Febrero acabó con la sensación del fin del idilio de las bolsas y las criptos con Trump. Un desplome del 20% del bitcoin en el mes, del 4% en el Nasdaq y de algo más del 1% en el Dow Jones y el S&P500 (que hubiera sido mayor sin una muy alcista última sesión de mes) alejaban la euforia. El motivo bien podrían ser algunos resultados de grandes empresas que no acabaron de convencer dado el alto nivel de las cotizaciones (es el caso de Nvidia), o la fuerte caída de Tesla (quizás una simple consecuencia de su brutal alza tras la victoria de Trump) o el que los datos económicos empiezan a deteriorarse o el que nadie espera que la Fed baje tipos hasta dentro de unos meses o los temores inflacionistas que vienen asociados a los aranceles… Como vemos, excusas para una corrección había de sobra. Pero durante el fin de semana ocurrieron un par de hechos que movieron fuertemente los mercados. Uno fue el anuncio de Trump de la creación de una reserva nacional de criptomonedas que, para sorpresa de muchos, no sólo incluirá las dos principales (bitcoin y Ethereum), también algunas otras de menor capitalización. Esto hizo que se disparara el precio de muchas criptomonedas que, no lo olvidemos, siguen cotizando durante el fin de semana. Lo otro fue la desagradable (e insólita en diplomacia internacional) escena de Zelensky con Trump y Vance en la Casa Blanca.
Los apoyos inmediatos que casi todos los líderes europeos remitieron al mandatario ucraniano se tradujeron, en el ánimo de los inversores, en una invitación a comprar acciones de empresas relacionadas con el gasto en defensa en cuanto abrieron el lunes. Dedujeron que Europa aumentará fuertemente su gasto militar para reducir su dependencia de los Estados Unidos y todas las cotizadas (desde la española Indra a la paneuropea Airbus pasando por el mayor fabricante armamentístico alemán Rheinmetall AG) que pudieran verse beneficiadas por contratos gubernamentales, aumentaron sus precios. Eso hacía presagiar un comienzo de marzo alcista en las bolsas europeas pero faltaba un ingrediente: de repente Von der Leyen anunció que dará tres años al automóvil para cumplir con las obligaciones de reducción de emisiones, lo que aupó también a todo el sector automotriz y sus componentes. Por ejemplo, en España la cotizada Gestamp. Consecuencia: máximos históricos del Dax alemán, del selectivo Euro Stoxx 50, del Ibex Total Return, ue no descuenta los dividendos abonados…
Lo más curioso es que la razón de esa mala previsión en el PIB lo mismo ni siquiera tiene que ver con una ralentización de la economía, sino con el aumento brutal de las importaciones de bienes por parte de las empresas ante la inminencia de los aranceles
Y aún quedaba una sorpresa: dado que el viernes la Fed de Atlanta había actualizado su previsión de movimiento del PIB de Estados Unidos indicando una fuerte caída que todos relacionaron con los recortes del gasto impulsados por el departamento de Musk (DOGE), el ministro de Comercio de Trump señaló que podrían cambiar la forma de cálculo del PIB quitando el dato de gasto público. ¿El motivo? Dado que el gasto público hincha el PIB, como hemos explicado alguna vez, si de repente éste se reduce, la consecuencia en el corto plazo es muy negativa. No deja de ser una polémica un tanto burda, porque cambien o no el cálculo, lo que vale es la cifra que se pueda homologar a la que todos los demás países ofrecen, pero a Wall Street no le gustó algo que implica que el propio gobierno de Trump tiene un miedo real a que pueda llegar una recesión. Lo más curioso es que la razón de esa mala previsión en el PIB lo mismo ni siquiera tiene que ver con una ralentización de la economía, sino con el aumento brutal de las importaciones de bienes por parte de las empresas ante la inminencia de los aranceles. Al aumentar tanto el déficit comercial en unas pocas semanas, esto restó muchas décimas al cálculo de previsión del PIB ya que en su fórmula las importaciones restan si superan a las exportaciones. Y el lunes acabó con Trump anunciando aranceles a las importaciones de productos agrícolas desde el 2 de abril y que desde el día siguiente se cobraran los nuevos aranceles del 25% a México y Canadá, lo que empujó a la baja a Wall Street.
Todo esto en el primer día hábil del mes de marzo. Pero la volatilidad no paró: el martes ya había perdido el Bitcoin todo lo ganado durante el fin de semana en medio de rumores sobre operaciones con información privilegiada anteriores al anuncio de Trump de la reserva estratégica de criptos. Ese día, el desplome de la bolsa europea (y en concreto de los bancos del Ibex) borraba la euforia del día anterior. El resto de la semana siguió siendo volátil, con un gran rebote bursátil, el miércoles, en Europa que casi corrige el desplome del martes, esta vez con la excusa de las rebajas fiscales y la inversión en infraestructuras anunciadas por la nueva coalición de gobierno alemana (como ACS tiene una gran filial en ese país, sus acciones se fueron a máximos históricos), aunque eso provocó un alza notable en la rentabilidad de los bonos europeos.
Trump concedió un mes de prórroga a los aranceles a los automóviles que entren de México y Canadá y con ello animó a Wall Street (y a las cirptos), aunque fue uno de los días con más volumen de negociación en opciones del S&P500, probablemente como cobertura a un posible desplome
Precisamente hace unos días comentábamos que la virtud de la disciplina fiscal alemana lo perjudicaba contra el despilfarro de sus competidores, y ahora parecen decididos a endeudarse un poco más. Y por la tarde, Trump concedió un mes de prórroga a los aranceles a los automóviles que entren de México y Canadá y con ello animó a Wall Street (y a las cirptos), aunque fue uno de los días con más volumen de negociación en opciones del S&P500, probablemente como cobertura a un posible desplome. Y el jueves empezó con un nuevo máximo histórico de la bolsa alemana… quizás lo más predecible de esta semana fue la bajada de tipos del BCE. Por cierto, creo que será la última, especialmente si los aranceles se concretan, lo que sumado a un aumento del gasto público en Europa podría impulsar la inflación.
Si tras la victoria de Trump se disparó Wall Street, las criptomonedas y el dólar, en los poco más de dos meses que llevamos de 2025, los tres han perdido terreno y es la bolsa europea, y en menor medida el euro, los que mejor rentabilidad están obteniendo contra todo pronóstico. Y llevamos poco más que una sexta parte del año…
gortegamiguel
08/03/2025 10:38
Solo un apunte para comentaristas económicos despistados. Si las importaciones aumentan anormalmentente, que restan, y el PIB se calcula correctamente también deben aumentar en la misma medida los stocks, que suman, con lo que el efecto final es cero. Otra cosa es que la mayoría de los organismos encargados de calcular el sacrosanto PIB lo cuadren a martillazos en un excel. ¿No se lo creen? pues desciendan a la realidad.