Ochos años de prisión pide la Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife para un equinoterapeuta que agredió presuntamente a una menor discapacitada.
En caso de ser condenado, la Fiscalía ha pedido además una indemnización a la víctima de 10.000 euros, así como la prohibición de acercarse a la misma durante ocho años, la niña contaba con una discapacidad del 51% por trastorno del desarrollo e inteligencia límite. El juicio se celebra hoy en el Hierro, lugar de los hechos y hasta donde se trasladará la sección quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.
La fiscalía también pide para el monitor la participación obligatoria en programas de educación sexual, la privación de la patria potestad por cinco años y la inhabilitación para ejercer cualquier profesión, oficio u actividad con menores por un tiempo superior en 10 años al de la duración de la pena de privación de libertad.
Los hechos según el auto
Según el auto de la Fiscalía, los hechos se produjeron un día en el que la menor se presentó, en compañía de una amiga también menor de edad, en las cuadras propiedad del procesado, a donde acudía con la intención de montar en uno de los caballos para una actividad de equinoterapia.
A esta actividad de terapia había asistido con anterioridad, durante aproximadamente cuatro años, y en ellas participaba por resultar beneficiosa para la misma en relación a su discapacidad, que por tanto era conocida desde entonces por el ahora acusado.
Tras abandonar el lugar la compañera de la menor, prosigue el auto, quedó en la finca a solas con el procesado, quien tras conversar con la menor, que se encontraba ante "una persona conocida y de su confianza", la invitó a tomar algo, proporcionándole distintos combinados con bebidas alcohólicas.
El acusado, "perfectamente consciente de la edad de la menor, de su discapacidad así como especialmente del estado de embriaguez de la misma a causa de la bebida que él mismo le había suministrado", la invitó a bailar, tratando de besarla y, más tarde, la trasladó a la habitación, donde se produjo la presunta agresión sexual.
Ocurridos estos supuestos hechos, el ahora acusado dejó a la joven en una plaza, "en un grave y evidente estado de ansiedad". Esta fue auxiliada por otra menor de edad y su madre, quienes la trasladaron al centro de salud, desde donde posteriormente fue derivada al Hospital.
En la actualidad, según informe psicológico forense, y como consecuencia de estos hechos, la víctima presenta secuelas psicológicas.
Los hechos fueron denunciados por la madre, en representación de la menor y en su compañía, en sede policial, ratificando su denuncia ante el Juzgado de Instrucción.
En el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción se acordó como medida cautelar la prohibición al ahora procesado de aproximarse a la menor a una distancia inferior a 200 metros en cualquier lugar en que esta se encuentre.