Política

El Gobierno ocultó al PP su plan de defensa en las conversaciones para el decreto antiaranceles

Alberto Núñez Feijóo denuncia que "mover miles de millones de euros sin autorización del Congreso es una cacicada antidemocrática"

  • Núñez Feijóo, este miércoles en un desayuno en Madrid. -

Llevan semanas hablando, hecho inaudito en los tiempos que corren. Las conversaciones, de momento, no se han sustanciado en ningún acuerdo, que se aventura lejano. Pero, al menos, se ha producido un deshielo en las relaciones entre el Gobierno y el Partido Popular, maltrechas desde tiempos inmemoriales. Por primera vez en lo que llevamos de legislatura -otro tema fue la renovación del Poder Judicial-, ambas partes han conseguido sentarse en una misma mesa para, de forma "constructiva" y "cordial", intentar alumbrar una respuesta común a los aranceles de Donald Trump. Lo que parecía marcar un punto de inflexión... tiene pinta de ser un mero espejismo. 

Según ha podido saber Vozpópuli, desde que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se reunió por primera vez con Juan Bravo, vicesecretario popular, en ningún momento le ha dado cuenta del plan de defensa aprobado este martes por el Consejo de Ministros. Y eso que el gasto militar se antoja una cuestión de Estado como la que más.

La Moncloa ha ocultado su hoja de ruta al principal partido de la oposición. Ni un detalle de los 10.474 millones anunciados para llegar alcanzar ya el 2% del PIB comprometido con la OTAN. Ni una pista. Y eso que hay abierto un canal de comunicación que podía haber servido para buscar puntos de encuentro y hasta tratar de plantear una solución conjunta. 

Alberto Núñez Feijóo se enteró del plan del Ejecutivo al tiempo que todos los españoles, cuando compareció Pedro Sánchez ante los medios de comunicación. Como avanzó Vozpópuli, el PP ha tirado la toalla y ve prácticamente imposible fraguar un entendimiento real con los socialistas en lo que resta de mandato.

Además, la decisión del Ejecutivo de sortear el Parlamento para aprobar el gasto militar ha irritado sobremanera a los populares, que amenazan con tomar represalias con el decreto antiaranceles, para el que amenazan con el voto en contra porque no incorpora ninguna de sus medidas. Todavía "no hay una decisión tomada", pero en Génova van preparando el discurso. Por lo que pueda pasar. 

"Cacicada antidemocrática"

La negativa de Moncloa a compartir información con el PP sobre el gasto militar imposibilita dinamita aún más los puentes que se habían tendido, superficialmente. Este miércoles, Feijóo habló de un "plan de supervivencia" del presidente del Gobierno y denunció: "Mover miles de millones de euros sin autorización del Congreso es una cacicada antidemocrática".

Para el jefe de la oposición, se trata directamente de un incumplimiento de la ley, pues recordó que el artículo 4 de la Ley de Defensa Nacional obliga al Ejecutivo a pasar por las Cortes para cualquier aumento de la inversión en defensa. También se remitió a una reciente resolución de la Cámara Baja, el pasado 26 de marzo. Los aliados de Sánchez se posicionaron a favor de una moción del PP que exigía al Gobierno llevar sus planes militares a las Cortes. 

El único gesto que tendrá Sánchez con el Congreso será una comparecencia a petición propia. Pecata minuta para el primer partido de la Cámara. "Comparecer no sustituye cumplir con la ley", reprochó ayer el líder popular. También se quejó de la "opacidad total" del plan, que moviliza una cantidad ingente de recursos sin explicar de forma detallada "qué inversiones se cancelan, qué gasto se recorta, ni cómo se sostrendá este esfuerzo presupuestario en los próximos años". En el PP sostienen que Sánchez está comprometiendo el futuro de su sucesor con unos compromisos que, a la postre, acarrearán ajustes impopulares. 

De hecho, Feijóo apuntó ayer a una mayor presión fiscal encubierta para financiar el plan, después de "97 subidas de impuestos y cotizaciones desde 2018" y la negativa del Gobierno a deflactar el IRPF, que "cuesta 740 euros" por hogar. "El Gobierno, como ni puede ni quiere hacer ninguna reforma de calado, solo pone parches a nuestra economía". En resumen, para el líder popular el plan aprobado supone una "burla a los españoles" y una "chapuza marca de la casa".

En primer lugar, porque se utilizan "partidas no necesarias de 2023" para financiar el nuevo gasto; en segundo lugar, porque se ha improvisado y convierte "gasto coyuntural en estructural sin una senda clara". En tercer lugar, porque no hay garantías de que se pueda sostener en el tiempo el 2% del PIB que, en realidad, no termina de satisfacer a los socios internacionales. La OTAN pide un esfuerzo mayor, del 3%. Estados Unidos exige un imposible: el 5%. 

Por otro lado, Feijóo trata de zaherir a su adversario por la división en el seno de la coalición y con el resto de socios de la mal llamada mayoría progresista. En las últimas horas, Sumar ha entrado en cólera por un contrato armamentístico con Israel y en Izquierda Unida empieza a abrirse el debate de abandonar el Gobierno. Algo "inédito", a ojos del PP, que emplaza a Yolanda Díaz a dar un paso atrás y dejar el Consejo de Ministros. 

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