Economía

La incógnita de la inflación: por qué la guerra comercial puede bajar los precios en España

Los primeros análisis económicos señalan que la suma global de efectos provocados por los aranceles lleva más a reducir la inflación en España que a aumentarla

  • Un pequeño comercio -

Mientras la guerra comercial amenaza con subir los precios en Estados Unidos, en Europa y en España se baraja un escenario contrario. Tanto la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) asumen ya que el impacto predominará hacia una menor inflación en nuestro país, que ya registra tasas próximas al 2% gracias a la bajada del precio del petróleo y tras años de elevada inflación.

En su última actualización de previsiones publicada el pasado 10 de abril, la AIReF planteó una desaceleracion del deflactor del PIB hasta el 2,2% en 2025 y advirtió de que los aranceles de Estados Unidos podrían ejercer una presión a la baja sobre la inflación en España si China redirige parte de su producción hacia los mercados europeos. Este es uno de los factores a los que apunta Mª Jesús Fernández, economista senior de Funcas.

El servicio de estudios asume que China se encontrará con un exceso de capacidad de producción por los bienes que vendía en Estados Unidos. "En principio tratará de colocarlos en Europa, aunque sea reduciendo márgenes al mínimo o incluso a pérdidas, con tal de perder lo menos posible", explica a Vozpópuli. Y la capacidad de producción que se queda sin mercado tendrá como consecuencia una bajada de precios en Europa.

Además, la economista señala otros efectos que operarán en un sentido favorable a una bajada de precios "al menos en el corto plazo". Pone como ejemplo el caso de los productores españoles de vino y aceite que exportan a Estados Unidos. "Si no pudieran seguir exportando o se redujera exponencialmente su exportación, ese volumen de producción lo tendrían que colocar en España y los precios bajarían", apunta. 

Más a largo plazo, los productores podrían reorganizar su actividad exportadora y encontrar mercados alternativos, lo que devolvería los precios al nivel anterior. En el caso de que esto último no fuera posible, si los precios de venta en el mercado español no ofrecen los márgenes adecuados para mantener la actividad a largo plazo, el resultado final sería una destrucción permanente de la actividad e igualmente el retorno a los precios originales, explican desde Funcas.

Es decir, "hasta que se reorganice todo el comercio y puedan encontrar otros mercados, el efecto inmediato sería una bajada de precios" también por esta vía. Por otra parte, Fernández explica a este periódico que a los precios que pagan los consumidores españoles "no les influyen los aranceles que impone Estados Unidos, sino los de la Unión Europea, y ya sabemos que la respuesta va a ser contenida y el volumen de la cesta de consumo a la que afectaría sería muy escaso", comenta.

Máxima incertidumbre

Finalmente, Fernández recuerda que "si la guerra comercial acaba derivando en una menor actividad económica o incluso una recesión en Europa, ese efecto ya de por sí a lo que apunta es a menos inflación". En definitiva, concluye, "la suma global de efectos creemos que llevará más a reducir la inflación en España que a aumentarla", a diferencia de lo que pasará en EEUU. En todo caso, apunta que esta previsión no está exenta de la "complejidad" de las cadenas de producción y los posibles "rebotes". 

Más allá de la incertidumbre actual sobre el escenario final, el impacto de los aranceles en la inflación es especialmente incierto. La mayor parte de los servicios de estudios del país sí han hecho públicos sus primeros cálculos sobre el efecto que tendrían en la actividad económica, mermando el crecimiento del PIB de manera directa en entre dos y cuatro décimas. Sin embargo, en el caso de la inflación aún no se han hecho estimaciones.

El propio gobernador del Banco de España (BdE), José Luis Escrivá, reconocía en una entrevista en TVE el pasado 9 de abril la "dificultad" de poner números ante la posibilidad de que se generen efectos en las dos direcciones: los precios podrían experimentar una "subida temporal" a corto plazo por las medidas para contrarrestar a Trump, pero también causar una "perturbación de oferta" que empujaría los precios a la baja. 

Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), también comenta a Vozpópuli que el escenario es "incierto" desde la perspectiva de la inflación, pues dependerá en gran medida de cuál sea la respuesta de cada zona del mundo. "El arancel provoca inflación en el país que lo impone", recuerda, y la "teoría de aranceles dice que una subida tiene un efecto sobre el nivel de los precios al alza en el año en que se produce".

Sin embargo, Izquierdo también señala que sería un efecto inmediato y temporal, y hay otros efectos a tener en cuenta. Menciona el hecho de que "un escenario de menor crecimiento económico como consecuencia de esta situación conlleva menos inflación", como apuntaban anteriormente el resto de economistas, y que además podría haber otros efectos "compensadores" que amortiguaran la subida, como la energía

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