El nuevo proyecto europeo se llama ‘Starline’, y podría inaugurarse en el 2040. Un futuro que cuenta con una conexión entre 39 ciudades europeas que revolucionará la manera de moverse en el ‘Viejo Continente’. Esta idea es de 21st Europe, que ha propuesto en una rueda de prensa esta nueva línea que mejorará toda la viabilidad. No se ha visto nunca un plan que permita, por ejemplo, viajar en tren desde Madrid a Estambul, hasta Atenas o Helsinki.
Durante décadas, el ferrocarril de alta velocidad en Europa ha sido una historia de desequilibrios. Si una parte de Europa como Francia, Alemania y España han sabido construir redes de trenes de alta velocidad eficientes, otra parte del continente se ha quedado atrás. Europa del Este ha seguido siendo un mosaico de conexiones lentas y infraestructuras anticuadas. Esta brecha estructural limita la movilidad y el objetivo con este nuevo proyecto es integrar esos países en una red continental eficiente, rápida y fluida. Starline quiere transformar la manera de moverse por Europa, poniendo ciudades como Kiev, Bucarest y Sofía, Varsovia al centro del proyecto. Belgrado y Budapest también estarán al alcance de la mano. La idea es reunir Europa bajo una misma estructura, para que se sienta esa unidad que en los últimos tiempos se ha ido perdiendo.
Nuevos trenes más rápidos y con menos emisiones
En la presentación del proyecto se ha hablado también del tipo de transporte que se utilizará en este nuevo ‘metro europeo’. El tren de alta velocidad será el pilar de la movilidad. Starline está diseñado para funcionar a 300-400 km/h. Esta red reduciría los vuelos de corta distancia en un 80% y ofrecería viajes un 30% más rápidos que los automóviles y los trenes tradicionales. China ha demostrado que se puede, construyendo 42.000 kilómetros de ferrocarril de alta velocidad en sólo dos décadas, con trenes que superan regularmente los 350 km/h. También Japón utiliza a diario el ‘Shinkansen’, un ejemplo mundial de tren de alta velocidad y eficiencia. Europa lo tiene delante de los ojos, falta aplicarlo a gran escala para eliminar las barreras estructurales de hoy, y se puede realizar a través de una inversión colectiva y compromiso de todos los países.
A estas velocidades, Helsinki-Berlín tarda poco más de cinco horas, convirtiendo lo que antes era un viaje de un día entero en una transición sencilla. Milán a Múnich, una ruta lenta y sinuosa hoy en día, se transformaría en un enlace de alta frecuencia entre grandes centros económicos.
El objetivo de Starline no se para solamente en ‘transportar personas’. El mercado es un factor clave de este proyecto: la red se utilizaría también para transportar millones de mercancías, como medicinales, productos frescos, elementos de fabricación, que llegarían al destino de una forma más rápida que antes. De esta manera, el mismo continente bajaría su dependencia de las carreteras y sobre todo de los vuelos de corta distancia, que presentan el problema de la contaminación: el tren de alta velocidad emite hasta un 90% menos de CO2 por trayecto.
El diseño de los trenes, las estaciones y las líneas de metro
Los trenes utilizados tendrían un color azul, que representa la bandera de la Unión Europea. Habrá una única clase, con bares y zonas de descanso en los vagones. Las estaciones no serán como las tradicionales sino que serán hubs culturales: espacios públicos, no solo de tránsito, con plazas y locales que las convertirán en una nueva expresión de la ciudad. Se encontrarán a las afuera de las ciudades para evitar los problemas de modificar las estaciones existentes. El objetivo es conectarlas de la mejor manera sin obstaculizar la línea actual.
La red de Starline será de 22.000 kilómetros, 21stEurope pretende recorrer 39 destinos y conectarlos entre ellos de la manera más eficiente posible. Las líneas programadas serán 5:
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Línea A: Nápoles-Helsinki
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Línea B: Lisboa-Kiev
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Línea C: Madrid-Istanbul
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Línea D: Dublín-Kiev
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Línea E: Milán-Oslo
Desde Madrid será posible moverse hacia Lisboa, por un lado, y por el otro habrá una línea que lo conectará con la capital de Turquía, pasando por Barcelona, Marsella, Lyon, París, Luxemburgo, Frankfurt, Viena, Budapest, Belgrado, Sofía y Estambul.
Sistema de compra y seguridad único
El sistema ferroviario europeo sigue fragmentado, con operadores nacionales que utilizan plataformas de reserva distintas, lo que complica innecesariamente los viajes transfronterizos. El objetivo de Starline es disponer de un único sistema que pueda permitir comprar billetes de manera sencilla, como cuando se reserva un vuelo. Para esto hay que unificar los sistemas, así creando una plataforma que pueda integrar los proveedores de viajes y permitir a todos de reservar de la misma manera, desde cualquier punto de Europa. Fundamentalmente, no se trata de centralizar las ventas bajo un único operador, sino de estandarizar el a los viajes en tren en toda Europa, eliminando la fricción que actualmente empuja a los pasajeros hacia otros modos de transporte.
En la actualidad, la seguridad ferroviaria varía mucho en toda Europa, desde controles mínimos hasta inspecciones a gran escala al estilo de los aeropuertos, lo que a menudo crea experiencias incoherentes e ineficaces para los pasajeros. Starline debería introducir un sistema de seguridad basado en sensores e impulsado por inteligencia artificial que permita controlar en tiempo real los flujos de pasajeros. La nueva propuesta del Starline es una revolución total, teóricamente podría mejorar el servicio actual de transporte, acercando el continente, no solamente con los trenes sino con el sentimiento de unidad que desde hace mucho se reclama en Europa.
spok
29/03/2025 19:54
Fallo: Bruselas y Luxemburgo no están conectados. Promedio de 4 horas para tan solo 200kms