Cataluña

La guerra cainita en Esquerra por la relación con el PSC revive en Barcelona

Tensión entre el sector oficial y las corrientes críticas, que han sumado sus fuerzas ante las elecciones para renovar a la dirección

  • La líder en el Ayuntamiento de Barcelona, Elisenda Alamany -

La guerra en ERC previa a las primarias del pasado diciembre fue de alto voltaje. En ella, tanto los partidarios de Junqueras como los del sector 'rovirista' se lanzaron duros ataques, sobre todo a causa de la guerra sucia librada por un organismo paralelo del partido, del que una facción acusaba a la otra. Y mientras los 'roviristas' llegaron a reprochar a Junqueras sentir "odio" a sus propios compañeros de filas —según afirmó Teresa Jordà—, el propio 'exvicepresident' acusó a los de Rovira de "traicionar" al partido creando la citada estructura 'B'. Unas pullas que, en varias ocasiones, parecían coloreadas por antiguos rencores personales. Así, no es extraño que la herida haya cerrado en falso y las tensiones hayan vuelto a hacer acto de presencia.

 

En esta ocasión, sin embargo, el conflicto ha brotado en el grupo republicano del Ayuntamiento de Barcelona. Allí, el próximo 28 de abril, la federación celebra elecciones internas para renovar los cargos de dirección, presentándose por el sector afín a Junqueras Eva Baró; y por el de los críticos, Creu Camacho. Pero, esta vez, la contienda se presenta más polarizada, pues la plataforma de Camacho, Dignitat Republicana, acoge en su seno a dos corrientes críticas antes enemistadas: la 'rovirista' Nova Esquerra Nacional y la más radical Foc Nou. Y, de nuevo, las relaciones con el PSC de Jaume Collboni se sitúan en el centro de la disputa.

 

Como es sabido, tanto Baró como la actual secretaria general de los republicanos, Elisenda Alamany, promovieron un preacuerdo en junio de 2024 para que Esquerra entrase a formar parte del Gobierno de Collboni. No obstante, dicha aspiración se fue diluyendo a medida que los pactos con los socialistas, tanto en el congreso como en el Parlament, fueron despertando crecientes recelos en las corrientes críticas. Según éstas, dichos acuerdos debilitan al partido al ubicarlo en un autonomismo estéril, lo convierten en cómplice de la "represión" española y, finalmente, lo alejan de su verdadero objetivo: la secesión. Y, en estos momentos, el sector oficialista, en principio favorable al pacto, tampoco lo ve claro.

Collboni, perjudicado

Por una parte, el sector crítico plantea que la decisión se adopte en una consulta a la militancia. Circunstancia que el oficial desea evitar porque visualizaría tanto la fractura existente en el partido como la debilidad de Junqueras en caso de que su apuesta por Collboni resultase fracasada. En todo caso, Endavant Barcelona —la candidatura de Baró— se inclina por debatir la cuestión en una asamblea antes del verano y, de obtener luz verde al acuerdo, celebrar un congreso urgente para ratificar la decisión. Por otra parte, con la vista puesta en las elecciones municipales de 2027, los 'junqueristas' se están planteando si merece la pena ingresar en el Ejecutivo en el ecuador de la legislatura y llegar a los citados comicios con el consiguiente desgaste.

La crisis republicana, por lo demás, también está pasando factura al Ejecutivo de Collboni, cuya dependencia de ERC ha ido minando paulatinamente su musculatura. Y es que, si Esquerra no ingresa en el Gobierno, el PSC se verá obligado a gobernar en minoría hasta un lejano junio de 2027. Además, en estos momentos, está gestionando el consistorio con las cuentas prorrogadas tras haber fracasado sus tentativas de granjearse el apoyo de Esquerra o los comunes, a priori sus aliados potenciales. Cabe recordar que, el año pasado, Collboni solo logró aprobar las cuentas presentando una moción de confianza —mecanismo que permite su tramitación automática pero que no puede volver a utilizar—. Y aunque el socialista Illa también gobierna sin presupuestos, la crisis de ERC le afecta menos: siempre puede vender las cesiones que los republicanos obtienen en Madrid como hitos 'catalanistas'.

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