Como es costumbre, antes de llegar a su cita con la sesión de control en el Parlamento andaluz, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha detenido ante los atentos micrófonos de los periodistas para responder a sus cuestiones. Las de esta semana estaban más que claras: la polémica por la retirada de ayudas al transporte público. Para Moreno, es una "obligación" recurrir en los tribunales esta decisión del ministro de Fomento, Óscar Puente, quien ya avisó que este asunto "traería cola". En eso estamos todos de acuerdo.
Sobre todos esos micrófonos que esperaban recoger las declaraciones del clásico canutazo, Moreno ha azuzado desde su plataforma el debate, señalando al ministro que "no se puede levantar por la mañana y decir en un golpe de autoridad: ahora no doy las ayudas a Andalucía porque no me ha citado la consejera; ni es serio, ni es responsable, ni es oportuno". Tanto es así, que van a seguir el consejo de sus servicios jurídicos, para "recurrir los recursos que nos pertenecen".
Toda esta bronca (que ya va para largo) tiene un coste de 150.000 euros. Juanma Moreno se refiere a este coste como "un esfuerzo extraordinario", pero la realidad es otra muy distinta. Hay que contabilizar a los 8.000 menores de 14 años que poseen una tarjeta joven en Andalucía, aunque la Junta prefiere hablar de los 1,2 millones de jóvenes en esa edad que podrían beneficiarse. Nada más y nada menos. Por esa cantidad, nuestros dirigentes políticos mantienen un enfrentamiento fangoso, molesto y desnortado en el que los únicos perjudicados son los andaluces. Y con estos ánimos, el presidente llegaba al momento de someterse a las preguntas de la oposición, que no han evitado mencionar el asunto.
Adelante y Por Andalucía
José Ignacio García, portavoz de Adelante Andalucía, se dirigió directamente al ministro y al presidente andaluz, criticando duramente el choque: “Dejen de medirse las chulerías y de dar el espectáculo a costa de los andaluces y su derecho al transporte público. Ni esta ayuda la paga usted, ni Puente. La pagamos nosotros”. A esto añadió que “si Puente hiciera lo mismo con Cataluña o el País Vasco, no duraría diez minutos como ministro”. Una afirmación con la que estuvo de acuerdo el presidente, aunque como es lógico, no con el resto.
Siguiendo la estela de Adelante, la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, calificó el cruce de declaraciones como un “concurso de testosterona” y exigió que "arreglara el lío y no quitara dinero de encima de la mesa".
Denunció que “esta espectacularización pone en evidencia algo que ha sucedido más veces: ustedes se apropian de avances que no cubre la Junta”. Además, reprochó a la Junta que haya negado la existencia de recursos: “Claro que hay dinero, pero ustedes dijeron que no hubo problema cuando perdimos 200 millones por cargarse la senda de estabilidad”.
A estas declaraciones, el presidente la acusó directamente de ser la "delegada del Gobierno de Pedro Sánchez", ignoró cualquier rectificación y a ambos les destacó que no se trata de una cuestión económica, sino de dignidad institucional: “No podemos permitir que un ministro decida unilateralmente quitar las ayudas a los andaluces. Si quiere pisotear su dignidad, no lo vamos a tolerar".
El PSOE se enreda
Durante el turno del PSOE-A, la portavoz, María Márquez, ha entrado de lleno con un tono encendido y directo, característico de la onubense desde que asumiera su nuevo rol en la Ejecutiva del partido. Desde el comienzo, se ha referido al presidente como un dirigente "mentiroso", en la sanidad, vivienda, dependencia y ahora, en la nueva crisis desatada con el Gobierno de España por la financiación al transporte. "Ahórrese el show y reconozca que son ayudas del Ejecutivo", le exigía Márquez.
Esta situación, como la que se está dando en Andalucía, también ha ocurrido en la Comunidad de Madrid, donde la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, anunció estas ayudas como propias, aunque más tarde tuvo que rectificar. Aquí ni se contempla esa posibilidad, ni Óscar Puente tiene intención de rebajar el castigo tan drástico que ha impuesto a la región.
Eso sí, para desmarcarse de las actitudes "abusonas" del ministro, Moreno ha utilizado un acuerdo que firmó con Fomento para que el AVE llegara a la provincia de Almería. En la rueda de prensa del Gobierno en la que se anunció el pacto, se omitió el papel de la Junta de Andalucía. "No le quitamos 45 millones de euros a los andaluces porque no haya un membrete".
Juanma Moreno, con sorna, le respondió a Márquez arremetiendo contra su discurso "mal hilado" y en la necesidad electoral del PSOE-A de causar más impacto en el electorado, más todavía después de los malos resultados del último Centra.
El sueño de Vox
Moreno, ha manifestado que los de Abascal "sueñan" con que el PSOE-A vuelva a "gobernar" en Andalucía y ha criticado su "oposición destructiva" y de "confrontación". "Han optado por una oposición total, completa y destructiva, porque en el fondo con lo que sueñan es con que vuelva el PSOE a gobernar; ese es el gran objetivo y el sueño para poder hacer esa oposición que quieren hacer" abundaba el presidente.
Por su parte, Manuel Gavira ha acusado a Moreno de que "sostiene su gobierno en una burbuja de propaganda y promesas incumplidas" que "cuando reviente caerá sobre todos los andaluces", por lo que le ha exigido que "abandone la estafa" y "reaccione" para que, tras seis años de mandato, "el cambio prometido" llegue realmente a nuestra tierra.
El presidente les ha señalado que su "problema" es que lleva tres años de legislatura "sin haber aportado nada absolutamente a Andalucía, solamente una oposición de confrontación por la confrontación".