El ministerio de Consumo, dirigido por Pablo Bustinduy (Sumar), pone de relieve de nuevo la relevancia de sus funciones. En esta ocasión pone sobre la diana a las máquinas expendedoras que, según ha declarado el máximo responsable de la cartera, son las culpables de que "cueste mucho" encontrar "alternativas saludables y al final acabamos comiendo patatas fritas o chocolatinas"
En palabras a La Sexta, Bustinduy asegura que el Gobierno pondrá en marcha un real decreto para regular las comidas de hospitales y residencias para que estas sean saludables y nutritivas.
La norma sigue en la línea del real decreto de hace un mes en el que ya se regularon los menús de los centros educativos, para ponerles un tope a las frituras, los platos precocinados, los alimentos procesados y los productos azucarados.
Un recordatorio sobre las pizzas en la pandemia
El ministro de Consumo, Bustinduy, ha afirmado que el objetivo de esta norma es "justo lo contrario" de lo que sucedió durante la pandemia de Covid-19, cuando "el Gobierno de la Comunidad de Madrid daba pizzas a los niños vulnerables", un caso que cinco años después vuelve a sacar a la luz el exmiembro de Podemos.
Bustinduy ha lamentado la situación actual que se vive en los hospitales, ya que, en muchas ocasiones, la alimentación que se ofrece a los pacientes "contradice" los consejos de los profesionales sanitarios.
En cuanto a la alimentación en las residencias, el ministro ha reconocido que la situación es "bastante flagrante", a la vez que ha indicado que "todo el mundo" ha visto fotografías en las que se ha mostrado "comida podrida" y que no cumple los "mínimos estándares de dignidad que se merecen todas las personas dependientes".