El PSC, Esquerra y los comunes presentarán hoy en el Institut d'Estudis Catalans su ambicioso Pacto Nacional por la Lengua. Se trata de un ambicioso plan para amplificar el monolingüismo en catalán en espacios como la Educación —con objeto de excluir el castellano en el patio y las extraescolares— o la Sanidad —con la premisa de que los pacientes tienen derecho a ser atendido en catalán—. Para ello, contará con una dotación de 255 millones de euros.
Pese a todo, un sector del secesionismo, entre los que figura partidos como Junts y la CUP y sindicatos educativos como USTEC no se han adherido a la firma del documento, que, como su propio nombre indica nace con vocación de unanimidad. ¿El motivo que aducen? Que el plan no detalla qué respuesta ofrecerá el Govern ante la posibilidad de que el Tribunal Constitucional avale la sentencia del 25% de castellano en las escuelas, actualmente paralizada por una norma de rango catalán.
Por una parte, Junts, tal y como explicó ayer Puigdemont, propuso esperar a que el Constitucional se haya pronunciado sobre el 25%, pese a que dicho fallo puede demorarse considerablemente. Por otra, también exigió que la firma tuviese lugar después de que la Unión Europea haya resuelto la cuestión de la oficialidad del catalán, cuyo debate está previsto para finales de este mes. Una petición que, como es sabido, fue una de las concesiones arrancadas por Junts al Ejecutivo de Pedro Sánchez. De esta manera, los neoconvergentes, que es la primera vez que no se suman a una iniciativa contra el bilingüismo, pretenden evidenciar la falta de compromiso con el catalán del PSC en caso de el TC y la UE se pronuncien en términos opuestos a los del nacionalismo. De su lado, la CUP, además de la cuestión del 25%, ha alegado que cualquier pacto "circunscrito a la legalidad española" resultará inútil.
Por el contrario, las entidades constitucionalistas han mostrado su rechazo a la iniciativa, si bien por motivos opuestos. Es el caso de Impulso Ciudadano, para el que el Pacto no es más que "otra vuelta de tuerca a la estrategia de acoso a los derechos lingüísticos de millones de catalanes" que vienen practicando las Instituciones autonómicas. Y lo argumenta aportando cuatro razones. La primera, que "impone el catalán como única lengua vehicular", vulnerando los derechos lingüísticos de los alumnos castellanohablantes.
A continuación, manifiesta que ignora esos mismos derechos en el caso de los catalanes que desea usar el castellano en la istración. Asimismo, equipara el uso del español a un "problema demográfico", asociándolo a la "inmigración, la pobreza y la excluisión", en un discurso de tintes "xenófobos". Por último, pretende "normalizar" el uso del catalán con mecanismo de "presión social" y "coacción institucional", perjudicando la "convivencia" y la "libertad de elección"
luzmasluz
13/05/2025 17:39
Hace falta ser muy muy besugo para preferir usar el catalán antes que el castellano... y ser muy maligno para imponer esta moda idiota a los demás... cosas del sectarismo, que nubla la inteligencia...