La condonación de 15.000 millones de la deuda de Cataluña fue el precio que puso ERC a la investidura de Pedro Sánchez. Hacienda anunció en enero de 2024 que empezaría a negociarlo con el resto de comunidades autónomas, pero las reuniones bilaterales que avanzó no se produjeron y en el verano, en la antesala de la investidura de Salvador Illa, lo planteó para septiembre. Una vez que Illa logró llegar a la Generalitat, Sánchez anunció en la Conferencia de Presidentes celebrada el 13 de diciembre en Santander que en enero se abordaría en un Consejo de Política Fiscal y Financiera (FF). Finalmente se aplazó al 28 de febrero sólo después de que empezaran las reuniones de Comisión Bilateral Generalitat-Estado, de la Comisión de Asuntos Económicos y Fiscales, que supuso el inicio del desguace de la Agencia Tributaria (AEAT).
La condonación de la deuda que ha propuesto finalmente Hacienda, que prevé tramitar en proyecto de ley orgánica, beneficia a las comunidades incumplidoras y castiga a las cumplidoras y que bajan impuestos, como Madrid, unos requisitos en principio del agrado de los socios de Sánchez. Sin embargo, el voto a favor de Junts y PNV no estaba asegurado. A los de Carles Puigdemont sobre todo se les suponía reticentes por ser una causa que había abanderado y arrancado al Gobierno ERC. Y lo hicieron explícito, trasladando que consideraban que al incluir al resto de las comunidades suponía incurrir en una suerte de "café para todos".
El propio Puigdemont apuntó recientemente que no había que cerrar la puerta a este proceso y la senadora Teresa Pallarès lo ha dejado claro este jueves en la comparecencia de María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, en la Comisión de Hacienda en el Senado para abordar la condonación de la deuda y la financiación singular de Cataluña.
Según Pallarès, cuando se conoció la noticia de la condonación de deuda, "corrió el rumor de que Junts no estaba de acuerdo con este perdón de deuda a Cataluña" y ha señalado que no es cierto y que la ven con buenos ojos. Y ha añadido: "Agradecemos este 20%, pero seguiremos manteniendo que Cataluña necesita liberarse de su dependencia económica del Estado".
"Me alegro de que vayan a votar a favor", ha respondido con tono triunfal Montero a la senadora, que escuchaba a la ministra con gestos de asentimiento.
Junts y ERC exigen el cupo
Con todo Pâllarès ha advertido a Montero de que lo que en realidad buscan es que "Cataluña no dependa financieramente del Estado" y ha exigido una reforma urgente de la financiación de Cataluña que ponga fin al "déficit fiscal" que se arrastra desde hace años, los recurrentes 22.000 millones que ha colocado en un 10% del PIB catalán. "Cataluña merece y necesita de forma urgente un concierto económico, es la única manera de frenar la fuga continúa de recursos, que no puede soportar ni un día más".
En la misma línea se ha manifestado Joan Josep Queralt, de ERC, que, tras tachar el FLA de "falacia", incluso ha elevado el tono y ha avisado de que "ERC se prestó a apoyar las investiduras de Sánchez e Illa con unas condiciones, que cree que no se están cumpliendo. "Se está negociando muy lentamente. Usted lo sabe que está en el equipo negociador. Ofrece buenas palabras pero otros tenemos que pagar el café. La paciencia, como la arena de los relojes, puede agotarse. De perdidos al río".
Y ha concluido: "No tiren demasiado de la goma, la elasticidad tiene un límite. Hemos cedidos bastante en esos pactos y lo tenemos que justificar ante nuestros electores. No vamos por buen camino. El sistema está obsoleto, gripado y la paciente tiene un límite".
Traquiliza a PNV y Geroa Bai
El senador popular José Manuel Barreiros ha aprovechado estas palabras para espetarle a Montero que "han adoptado estas medidas" -en referencia a la condonación de la deuda y el concierto para Cataluña- "para pagar el sillón del señor Sánchez y del señor Illa, sin esas medidas usted dejaría de estar en el Gobierno, y se lo acaban de recordar ahora”.
Montero le ha afeado estas palabras, que cree que atacan la democracia, y ha cargado contra las comunidades del PP que acuden a las reuniones de la condonación, pero se levantan a los cinco minutos antes de que se les expliquen las condiciones.
Por su lado, Pelayo Gordillo, de Vox, ha reprochado a Montero que la condonación de la deuda supone premiar a quienes despilfarran, y dañar a las autonomías que han sabido istrar sus presupuestos.
Las senadoras María Dolores Extano, del PNV, y Uxue Barkos, de Geroa Bai, han mostrado su preocupación por que la condonación pueda suponer perjuicios a las Haciendas Forales e incremente el cupo a pagar, lo que Montero se ha apresurado a descartar, según avanzó en el FF al que no acudió País Vasco, y les ha trasladado que se harán los cambios normativos pertinentes para que no ocurra.
alexmazallas
04/04/2025 08:03
Cómo si quiere decir que ya no existe la deuda. España es un país de borregos que están pagando su propio matarife y siguen balando tranquilamente.