Andalucía

El aeropuerto de Málaga, tras los pasos de Barajas: "Lidiamos con olores, basura y personas agresivas"

Entre 60 y 70 personas pernoctan cada noche en las instalaciones del Aeropuerto. Los trabajadores denuncian una situación insostenible.

  • Aeropuerto de Málaga -

En las últimas semanas, el Aeropuerto de Barajas está copando las portadas y telediarios de nuestro país. El motivo: alrededor de 500 personas sin hogar 'malviven' en las instalaciones de la T4. Los medios extranjeros no han tenido miramientos por uno de las instalaciones de este tipo más importantes de España y Europa y la han rebautizado como 'Zombieland'. Como ya ha informado Vozpópuli sobre este asunto, el conflicto competencial está servido y ni AENA, ni el Ayuntamiento de Madrid parece que vayan a hacerse cargo de poner soluciones encima de la mesa.

A más de 500 km de distancia, la imagen de la noche 'aeroportuaria' en Madrid se ha trasladado a Málaga. Allí, el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol refleja una postal que dista cada vez dista más mucho de la habitual de lo que conocemos de este lugar de llegada y salida para miles de turistas al día. De momento, la situación está lejos de ser como la de la capital, pero según los sindicatos CCOO y UGT, entre 60 y 70 personas sin hogar se refugian en las instalaciones del aeródromo.

En lugar de descanso entre vuelos, las terminales se han convertido en dormitorio, refugio e incluso sustento para decenas de personas que no tienen otro lugar adonde ir. Y con ellos allí, deben lidiar los trabajadores cada día que han denunciado una situación límite: insalubridad, inseguridad y abandono por parte de las istraciones.

"Falta higiene y seguridad"

La situación no es nueva, pero se ha intensificado desde hace un año, según José Muñoz, secretario general estatal de CCOO en el grupo Aena. “Siempre hemos tenido este problema, pero antes eran pocos y se llevaba bien. Este último año el número ha aumentado mucho, y entre los sin techo hay personas con trastornos mentales que suelen ocasionar problemas”, afirma. Los principales conflictos, según relata, tienen que ver con “falta de higiene y de seguridad”.

La insalubridad ha llegado a tal punto que varios empleados asocian directamente el problema con la presencia prolongada de personas sin hogar. “Son frecuentes actos como que orinen en sitios distintos a los baños o consuman alcohol”. El relato coincide con las quejas recogidas por los sindicatos, que hablan de olores persistentes, uso de baños como zonas de pernocta, acumulación de enseres personales y comportamientos agresivos en determinadas zonas.

Las áreas donde está más presente esta problemática, según los trabajadores, son llegadas y salidas, especialmente en torno a la oficina de atención al pasajero. Muchos parecen pasajeros, desde jóvenes de veintipocos años a mayores con setenta. También apuntan a una problemática más estructural, ya que no pueden permitirse una vivienda o pagar el alquiler, pero si tienen trabajo.

Las nacionalidades son diversas. Se identifican personas británicas, irlandesas, finlandesas y marroquíes entre quienes pernoctan en las terminales. Desde Aena se insiste en que los aeropuertos no están diseñados para servir de alojamiento y que están en constante o con los servicios sociales municipales, especialmente con el recurso ‘Puerta Única’ del Ayuntamiento. Sin embargo, desde las istraciones públicas se repiten las declaraciones cruzadas: el Ayuntamiento responsabiliza a Aena, y la Junta de Andalucía asegura no tener competencias directas.

Mientras tanto, los sindicatos piden una respuesta coordinada. “No se trata de criminalizar a estas personas, sino de ofrecerles una alternativa digna y garantizar al mismo tiempo la seguridad del personal y los s del aeropuerto”, indica Antonio González, de UGT.

Los insectos

A este problema que va en aumento se suma otra preocupación: la aparición de insectos, que un primer momento habían identificado como chinches, aunque AENA ha insistido en que no es así. Varios vídeos y fotos que circularon en redes sociales durante el último fin de semana mostraban estos bichos posados sobre los es laterales de los ‘fingers’ (pasarelas de embarque).

Algunos trabajadores aseguran haber sufrido picaduras, tanto, que algunos han reconcido utilziar repelentes en la ropa antes de cada jornada para evitar volver a casa con el cuerpo lleno ronchas. La empresa encargada del control de plagas, Contraplagas Ambiental, no ha detectado infestación significativa, aunque ha colocado trampas de monitorización y se mantiene vigilante. 

En el aeropuerto de Málaga, la frontera entre el tránsito y la exclusión social está cada vez más desdibujada y son los trabajadores quienes lo viven cada día, sin que las instituciones asuman la responsabilidad que les toca.

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