El 68% de quienes declaran que no votarían si hoy se celebraran elecciones generales en España lo hicieron por el PSOE y Sumar en los comicios del 23 de julio de hace dos años. En concreto, el 31,3% de los nuevos abstencionistas eligió la papeleta socialista y el 37,6% la de Sumar, según el sondeo de Hamalgama Métrica para Vozpópuli, realizado entre el 9 y el 15 de abril.
Los votantes de derecha están mucho menos desmotivados, puesto que el 14,7% de los que se quedarían en casa votó al PP y el 3,7% lo hizo por Vox. Los datos encajan con la fidelidad de voto que detecta la encuestadora. El PP (90,2%) y Vox (91,1%) son los partidos con más fieles a sus siglas. Por el contrario, el apoyo sin fisuras entre los votantes del PSOE baja hasta el 80,6% y hasta el 34,2% entre los de Sumar. Es más, el 35,2% de los que votaron a Yolanda Díaz lo haría ahora por Irene Montero.
La reputación de la coalición está bajo mínimos. Y los electores de izquierdas son especialmente sensibles tanto a las tramas de corrupción de los suyos como a los escándalos sexuales que conlleven violencia machista. Las fuentes consultadas en el Gobierno no dudan en itir el golpe de este tipo de noticias a las expectativas electorales tanto del PSOE como de Sumar. Sobre todo, porque desmoviliza a los votantes de ambos partidos. Por eso, el equipo de persuasión de Moncloa está enfocado en revivir batallas culturales, como la conmemoración de la muerte de Francisco Franco y las posteriores décadas de vida en democracia.
La desilusión suele conducir a la abstención, como recoge una amplia literatura en ciencia política. Y es el gran temor de la sala de máquinas de Moncloa. El PSOE se ha fijado un objetivo: robar votos a Sumar. Pero fuentes socialistas iten, en conversación con este diario, que el temor es que la abstención se imponga entre los electores de su izquierda y no puedan llegar al umbral del 35% de los sufragios que se han puesto como meta.
Hace tiempo que en Ferraz viven con preocupación la vida interna de sus socios. Las fuentes consultadas sostienen que sus aliados tienen importantes cuestiones internas que resolver, como superar sus odios y vetos cruzados, que les mantienen en niveles de aprobación muy bajos. Lo cierto es que los socialistas dan por amortizada a Yolanda Díaz. Es más, prefieren que, llegado el caso, no sea candidata.
El motor de la coalición que gobierna España tiene una avería en su cilindro izquierdo. El PSOE es plenamente consciente de ello. Por eso, las fuentes consultadas en el partido asistieron con resignación e incertidumbre al último capítulo que escribió Movimiento Sumar este pasado fin de semana durante su segunda asamblea. El partido de la vicepresidenta segunda, que nació hace poro más de un año para aglutinar al resto de fuerzas, se ha convertido en una formación más, dirigida ahora por dos caras desconocidas, y reniega de su aspiración a ser la casa común de la izquierda española.
El diagnóstico de los socialistas consultados es que el liderazgo de Yolanda Díaz sale muy tocado, por mucho que conserve su rol protagonista gracias al poder que le da su tercer asiento en el Consejo de Ministros, tras el del presidente y el de la vicepresidenta primera. Por eso, en el PSOE prefieren que sus socios "resuelvan sus cosas" antes de todo.
Aunque sí trasladan su preocupación por el poco tirón electoral de la también ministra de Trabajo, motivo por el que preferirían que no fuera candidata en unas hipotéticas elecciones generales. La propia Díaz no ha decidido aún qué hará y dijo que debe madurar la decisión siquiera de postularse.
En cualquier caso, en el PSOE saben que, sin una unidad real en su patio izquierdo, revalidar la coalición es casi imposible. Sumar apela a Podemos para que vuelva a entenderse con el resto de partidos 'hermanos'. Pero puede que sea demasiado tarde. Los socialistas iten que los morados, casi con total seguridad, dirán un 'no' rotundo a Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda tendrá muy difícil ser la cabeza de lista si Podemos decide integrarse en una lista única.
Los morados, no obstante, no quieren ir por libre, sino volver a ser la nave nodriza de un espacio político convulso, atomizado y en constante pelea. El fracaso de Yolanda Díaz les da alas para intentarlo. En cualquier caso, lo más relevante de la candidatura de Irene Montero para las elecciones generales es el reconocimiento de que Podemos necesita una propuesta que vaya más allá de ellos. Por eso, está llamando a la puerta de los partidos y de la sociedad civil para ponerles en una dicotomía: o ellos o Sumar. Pero Izquierda Unida ya ha neutralizado el envite y ha decidido independizarse. Ni Sumar ni Podemos, y primarias obligatorias a quien pretenda ir con ellos.
Ficha técnica de la encuesta de Hamalgama
Universo: Españoles de 18 y más años.
Tamaño de la muestra: 1.000 entrevistas
Error muestral: 3,16% para el conjunto de la muestra y un grado de confianza del 95,5%.
Metodología de trabajo: CATI (Entrevista telefónica istrada por ordenador).
Teléfonos móviles y fijos cuyos titulares son particulares.
Procedimiento de muestreo: Polietápico, estratificado por conglomerados, con selección de las unidades primarias de muestreo (municipios) y de forma aleatoria proporcional las unidades últimas (individuos) por edad y género.
Estratificación: Cruce de la provincia con el tamaño de hábitat, dividido en 4 categorías:
1. Menos de 2.000 habitantes.
2. De 2.001 a 10.000 habitantes
3. De 10.001 a 50.000 habitantes.
4. Más de 50.000 habitantes.
Trabajo de campo: del 9 al 15 de abril de 2025.