Allal El Mourabit es el último asesino en serie de nuestro país, pero su historial ya hacía intuir que el mal estaba en sus adentros. El detenido por la muerte de tres agricultores en Navarra y Lleida había sido condenado por delitos de terrorismo en 2018 y volvió a ser arrestado en 2019 debido a su proceso de radicalización yihadista. Pese a que la Fiscalía le pedía 5 años de prisión y otros 5 de libertad vigilada dadas las pruebas de su radicalización, el tribunal de la Audiencia Nacional le absolvió en 2020.
El Mourabit quedó impune en este caso, en el que la Guardia Civil le acusaba de una "reiterada búsqueda, consumo, interiorización y asimilación de todo tipo de contenido, con el objetivo último de interiorizar, afianzar, el conocimiento y profundizar en su proceso de radicalización". El tribunal consideró en su sentencia que la tenencia y consumo del contenido yihadista hallado a El Mourabit no era suficiente para condenarle, ya que había accedido a él a través de fuentes abiertas.
Tras su absolución, Allal seguía cumpliendo la pena de libertad vigilada cuando en septiembre de 2023 fue declarado en busca y captura. El yihadista se arrancó la pulsera telemática que le mantenía controlado y, apenas unas semanas después, acabó presuntamente con la vida de tres agricultores en Tudela, Ribaforada (Navarra) y Vilanova de la Barca (Lleida). Después, huyó a Francia con el coche de la última de sus víctimas. Un equipo de investigación conformado por la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra ha dado con él en el país galo.
El historial delictivo de El Mourabit, conocido como el yihadista camionero por su trabajo como transportista, comenzó en 2016, cuando el Servicio de Información de la Guardia Civil le detuvo por primera vez en Irún (Guipúzcoa). Los investigadores comprobaron que había intentado enrolarse en las filas del Daesh en Siria, para lo que había viajado a Turquía. La Audiencia Nacional le condenó a 2 años y 1 día de prisión y multa de 15 meses por un delito de enaltecimiento del terrorismo, y a 1 año de cárcel y 3 años de libertad vigilada por un delito de traslado a territorio terrorista en grado de tentativa.
Enaltecía los atentados de Hamás
Como ya había cumplido 2 años de prisión preventiva antes del juicio, El Mourabit no volvió a ingresar en la cárcel. Desde el día 15 de noviembre de 2018, cuando se celebró este primer juicio y quedó en libertad, este yihadista empleó sus redes sociales para "afianzar" y "profundizar" en su proceso de radicalización, según señalaban los informes policiales que llevaron a la Guardia Civil a detenerle por segunda vez en julio de 2019, esta vez en Pamplona.
En el juicio al que se enfrentó de nuevo en la Audiencia Nacional, la Fiscalía solicitó para el camionero una pena de 5 años de prisión y otros 5 años de libertad vigilada por un delito de autoadoctrinamiento terrorista. Durante el uso de su derecho a la última palabra, la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, tuvo que expulsarle por su inadecuado comportamiento. Meses después, en noviembre de 2020, la Audiencia Nacional le absolvió al entender que el acusado había tenido a los contenidos de corte yihadista a través de fuentes abiertas y no directamente por agencias de noticias como Al Sherab, próxima a las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, consideradas como el brazo armado de la organización terrorista Hamás.
"No quedando acreditado que la conducta del acusado se orientara primordialmente a validar acciones terroristas o a sus autores, incitando de forma alguna a su perpetración, en aplicación del principio in dubio pro reo, procede absolver a Allal del delito de justificación del terrorismo del que venía siendo acusado", concluyó el tribunal en su sentencia.
uno
27/03/2025 03:31
Entre los cuatro millones que no deberíamos haber dejado entrar, una muestra.