Este martes, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha anunciado que el Gobierno regional está trabajando en la creación de pliegos para fomentar la construcción de 1.500 viviendas en la región durante el primer trimestre del año. En un evento celebrado en Toledo, donde se colocó la primera piedra para la edificación de 124 viviendas, García-Page estuvo acompañado por Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda y Agenda Urbana. En Toledo, se espera iniciar la construcción de 526 viviendas de precio asequible mediante una colaboración público-privada. Este enfoque busca abordar la creciente demanda de viviendas en la región.
La colaboración público-privada es vista como una solución efectiva para promover el a la vivienda. García-Page afirmó que la Junta de Comunidades ha optado por no ser "casero", destacando que el modelo público-privado es más eficiente. Según el presidente, "la vivienda es un derecho, pero también un bien de consumo", y es responsabilidad de las istraciones asegurar que se cumpla este derecho. Además, destacó la importancia de fomentar la construcción de viviendas como un bien de consumo, contribuyendo así al desarrollo económico de la región.
La demanda de vivienda en Castilla-La Mancha es variada. García-Page subrayó que no se trata de consensuar un único modelo, sino de sumar esfuerzos para satisfacer las necesidades de todos. "Hay espacio para todos", afirmó, sugiriendo que muchas cuestiones pueden resolverse si se evitan las "telarañas ideológicas". El presidente abogó por un pacto de Estado en vivienda, enfatizando la importancia del consenso en la búsqueda de soluciones habitacionales que beneficien a la población.
¿Cómo se diferencian las viviendas actuales del pasado?
García-Page destacó que la construcción de viviendas hoy en día es muy diferente al auge inmobiliario de los años 80. "Tenemos que hacerlo con otra mirada", afirmó, subrayando la necesidad de considerar factores como la industria, el medio ambiente y la incorporación de la mujer al mercado laboral. El presidente instó a abordar el problema de la vivienda de manera diferente, adaptándose a las circunstancias actuales.
Este enfoque busca no solo satisfacer la demanda de viviendas, sino también promover un desarrollo sostenible y equitativo en la región. En relación con las 124 viviendas que se construirán en Toledo, García-Page aclaró que no se trata de "viviendas sociales" en el sentido tradicional. En cambio, estas viviendas están diseñadas para reducir el precio del alquiler en la ciudad. Actualmente, el alquiler promedio es de 900 euros, pero se espera que estas nuevas viviendas lo reduzcan a 550 euros. Este esfuerzo busca aliviar la carga económica de los inquilinos y mejorar el a viviendas asequibles. El objetivo es evitar la creación de guetos sociales y promover una comunidad inclusiva. Para abordar la demanda de vivienda en los municipios más pequeños de la Comunidad Autónoma, el presidente regional anunció la aprobación de una normativa especial en los próximos meses.
Esta normativa permitirá que la gestión del suelo no sea un obstáculo para la construcción de viviendas. Se trata de una norma técnica de planeamiento destinada a facilitar los procesos en ayuntamientos que carecen de arquitectos o que tienen un planeamiento subsidiario. La normativa busca dotar a estos municipios de las herramientas necesarias para avanzar en la construcción de viviendas.
El consejero de Fomento, Nacho Hernando, acompañó a García-Page en la colocación de la primera piedra de las nuevas viviendas en Toledo. Esta iniciativa es parte de un esfuerzo más amplio para abordar la escasez de viviendas asequibles en Castilla-La Mancha. Con la colaboración de las istraciones locales y regionales, se espera que este proyecto contribuya a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y a dinamizar la economía local. La construcción de viviendas asequibles es un paso importante hacia el desarrollo sostenible de la región.