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Las frases que nunca puedes decir a tus hijos y sus alternativas recomendadas por psicólogos

Los padres deben tener en cuenta el impacto que sus palabras tienen en los más pequeños

  • Una madre enfadada regaña a su hija -

Los psicólogos advierten: el impacto de las palabras de padres y progenitores es de lo más importante y significativo en el crecimiento de sus hijos. Los niños tienen a estas figuras como su mayor apoyo y modelo a seguir, por lo que una simple frase puede suponer la diferencia entre tener un buen día o, por el contrario, la aparición de una nueva inseguridad que les acompañará durante un largo periodo de tiempo.

En esta línea, el entorno familiar influye de forma importante en el aprendizaje y desarrollo cognitivo de los niños. Además, la relación paternofilial también impacta directamente en su desarrollo emocional, beneficiando o perjudicando su forma de manejar y transmitir sus emociones. Todo ello lleva también a una mejor o peor autoestima.

Frases a evitar

Queda claro que educar a un pequeño no es sencillo, y cada uno lo hace de la mejor forma posible. De esta manera, uno de los errores más comunes entre padres y madres es sobreproteger a sus hijos, algo que puede tener consecuencias negativas como una menor seguridad y confianza en ellos mismos, que a la larga se traduce en una menor autonomía.

Varios niños en una escuela.

Algunas frases que van en esta línea son la de “déjame ayudarte” y “ten cuidado”. En el caso de la primera de ellas, dicho dentro de unos límites no tiene por qué ser perjudicial, algo que sí ocurre cuando se dice en exceso. En lugar de ofrecer ayuda, otra manera para guiarlos es plantearles preguntas que les hagan pensar sobre otras formas de desarrollar la actividad. Asimismo, hay más frases nocivas para el crecimiento de los más pequeños:

• “Lo hiciste bien, pero podrías hacerlo mejor”
• “No eres un bebé”
• “No comas eso o vas a engordar”

Cuidar los mensajes lanzados al hablar de alimentación es fundamental. Los psicólogos informan de que uno de los desencadenantes para el desarrollo de Trastornos de Conductas Alimentarias -TCA- son este tipo de recomendaciones y diálogos, sobre todo si ocurren en casa. Que los padres tengan una relación sana con la comida y se la inculcan a sus hijos es vital para evitar el desarrollo de enfermedades como la bulimia y la anorexia.

La frase “deja de ser un bebé” puede hacer que se cierren en sí mismos y desarrollen un problema para mostrar sus emociones. Por el contrario, lo que se ha de hacer es fomentar que hablen sobre cómo se encuentran, algo que fortalece el vínculo padre-hijo y les ayuda a desarrollar una inteligencia emocional más sólida.

Alternativas recomendadas

En lugar de decir al niño “deja, que yo lo hago”, se debe motivar a los más pequeños a volver a intentarlo y aceptar que, en el proceso de aprendizaje, habrá errores y es lo normal. Por el contrario, no dejarles hacer tareas mina su confianza y los convierte en personas más dependientes, algo que a la larga puede conllevar problemas mayores. Asimismo, “porque lo digo yo y punto” inhibe el pensamiento crítico.

Finalmente, mensajes como “no llores, que no es para tanto” o “eres un niño malo” también se deben evitar. El desempeño escolar también se ve perjudicado con este tipo de comportamientos, así como el desarrollo social. Establecer reglas y disciplina de forma sana contribuye a que en un futuro los jóvenes tengan menos problemas de comportamiento.

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