España

Albares rubrica el apoyo del Gobierno a la soberanía marroquí del Sáhara en una declaración sin preguntas de la prensa

El encuentro se produce después que Trump prometa a Marruecos reconocer al Frente Polisario, a cuyo líder Sánchez dio asistencia, como organización terrorista

  • José Manuel Albares y su homólogo marroquí, Nasser Bourita -

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, sigue los pasos de su jefe, el presidente Pedro Sánchez. El jefe de la diplomacia española, ha optado por impedir las preguntas de los periodistas españoles tras el encuentro que mantendrá, este Jueves Santo, con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, en la sede del Palacio de Viana de Madrid.

El encuentro, según anunció Exteriores, se produce con el objetivo de "celebrar el excelente estado" de las relaciones bilaterales entre los dos países y trazar un balance de "los avances en la aplicación de la hoja de ruta" acordada entre España y Marruecos en 2022.

La cita diplomática, sin embargo, se produce en un momento complejo para la geopolítica internacional, y con la que se refiere a la relación entre España, Marruecos y Estados Unidos por la cuestión del Sáhara. Ese es el principal motivo de Albares para impedir las preguntas, optando por una declaración institucional conjunta que le permita no tener que pronunciarse sobre la promesa de Donald Trump a Marruecos de declarar al Frente Polisario como organización terrorista.

Cabe recordar que España, pese al giro unilateral protagonizado hace unos años por parte de Sánchez con relación a la soberanía del Sáhara, siempre ha mantenido unas notables relaciones con el Frente Polisario, hasta el punto de que permitió la entrada de su líder, Brahim Ghali, durante la pandemia en 2021, para ser tratado en un hospital de La Rioja. Una atención médica que ha acabado en los juzgados, con varios del Gobierno citados por las órdenes que se dieron, y con el nuevo Gobierno autonómico del PP reclamando a Ghali el pago de 45.658 de la factura hospitalaria que no abonó.

El 7 de abril de 2022, Sánchez tuvo que viajar a Rabat, tras su carta reconociendo a Mohamed VI, para escenificar el fin de la crisis que vino motivada por la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para recibir tratamiento contra la COVID-19. Un hecho que Marruecos aprovechó para forzar un cambio en el posicionamiento español respecto a la antigua colonia.

Además, varios ministros de Podemos y Sumar, pese a ese reconocimiento del control marroquí del Sáhara por parte de Sánchez, han seguido manteniendo un o amigable con el Frente Polisario. A nivel institucional, pese a las amenazas y correctivos impuestos por Argelia durante todo este tiempo, sobre todo en cuestiones como el suministro de gas, Moncloa ha intentado mantener una relación cordial con la organización que ahora Trump promete declarar como terrorista.

Cooperación, inmigración y seguridad

El encuentro de hoy entre Albares y Bourita, explican desde Exteriores, abarcará diferentes temáticas en materia de cooperación, como asuntos migratorios, económicos, comerciales y de seguridad. Además, dicen en el equipo de Albares, la reunión bilateral será una ocasión para “agradecer” a Marruecos "por la ayuda prestada tras el desastre de la dana".

De esa forma, el titular de Exteriores vuelve a reunirse con representantes del Gobierno marroquí, tras participar individualmente en diciembre de 2023 a la cumbre bilateral en la capital Rabat y tras acompañar en febrero de 2024 al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su quinto viaje a Marruecos.

La última visita a España del ministro de Relaciones Exteriores, Cooperación africana y marroquíes en el extranjero, Nasser Bourita, fue en noviembre de 2019, con el entonces ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell.

La carta de Sánchez a Mohamed VI

Una carta enviada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al rey Mohamed VI, puso fin hace ahora tres años a la grave crisis bilateral y abrió una nueva etapa en la relación que desde el Ejecutivo tildan de “extraordinaria” y "sin precedentes".

Desde el Ejecutivo, celebran que esta nueva etapa ha tenido por el momento, al margen del refuerzo de la cooperación en materia antiterrorista y migratoria, en la apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla su principal hito, aunque aún limitado.

En aquella misiva, cuyo contenido desveló Rabat, Sánchez sostenía que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, que Marruecos presentó en 2007, constituía "la base más seria, creíble y realista" para solucionar el contencioso, alineándose así con la tesis de la marroquinidad de la antigua colonia española manifestada en diciembre de 2020 por la istración de Donald Trump y plegándose a los deseos del reino alauí.

La tormenta política que se desató en España, con los socios de coalición y parlamentarios unidos con la oposición encabezada por el PP, condenando el giro en lo que era la postura tradicional de neutralidad española y de apoyo a las resoluciones de la ONU, todavía no ha sido acallada. Pero eso no ha hecho al Gobierno dar marcha atrás en su apuesta estratégica por hacer las paces con Marruecos.

De esa cita salió una hoja de ruta, que se revalidó en la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada en Rabat en febrero de 2023, en la que se fijaban una serie de objetivos y metas a cumplir, pero de cuya implementación apenas han trascendido detalles por parte de los dos gobiernos.

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