Opinión

El súbito salto del euskera

¿Se ha duplicado el número de familias que transmiten el euskera a sus hijos? No lo sabemos, porque el gobierno vasco no informa de la transmisión generacional

  • La Korrika, carrera a favor del euskera, en Vitoria -

Las noticias sobre las lenguas autonómicas suelen llegar falseadas, aunque no siempre con intención de desinformar. Una exploración trasparente debería huir de datos sobre las lenguas como entes independientes, pues nunca lo son, salvo para la lingüística, y concentrarse en las circunstancias en que viven, es decir, si los hablantes que las hablan las usan, si se usan aisladas o en o con otra, si se difunden en la investigación, si disponen de traducciones, si han sido utilizadas en la filosofía, en la narrativa, en el desarrollo técnico…

No me sirve el número de españoles que han obtenido el C1 en inglés y añadirlos como anglófonos, pues las lenguas no se cuentan según los diplomas. Lo que importa es saber si esa lengua está o no en el día a día del individuo al servicio de la comunicación.

Si consideramos el patrimonio lingüístico de los españoles asumimos tres tipologías. Los monolingües, que con el español cubren toda comunicación y no sienten la necesidad de conocer nada más; los bilingües, que conocen más o menos otra lengua, autonómica o extranjera, y la han utilizado alguna vez, incluso en la escuela, pero a diario hablan, oyen y leen en español; y los ambilingües que formalizan la comunicación con el uso habitual de dos lenguas propias, el español y otra, que puede ser el gallego, vasco, catalán-valenciano…

Nadie necesita, en general, hablar inglés en España salvo de manera ocasional, tal vez para el trabajo, en casos especiales, para ver una película o leer un libro o buscar en Internet… o en alguna empresa para determinado asunto…

El Instituto Nacional de Estadística informa sobre la preponderancia de las lenguas nacionales. La primera es, como cabía esperar, el español, y la segunda, a gran distancia, el inglés, incluso en el caso de que no se utilice o que el individuo no la necesite, pues una cosa es saber inglés y reflejarlo en las encuestas (agrada señalar lo que uso sabe, incluso lo que balbucea) y otra hablar inglés porque así lo exige la cotidianeidad. Nadie necesita, en general, hablar inglés en España salvo de manera ocasional, tal vez para el trabajo, en casos especiales, para ver una película o leer un libro o buscar en Internet… o en alguna empresa para determinado asunto… pero nunca para resolver la comunicación necesaria en el día a día.

Cuando señalan las estadísticas que la franja de edad anglófona es la comprendida entre los 20 y 29 años, en la que el 44,5% dice saber al menos algo de inglés, no hay manera de precisar cómo, cuándo y para qué lo emplean, ni siquiera si lo emplean. Les basta indicar que tienen el B1 o el B2. He conocido a estudiantes titulados que se quedan mudos en una conversación. Es evidente, por tanto, que para los españoles saber inglés es un plus, pero al fin y al cabo una lengua prescindible porque no lo necesitamos como los países nórdicos, por ejemplo, donde es lengua diaria complementaria, ni el nivel de los países centroeuropeos donde es esencial en la formación universitaria. Con el español y ninguna lengua más se puede tener un altísimo grado de cultura. Esta cualidad no es común a todos los idiomas. Como comprenderá cualquier observador, carecen de ella todas las lenguas que necesitan parasitar en otra.

Para los hablantes de lenguas autonómicas expresarse en español más que un inconveniente es una necesidad absoluta. Visto a la inversa, lo que resulta particularmente interesante es la presencia de las lenguas autonómicas. El gallego dice hablarlo y entenderlo bien en Galicia el 83%, el catalán el 75%, el vasco el 44%

Según la encuesta del INE, Melilla es la ciudad donde la presencia del español es menor. Muchas familias de origen principalmente marroquí, el 7,1%, tienen al árabe como lengua propia y lo transmiten a sus hijos porque la hispanización de los islamistas es moderada. Por eso solo el 93,4% de la población melillense dice hablar bien el español. Le sigue Murcia donde también según la Encuesta de Características Esenciales de la Población y las Viviendas (Ecepov) del INE solo alcanza al 93,5%. Quienes dicen no hablarlo, conocerlo poco o conocerlo mal es la población extranjera instalada en la huerta murciana donde la mano de obra se nutre más en África que entre los desempleados españoles. Aparece en tercer lugar Islas Baleares donde alcanza, esta vez por la presencia de europeos ociosos, solo al 94,1%.

En los primeros puestos hispanófonos, el Principado de Asturias (98,4%) y Cantabria (98,2%). En el resto de las autonomías, incluso en las que se habla otra lengua autonómica, el conocimiento del español es muy amplio. En Galicia, Cataluña y País Vasco, 94,4%, 95,3% y 96,6%. Para los hablantes de lenguas autonómicas expresarse en español, más que un inconveniente, es una necesidad absoluta. Visto a la inversa, lo que resulta particularmente interesante es la presencia de las lenguas autonómicas. El gallego dice hablarlo y entenderlo bien en Galicia el 83%, el catalán el 75%, el vasco el 44% y el asturiano el 2,8%. Y parece, no siendo cierto, como si la implantación de estas lenguas tuviera la misma entidad que el inglés en las Baleares o el árabe en Melilla.

Los hablantes de lenguas autonómicas lo son de español, y por tanto ambilingües. Los de inglés o alemán en Baleares, o árabe o tamazigt en Melilla conocen bien su lengua y medianamente la española. Habría que considerar, por tanto, hispanófono de pleno derecho al todo hablante de lenguas autonómicas y dejarse de embrollos.

El caso del euskera

Que el gallego está poco presente en las grandes ciudades y entre los jóvenes es una evidencia. Que el catalán no se utiliza con naturalidad en el día a día cuando no es la lengua familiar, es otra evidencia, pues en libertad se habla en castellano. Antes del programa de vasconización de Euskadi, el euskera estaba vivo en el 20% de las familias. Hoy dicen hablarlo y entenderlo bien el 44% de la población. ¿Se ha duplicado el número de familias que transmiten el euskera a sus hijos? No lo sabemos, porque el gobierno vasco no informa de la transmisión generacional. Sospechamos que se incluye a quienes lo aprenden en el colegio, aunque nunca lo usen fuera de la exigencia académica.

Añadiremos que es de sobra conocida la dialectalización de la lengua catalana y sobre todo la vasca. Mientras tanto, en todos los dominios de la lengua española, que incluyen los territorios autonómicos, uno puede encontrarse distintas entonaciones, dejes o acentos del español con una calidad expresiva de gran nivel que agrada oír porque sus divergencias no impiden la intercomunicación en todas las regiones de su dominio.

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