El pasado fin de semana, la estación de esquí de Sierra Nevada fue escenario de una huelga que generó pérdidas económicas millonarias y una profunda disputa entre la dirección de CETURSA (empresa gestora de la estación) y las organizaciones sindicales (CCOO, CSIF, UGT y CGT). Una paralización que coincidió con el puente del Día de Andalucía, para rematar uno de los mejores “febreros” de la serie histórica, tal como apuntan desde la empresa a Vozpópuli. La semana pasada, se registró una media de 10.000 esquiadores al día. Se trata de uno de los momentos más importantes de la temporada para la estación, sin embargo, este nuevo desencuentro pone en peligro mantener estos buenos datos durante marzo.
Según el consejero delegado de Cetursa, Jesús Ibáñez, el impacto de la huelga se tradujo en una merma de 800.000 euros para la empresa y entre seis y siete millones de euros en pérdidas para la provincia de Granada. Ibáñez lamentó que la huelga se haya llevado a cabo sin negociaciones previas y criticó la estrategia sindical de recurrir a paros laborales de manera anticipada. "Si cada vez que se concede una mejora se inicia una nueva escalada de reivindicaciones, es muy difícil alcanzar acuerdos", señaló.
Al mismo tiempo, las organizaciones sindicales culpan precisamente a CETURSA de no abogar por el diálogo. Critican que de momento no han convocado el comité de huelga y piden que se “negocie con garantías”. Para ello, han solicitado la intervención del Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) y de la Consejería de Fomento. Todo ello, para que se cumpla el acuerdo firmado en febrero del año 2024, en el que se pactaron 7 de los 9 puntos que hoy reclaman los trabajadores.
De lo contrario, el calendario de paros seguirá adelante. El sábado 8 de marzo, de no cambiar la situación, habrá una nueva jornada de huelga durante todo el día. Así, hasta el 19 de abril como fecha final.
El pacto "incumplido" de 2024
El responsable de CCOO Cetursa Remontes, Salvador García en conversación con Vozpópuli, explica que este desencuentro comienza en el año 2023, cuando CETURSA contrata servicios a través de Empresas de Trabajo Temporal (ETT). Según García, provocó que se precarizara el empleo y la calidad de los contratos. Un detonante que sirvió a las organizaciones sindicales para movilizarse con paros como los que están produciéndose ahora.
Sin embargo, esa huelga finaliza tras un pacto suscrito el 20 de febrero de 2024 por todas las partes, en el que se acuerdan siete puntos: La no externalización de los servicios, consolidación de los puestos de los trabajadores, una actualización de las categorías profesionales, un plan de rejuvenecimiento de la plantilla, plus de altura para todo el personal, establecer la póliza de seguros propia de CETURSA diferenciada del resto de trabajadores públicos y emprender planes de formación.
A pesar de que CETURSA indique que han cumplido un porcentaje alto del acuerdo, las organizaciones no piensan lo mismo. "Es una tomadura de pelo” dice García. Y en respuesta a esa “poca voluntad de negociación”, se repite la misma y historia y se convoca el nuevo calendario de huelga, pero en esta ocasión con dos puntos nuevos que aumentan las exigencias de los sindicatos y levantan las ampollas de la empresa gestora.
Las garantías de seguridad y los pluses
Uno de esos apartados novedosos que se reclaman en esta ocasión, es el reconocimiento en el convenio colectivo de los pluses peligrosidad, penosidad y toxicidad en ciertos puestos de trabajo. Denuncian que los empleados trabajan en condiciones extremas, a 3.000 metros de altitud, como aquellos que operan máquinas pisa-pistas en la noche con poca visibilidad o los socorristas que asisten a s en condiciones climáticas adversas. Son algunos de los ejemplo por los que acorde a los sindicatos, deberían recibir un reconocimiento adicional.
“Estamos hartos de denunciar que no se respeta la ley cuando no hay un reconocimiento explícito de las condiciones en las que trabajamos. Uno que además, también ponen en peligro la vida de los clientes y los saben perfectamente” apunta García, que aparte de ese aumento, reclama que también sirva como garantía de que todos los trabajadores puedan desempeñar sus labores con seguridad y salud. Punto para el que la empresa tiene prevista contratar a un profesional en prevención. El respondable sindical de Comisiones, no deposita mucha confianza en este asunto tampoco.
Desde CCOO insisten en que la movilización es una medida legítima ante la falta de avances en la negociación y esperan que la dirección de Cetursa convoque al comité de huelga más pronto que tarde: “El paro del pasado 1 de marzo fue un éxito a nivel sindical, pero un fracaso colectivo. Nadie quiere esta situación y si no dialogan, iremos con toda seguridad el próximo sábado a una nueva jornada de paralización” lamenta García.
CETURSA quiere negociar
La dirección de la empresa gestora, explica, siempre ha estado dispuesta a dialogar dentro de los márgenes autorizados por la Junta de Andalucía, aunque algunas demandas sindicales, como el plus por trabajo en altura, no se consideran viables desde la istración autonómica.
El directivo de Cetursa defendió los avances logrados en la empresa, como la publicación del estudio sobre el impacto del trabajo en altura y la oferta de 122 plazas de promoción interna, que permitirán generar otras 30 o 40 vacantes adicionales. En su opinión, el sindicato ha ignorado estos avances y ha optado por un enfoque confrontativo que perjudica a toda Andalucía.
De hecho, temen que el impacto se traslade también al plano reputacional, ya que de mantenerse el paro, podría afectar a futuras reservas en un momento clave para la estación de esquí. Empresarios del sector turístico han mostrado su preocupación en torno al conflicto alrededor de uno de los principales motores económicos del turismo en Granada. Eso sí, fuentes de la empresa descartan que la problemática laboral acorte la temporada, “no estamos barajando ese escenario” indican.