Aunque las lluvias de los últimos meses han supuesto un alivio temporal para la sequía que venía castigando a Andalucía, los embalses han comenzado a mostrar un leve descenso en sus niveles, evidenciando que la crisis hídrica sigue latente. Esta situación, unida a la falta de infraestructuras hidráulicas de interés general del Estado mantiene en expectante a una región cuyo crecimiento económico depende enormemente del agua, especialmente en sectores clave como la agricultura, la industria y el turismo.
Actualmente, los embalses andaluces registran un 60,4% de su capacidad, con un total de 6.697 hectómetros cúbicos, pero en los últimos días, ya se han perdido 26 hectómetros cúbicos. Esta caída, aunque moderada, rompe una tendencia positiva de cuatro meses consecutivos al alza desde enero, cuando dio comienzo el tren de borrascas. A pesar de que las reservas actuales superan la media de la última década y los registros del año pasado —cuando apenas se alcanzaban los 4.842 hm³ (43,7%)—, los expertos y la propia Junta de Andalucía insisten en que no se puede bajar la guardia. En palabras del consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pachecho, "vamos a seguir trabajando como sino hubiera caído una sola gota de agua".
La situación se agrava por la parálisis de numerosas infraestructuras hidráulicas que llevan años pendientes de ejecución. Según la consejería hay un total de 118 obras de interés general del Estado sin ejecutar en la comunidad. Estas infraestructuras están valoradas en 5.400 millones de euros pendientes, de los 8.600 millones declarados desde 2001, lo que revela un enorme déficit inversor por parte del Gobierno central, que debería asumir el coste de estas obras claves para el desarrollo de Andalucía.
Entre las obras más urgentes destaca la Presa de Alcolea y el canal de Trigueros en Huelva, cuya ejecución apenas ha alcanzado el 17%. Esta provincia es, además, la que más infraestructuras pendientes acumula, con 23 proyectos sin ejecutar. Le siguen Almería (20), Málaga (18), Granada (17), Cádiz (16), Sevilla (12), Jaén (8) y Córdoba (4). Otras actuaciones estratégicas incluyen el desdoble del túnel de San Silvestre, clave para garantizar el suministro al sistema Tinto-Odiel-Piedras-Chanza, y la ejecución de nuevas desaladoras en el Bajo Almanzora y la Costa del Sol Oriental-La Axarquía.
También se señalan como prioritarios los trasvases entre cuencas, como el Tinto-Odiel-Piedras hacia el Guadalquivir, el trasvase desde Iznájar a la zona norte de Málaga, o el mantenimiento del Tajo-Segura, vital para la agricultura del sureste peninsular, donde las precipitaciones a comienzos de este año no fueron tan contundentes como en la zona occidental. En el caso de las conducciones de Rules (Granada), el Gobierno ha condicionado la continuidad de las obras a que los regantes aporten un aval millonario, pese a que se comprometió a financiar parte del proyecto.
La Junta de Andalucía no se queda de brazos cruzados y y este año, ha impulsado un serie de inversiones millonarias en infraestructuras hidráulicas. Solo en 2025, tiene previsto licitar obras por 576 millones de euros, dentro de una estrategia integral que ya suma 1.400 millones ejecutados entre 2019 y 2025. Actualmente, hay 130 obras en marcha por valor de 853 millones, lo que el consejero Ramón Fernández-Pacheco califica como “el mayor esfuerzo inversor en agua en décadas”.
Este plan andaluz se centra en depuración, regeneración de aguas, abastecimiento en alta, digitalización y mejora de presas. Sin embargo, desde la Junta se insiste en que la colaboración del Gobierno central es imprescindible para cumplir los objetivos marcados y evitar sanciones de la UE por el incumplimiento de directivas.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) informa de un déficit estructural de 1.100 hectómetros cúbicos respecto a la media de los últimos 25 años, lo que condiciona gravemente las dotaciones de riego, que actualmente solo se garantizan al 30%.
Por ello, la Junta insiste en que la próxima sequía debe encontrarnos “con el trabajo hecho”. En palabras del presidente Juanma Moreno, esta será “la legislatura del agua”. Las próximas lluvias también debe pillarnos con las espaldas cubiertas y cuando caiga el agua, podamos tener las infraestructuras pertientes para retenerla con facilidad.