Andalucía

Atracos con placa: cuando el narco teme más a la banda rival que a la Policía

El 10 de abril, la Guardia Civil fue recibida a tiros en Sevilla durante una operación. El atacante vio a los uniformados y creyó que se trataba de una trampa.

  • Narcos en pleno

La presencia de mafias narcotraficantes en España se caracteriza por la violencia que emplean, la estructura jerarquizada con la que operan y el aumento constante en el número de bandas. Actúan en zonas calientes como el Campo de Gibraltar o la Costa del Sol, donde los líderes criminales infunden respeto, temor y obediencia.

Uno de los nombres más conocidos en este entramado es el de Abdellah El Haj Sadek El Menbri, más conocido como "El Messi del Hachís", huido de la justicia marroquí desde 2019 y actualmente incluido en la lista de los más buscados por la Unión Europea.

Su discípulo, “El Pantoja”, reconocido por las autoridades como el capo más poderoso del sur de Cádiz, llegó a controlar prácticamente todo el transporte de 'costo' desde Marruecos. Hace apenas dos semanas se fugó durante un permiso penitenciario, encendiendo las alarmas en las fuerzas de seguridad.

A este escenario se suma la temida Mocro Maffia, una organización criminal formada principalmente por neerlandeses y belgas de origen marroquí, considerada una de las más peligrosas de Europa. También tiene operaciones activas en España. El año pasado, su líder logró escapar justo antes de ser extraditado a Países Bajos. Se estima que esta banda ha movido un tercio de la cocaína que circula por el continente.

Junto a ellos, operan también bandas balcánicas, ucranianas y centroeuropeas. Todas ellas compiten en la primera división del crimen organizado, en un ‘torneo’ donde alzarse con el control del negocio implica estar dispuesto a todo. Incluso a suplantar a sus perseguidores para robar droga a sus rivales.

El “vuelco” de droga

El término "vuelco" hace referencia al robo violento de sustancias estupefacientes llevado a cabo por una banda rival. En declaraciones a Vozpópuli, Victoriano García, secretario de Organización de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Cádiz, explica que se trata de asaltos extremadamente agresivos, donde los atacantes utilizan armas de fuego y se disfrazan de agentes de la autoridad para simular una operación antidroga.

“Normalmente utilizan chalecos chapuceros, pero el narco al que le roban se lo cree y no suele ofrecer resistencia”, señala García. Añade que los narcotraficantes pueden adquirir por internet los utensilios necesarios para aparentar ser agentes reales. “A veces llevan hasta las luces prioritarias”, comenta sorprendido. Tampoco descarta la posibilidad de que cuenten con colaboración interna en las fuerzas del orden.

Pero los vuelcos no siempre salen bien. El 15 de mayo de 2025, un hombre de 40 años fue hallado muerto a las puertas del hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, en el barrio de Bellavista, en Sevilla. Las investigaciones determinaron que se trataba de Dani el Turco, líder de un clan narcotraficante de la provincia, quien habría perdido la vida tras un vuelco fallido en Los Palacios y Villafranca. Su grupo intentó sustraer droga, pero se encontró con una guardería bien defendida. Fue herido de bala y sus compañeros lo abandonaron.

En otros casos, como también ha informado este diario, existen organizaciones criminales especializadas exclusivamente en este tipo de golpes. El mes pasado, la Guardia Civil desarticuló una banda asentada en Almería y Huelva que suplantaba a la propia Benemérita. En la operación se incautaron fusiles de asalto, subfusiles, pistolas, una pistola detonadora, chalecos antibala, matrículas dobladas, rotativos, linternas de uso policial, pasamontañas, inhibidores de frecuencia, balizas de seguimiento, cámaras de vigilancia y mazas.

Asaltos por carretera

El golpe se suele asestar en las “guarderías” de droga, donde las bandas guardan la mercancía durante un tiempo limitado hasta que se traslada al alijo. Este último lugar puede ser también objetivo de los atacantes, no obstante, el asalto más “vistoso” es el que se produce por carretera. García señala que las sustancias están en constante movimiento, ya que “entre el 70% y el 80% de lo que entra en la península Ibérica, sube a Europa”. Explica que les notifican muchos casos de este tipo que no suelen llegar a la prensa.

El agente recuerda un caso que trató en Chiclana de la Frontera (Cádiz), los asaltantes atacaron a unos narcotraficantes al volante vehículo y una embarcación a remolque. Transportaba 500 kilos de hachís ocultos en un doble fondo y a punta de escopeta, birlaron el vehículo.

La Guardia Civil dio en Sanlúcar y Jerez con los domicilios de estas personas y dos naves industriales preparadas para ocultar la lancha. En el interior de una de ellas se localizaron cinco turismos robados y juegos de placas de matrícula falsas, bates, defensas policiales, martillos y otros efectos con los que amenazar a sus víctimas.

“Es una práctica novedosa, que va de la mano del crecimiento exponencial de la violencia en el narcotráfico” afirma García. Las bandas adquieren equipamiento más sofisticado, aumentan la inversión y la mercancía es cada vez más valiosa, por lo que están dispuestos a lo que sea por protegerla, pero también para hacerse con ella.

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