Comunidad Valenciana

La izquierda se moviliza y presiona contra la consulta sobre la lengua en los colegios valencianos

Una manifestación, cuatro recursos judiciales y presiones a las familias para que escojan el valenciano como lengua base

  • José Antonio Rovira, conseller de Educación -

La consulta a 570.000 familias valencianas sobre qué lengua quieren que sea la base de la enseñanza para sus hijos se ha convertido en una batalla política de primer orden. Las formaciones de izquierda (PSOE, Compromís y Podemos), así como sus satélites sindicales y culturales se han mostrado contrarios a esta encuesta a los padres que ha impulsado el Gobierno de Carlos Mazón, con el conseller de Educación, José Antonio Rovira, como máximo exponente.

Las críticas a la consulta, que tendrá lugar a partir de este martes 25 de febrero y que se extenderá hasta el 4 de marzo, son mayúsculas desde estos colectivos y ha desatado una ola de presiones a las familias para que escojan la línea en valenciano de la que ya ha sido advertida la Conselleria de Educación.

Elegir el valenciano

Rovira ha pedido "neutralidad" a los centros y Mazón insiste en que las familias deben tener "libertad individual" a la hora de elegir el idioma en el que quieren que sean educados sus hijos. Ese idílico planteamiento no se ha respetado en las últimas semanas donde diversas campañas en contra de la consulta y, en caso de realizarse (como así va a ser), a favor de que los padres elijan el valenciano, han subido de tono.

El espectro social de la izquierda considera que el actual sistema proteje el valenciano, mientras que a su derecha se considera que se está produciendo una progresiva imposición de la lengua vernácula frente al español. Ese planteamiento antagónico permanece en la clase política valenciana desde hace décadas.

El resultado de la consulta va a determinar el número de unidades con lengua base valenciana y castellana que habrá en cada centro educativo en las etapas de Infantil, Primaria y Secundaria, y que será ya efectivo para el próximo curso académico.

Recursos y manifestaciones

Frente a ello, ya se han presentado cuatro recursos judiciales y este sábado se celebró una manifestación en las tres capitales de provincia convocada por la Plataforma per l’Ensenyament Públic. Allí se aglutinó todo el descontento de quienes han apoyado el sistema educativo de inmersión que desarrolló el expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, de la mano de Compromís.

El último recurso contra la consulta que se presentó esta semana ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) fue el de la Federació d'Ensenyament de Comisiones Obreras del País Valencià que solicita la suspensión cautelar del procedimiento "para evitar sus efectos".

El sindicato justifica su posición contraria a la norma en que "solo pretende arrinconar el valenciano sin tener en cuenta las competencias de las profesionales de la educación ni de los Consejos Escolares, la autonomía pedagógica de los centros y poniendo en evidente peligro los derechos educativos de buena parte del alumnado".

Por si el TSJCV, como parece, no atiende su petición, el sindicato hace un  "un rotundo llamamiento" a todas las familias para elegir el valenciano en la consulta, con el objetivo de "defender nuestra lengua y cultura ante las agresiones de unas políticas ultraconservadoras que vulneran y recortan los derechos fundamentales del alumnado y la ciudadanía en general".

El Alto Tribunal valenciano ha recibido otros tres recursos presentados por la plataforma pancatalanista Acció Cultural, el sindicato UGT y Compromís, con idénticos postulados a los esgrimidos por el sindicato CC.OO. Por el momento, y a falta de algunas alegaciones de la Conselleria de Educación ha descartado la paralización de la consulta.

La Generalitat, neutral

La Generalitat Valenciana intenta contrarrestar con una campaña publicitaria de difusión de la consulta las presiones que muchas familias afirman estar recibiendo para que elijan el valenciano como lengua base para la enseñanza de sus hijos.

La libertad de elección es una de las principales promesas del PP valenciano que encabeza Carlos Mazón que vienen reflejadas en el programa electoral con el que concurrió a las elecciones de 2023 y llevar a cabo la consulta es uno de los elementos clave de su política educativa.

En caso de que los porcentajes de elección entre castellano y valenciano sean similares en algunos centros educativos podrían desdoblarse las unidades de enseñanza, mientras que sí es muy superior de una lengua sobre la otra y algún alumno desea aprender en el idioma 'perdedor' en la consulta, se le facilitará el traslado a otro centro en el que se cumpla ese requisito.

La resistencia a que las familias puedan decidir es muy elevada por parte de la izquierda, al igual que ha sucedido con la expedición de títulos de valenciano de manera automática al superar la etapa educativa, pero el conseller de Educación, José Antonio Rovira, es taxativo en esta cuestión e insiste en que "entendemos que son las familias las que tienen que decidir”.

Justo y democrático

En la carta remitida por la Conselleria de Educación a las familias recuerda que "dar voz a las familias es justo y democrático, lo importante es que participen y se pronuncien en un proceso en el que la Conselleria es absolutamente neutral" y mantiene que "defiende el legado cultural de ser una comunidad bilingüe".

La misiva también explica que "una de las motivaciones de la Ley de Libertad Educativa fue la preocupación por el descenso de uso del valenciano, hecho que pretendemos revertir con un cambio de paradigma: pasando de la imposición a la promoción" y finaliza destacando que una de las principales novedades "será que la lengua de adquisición de la lecto-escritura (en Infantil y 1º y 2º de Primaria) se hará en la elegida por los progenitores".

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