximos días. Previsiblemente, antes de acabar la semana.

El secretario general del PSOE es consciente de que la prórroga en la confianza que le dio Junts, forzada por el mediador internacional, tiene fecha de caducidad. Aunque ni unos ni otros quieren verbalizar cuando caduca ese tiempo extra, que ha marcado el diplomático Francisco Galindo, fuentes de ambos partidos consultadas por este periódico señalan que "no hay mucho margen, la relación está tensa".

Además, iten en Moncloa que tras haber permitido a ERC capitalizar la condonación de la deuda, una petición histórica del separatismo, "estamos obligados a hacer equilibrios" para "en que Junts no se sientan menospreciados". Desde que firmaron sendos acuerdos para la investidura de Sánchez, compensar a Junts y ERC con las concesiones, ha sido el principal quebradero de cabeza del Ejecutivo.

Avances significativos

Hace varias semanas que fuentes del Gobierno sostienen que la negociación con Junts para que Cataluña asuma competencias en materia migratoria está "bastante avanzada", pese a reconocer que se trata de un asunto "complejo" y que el compromiso del Ejecutivo es respetar como "siempre el paraguas de la Constitución".

Dar garantías legales a las concesiones, precisamente, es la labor que tienen encomendada, por parte de Sánchez, seis de sus ministros. Tal como avanzó este martes 'Vozpópuli' el presidente del Gobierno ha ordenado a varios de sus colaboradores, bajo la supervisión de Félix Bolaños, buscar el encaje constitucional a las pretensiones de Junts.

Las competencias sobre el control de fronteras, con los Mossos actuando como policía de extranjería en los puntos fronteras de Francia, o la expulsión de extranjeros y la expedición de pasaportes o NIE, competencias exclusivas del Estado, son las exigencias principales de los de Carles Puigdemont.

Las negociaciones, según expresan fuentes de ambas formaciones políticas, siguen abiertas y se desarrollan de forma "discreta". Desde el Gobierno, conscientes de las ampollas que levanta a izquierda y derecha esta cuestión, prometen, como han hecho siempre, aunque nunca lo han cumplido, que "se informará con total transparencia" respecto a lo pactado.

Oposición de Marlaska

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, es el principal opositor a ceder a todas las demandas de Junts. Pues las competencias como el control de fronteras o la expulsión de extranjeros, que pertenecen en exclusiva a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, dependen de él. Por lo que un acuerdo en este sentido supondría deshacerse de parte de sus atribuciones.

Pero como ocurrió anteriormente con la reducción de la jornada laboral, que contaba con la oposición del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, Sánchez ha obligado a Marlaska a acatar sus órdenes y asumir que el Ejecutivo complacerá a Junts para no poner en riesgo el acuerdo de legislatura.

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