Dos días antes de que Zelenski acudiera al despacho oval, el Sindicato de Estudiantes —ese chiringuito en el que vegetan los peores hasta que consiguen un carguito— convocó una manifestación contra tres institutos de Parla que no permiten el hiyab en sus aulas. Como manda la tradición, la jefa de esta asociación parasitaria es una adulta que dejó de ser estudiante hace mucho, y sabe que no hay nada más manipulable que una adolescente. Las mujeres somos muy gregarias, y en la época en la que el cuerpo cambia, buscamos desesperadamente la aprobación de las otras; pues, aunque el feminismo nunca nos habla de ello, la crueldad de las féminas hacia las diferentes no tiene límite.
Además, en la universidad debe de haber más trans que chicas con hiyab; probablemente, el instituto sea el único caladero donde pescar causas perdidas que justifiquen la subvención. A fin de cuentas, sólo alguien con las hormonas alteradas aceptaría manifestarse “para exigir unas aulas libres de machismo, de racismo e islamofobia” como si islam y machismo no fueran sinónimos. También dicen combatir el racismo aunque el culto a Alá no sea una raza, sino una religión. Pero, bueno, no podemos esperar gran cosa de un sistema educativo que trabaja contra la comprensión lectora de sus criaturas.
“Hoy ha quedado claro que ante las discriminaciones solo hay un camino: lucha, lucha y lucha”, afirma el pseudosindicato en la crónica de su web. A pesar de que tiran de épica para magnificar su cruzada y convencernos de que las manifestantes eran legión, apenas si eran un ramillete de chavalas. Y de estas, habría que ver cuántas de las presuntas estudiantes no eran activistas del sindicato y cuántas verdaderas musulmanas había bajo esos velos que nos igualan a todas. Aunque algo me dice que podríamos calcular el número de hijas de Alá contando los hombres ociosos que se quedaron a pocos metros para vigilar a sus mujeres: unos ocho. Ante la derechización de una juventud que pone el Cara al sol como tono de llamada, la ultraizquierda ha decidido rascar en el fondo del barril. El problema es que, gracias a las políticas de inmigración de la UE, dentro de unos años las chicas con hiyab pasarán de ser algo anecdótico a ser la norma.
Mientras el franquismo quedaba reducido a hipocresía y represión, la izquierda prometía alegría y libertad. Quién nos iba a decir que, 45 años después, sus herederas, esas que ahora reparten carnets de feminismo, fomentarían la islamización
Cuando yo era pequeña, las viudas de los pueblos vestían de negro riguroso y se cubrían la cabeza con un pañuelo oscuro, para que las vecinas no hablaran mal de ellas. No es el patriarcado, amigos, sino las lenguas viperinas las que someten a la mujer. El régimen del 78 trajo la igualdad; el PSOE, la explosión de color —¡aquellos carteles de José Ramón!— y las minifaldas; y los comunistas jóvenes, la liberación sexual. Y mientras el franquismo quedaba reducido a hipocresía y represión, la izquierda prometía alegría y libertad. Quién nos iba a decir que, 45 años después, sus herederas, esas que ahora reparten carnets de feminismo, fomentarían la islamización y organizarían huelgas para que volvamos a taparnos la cabeza.
Hasta hace poco, sólo los fachas —es decir, cualquiera que no comulgue en la iglesia woke— y Frente Obrero señalábamos el plan para destruir los valores occidentales. Pero a nosotros se nos silenciaba llamándonos fascistas y las denuncias de Roberto Vaquero, líder de FO, apenas tenían repercusión. Por suerte, el otro día se viralizó lo que hizo una de sus militantes en un acto de Podemos. Para evitar que la reconocieran, y sabiendo que si se disfrazaba de musulmana no despertaría sospechas, Carmen López se puso gafas de sol y se cubrió la cabeza. Y, llegado el momento, se puso en pie, se arrancó el pañuelo y levantó la voz contra ese feminismo quintacolumnista que defiende el patriarcado islámico. Por supuesto, los autómatas morados se levantaron autómatas gritando “¡Sí se puede!” para silenciarla, como si esas tres palabras tuvieran el poder mágico de protegerles de la realidad.
La misma corrupta von der Leyen que concedió sin licitación contratos millonarios cuando era ministra de Defensa en Alemania y a la que se investiga por comprar a Pfizer 2.400 millones de dosis de la vacuna, dice ahora que nos vamos a gastar 800.000 millones en crear un ejército europeo
Mientras la ultraizquierda sigue remando a favor del invasor, las élites europeas andan como pollos sin cabeza porque, tras décadas jugando a las casitas ecosostenibles, acaban de descubrir que no tenemos ni media bofetada y que, si Putin quisiera, esta noche se coronaría rey de Francia en París. La misma corrupta von der Leyen que concedió sin licitación contratos millonarios cuando era ministra de Defensa en Alemania y a la que se investiga por comprar a Pfizer 2.400 millones de dosis de la vacuna, dice ahora que nos vamos a gastar 800.000 millones en crear un ejército europeo.
Y conste que estoy a favor de un rearme ahora que Trump ha dado una patada al tablero. Pero sospecho que ese ejército que saldrá de nuestros riñones no va a defender nuestras fronteras ni nos va a proteger del invasor; mucho me temo que los verdaderos enemigos de Europa seguirán enriqueciéndose con la inmigración ilegal. Que robarán a manos llenas como con el covid, que no detendrán las políticas verdes que nos están arruinando; que no recortarán gastos inútiles y suntuarios, sino que meterán más presión fiscal sobre el ciudadano y, sobre todo, que utilizarán el miedo a la guerra para desplegar un control total sobre nosotros.
Quién sabe, quizá mañana nos veamos combatiendo en la misma trinchera que los jóvenes del Frente Obrero.
juande
07/03/2025 08:20
Fantástico y aterrador artículo. Enhorabuena
alexmazallas
07/03/2025 08:52
No lo dude. Ahora tienen otro maná que saldrá de hacernos más pobres y quién sabe si acelerar nuestra autodestrucción. Nos limitarán la libertad para protegernos de Putin, mientras el verdadero enemigo ya está dentro. Sólo hay una solución, o ganan ellos o ganamos nosotros, y no veo que lo a batalla la estemos ganando nosotros
gwydno
07/03/2025 09:49
Los ejércitos europeos llevan muchos años luchando contra los soldados de Alá, señora, incluido el español. Otra cosa es que usted finja no distinguir entre lo que debe hacer la Policía y lo que debe hacer el Ejército
secretariacademias
07/03/2025 11:50
Ayuso ha dejado el asunto en manos de los institutos: cada centro decidirá si lo permite o no. Debería leer este artículo y repensar la política de la comunidad de Madrid al respecto al hiyab.
Vallecas
07/03/2025 13:19
Vivimos en una mentira. Europa tiene ya, ahora, un ejército extraordinario. Un millón y medio de soldados bien equipados. Aviones y drones de calidad y armamento nuclear. El problema es que están en 27 países, con distintos Presidentes y sensibilidades. En lo que si están todos de acuerdo es que ninguno quiere repatriar a sus soldados metidos en una bolsa de plástico. Trump ha dado una orden Europa ha obedecido poniendo un fondo de 800.000 millones. Solo son negocios, Europa no necesita eso.
MACMalayerba
07/03/2025 23:24
Europa seguramente lo consiga, España es otra cosa !! si no es verde/equilibrado y sostenible NO hay de que hablar y por supuesto que nos gobernará como bien dice "la articulista" las del pañuelo oscuro en la cabeza y sin oposición.