Así cantamos en La Marsellesa es un himno cívico, ajeno a cualquier regusto militarista, que: “Marchemos, hijos de la patria,/ que ha llegado el día de la gloria/ ¡A las armas, ciudadanos¡/ ¡Formad vuestros batallones!”. Pero ahora se trata de defender, si es preciso con las armas, una patria más grande, la Europea, bajo la cual se ha edificado un modelo basado sobre las libertades, los derechos humanos, la sanidad, la educación y las pensiones, es decir, un Estado del Bienestar donde el derecho a la participación en el producto social no se deriva exclusivamente de la tenencia de la propiedad. Porque como sostiene el profesor David Anisi en su libro “Creadores de escasez” si el pleno empleo es el corazón del Estado de Bienestar, la existencia de derechos económicos no vinculados a ningún tipo de propiedad es su espíritu. Un modelo envidiado por todos que merece ser defendido frente a quienes lo amenazan también por la fuerza.
Porque parece que el paraguas nuclear de Washington, más que defendiendo a Europa, está defendiendo a los efectivos militares norteamericanos que están desplegados en suelo europeo.
La Unión Europea ha tenido la protección de Estados Unidos, articulada en la Alianza Atlántica, hasta la clamorosa deserción de los Estados Unidos de Donald Trump, para quien la UE se habría fundado para joder (sic) a los estadounidenses. En consecuencia, la UE ahora ha de asumir su propia defensa, sin que quepa subcontratarla con nadie, ni imaginar que pueda imaginarse que sea una tarea que pueda hacerse outsourcing. El despertar que reclama el cumplimiento de esas obligaciones implica asignar recursos económicos de 800.000 millones de euros para el equipamiento militar más elemental. Pero el gasto debe hacerse de manera racional, evitando por ejemplo multiplicar el abastecimiento procedente de los Estados Unidos que, además, conserva la capacidad de bloquear el uso de los sistemas de armas que nos vende. Pero, más allá de los drones o starlink, al final la defensa requiere poner fuerzas sobre el terreno y ahí reside el mayor compromiso. Así ha sido en relación con los americanos que, cada vez que han planeado alguna retirada de contingentes militares de Europa, han suscitado la sensación de abandono. Porque parece que el paraguas nuclear de Washington, más que defendiendo a Europa, está defendiendo a los efectivos militares norteamericanos que están desplegados en suelo europeo.
Propia de traidores
El general Ramón Salas Larrazábal en su prólogo al libro Ejército y sociedad en la España liberal 1808-1936 sostiene que, cuando los soldados nacionales no quieren luchar y los gobiernos deciden seguir haciéndolo, no hay otra solución que la de buscar hombres que los reemplacen y de ahí que se recurra a las tropas de choque como los gurkas o a la Legión extranjera. Pero, llegados aquí, conviene volver a Jenofonte para recordar la tipología que estableció distinguiendo entre soldados de la patria, de la idea y de la paga. Su grado de compromiso es descendente. Es sobre los primeros sobre los que reflexiona Ferlosio en el ensayo titulado El ejército nacional, donde recuerda que a la plena ciudadanía en Grecia sólo se accedía mediante la capacitación para el uso de las armas. Queda mucha tarea pendiente si recordamos las dificultades de la izquierda para normalizar sus relaciones con la Defensa. Véase así que, hasta 1959 en Bad Godesberg, el SPD alemán no retiró de su programa la disolución de las Fuerzas Armadas alemanas, que los laboristas bajo el liderazgo de Neil Kinnok partidario del desarme unilateral del Reino Unido quedaron alejados del poder hasta que Tony Blair abandonó esa propuesta y aceptó el arma nuclear británica y que los socialistas ses, en el Congreso que celebraron en vísperas de las elecciones presidenciales de mayo de 1981 donde obtuvo su triunfo a Mitterrand, se reconciliaron con la force de frappe nuclear sa. La cuestión es si Sumar, Podemos, ERC, Bildu y demás denominaciones de origen se encaminan por esa senda o prefieren seguir considerándola propia de traidores. Veremos.
fausto
19/03/2025 10:23
J0d3r, Pipas, ya quisiera yo algo de ese voluntarismo del q hace gala. Así q el estado del bienestar lo creó la Unión europea. Jajajajajajajaja. Perdone q me ría, buenhombre. Con el espíritu impulsado por esa primavera q ya asoma se lanza a afirmar q a ese nido de corrupción q es Bruselas hay q defenderlo por las armas. ¿Las va a empuñar vd, Pipas? ¿Sus hijos, tal vez? La cuenta inicial es de 800 mil, eso para ir tirando, sólo. Puestos a recuperar nociones del pasado, como la ciudadania en Grecia, propongo... no se...¿que tal empezar por considerar q nuestra patria es España, y no ese construto llamado UE? La izquierda nada tiene q ver con esos masonazos progretas de los q vd me habla. Como se diría en tiempos de Zapatiestos "No a la guerra".
fausto
19/03/2025 10:24
Corresponde disculparse con el Pipas, al q he tomado por autor de esta pieza. En esta ocasión es inocente.