Alcampo está de vacas flacas. El esplendor que marcó sus primeras dos décadas del siglo XXI ha terminado, y el gigante francés está atravesando una época compleja. Los tres últimos años han sido años negros para el grupo. No consiguen remontar la facturación, lastrada desde hace tiempo en España y a nivel global; ni siquiera lo consiguen con la expansión de tiendas que están realizando.
Los datos reflejan el delicado momento que está atravesando Alcampo, filial de la sa Auchan, en España. Según se desprende de los datos del Informe de Actividad, el año pasado, en 2024, la cadena de supermercados alcanzó una cifra de facturación de 5.004 millones de euros. Un año antes, en 2023, esta cifra de ventas se elevó a 5.052 millones. Así, en apenas doce meses, la cadena ha reducido la facturación en 50 millones. Y eso pese a la inflación.
Además, la caída de la facturación está ocurriendo incluso pese a que tienen más tiendas donde vender. En 2024, Alcampo contaba con 445 supermercados y 80 hipermercados, 525 establecimientos en total. Dos años antes, en 2022, contaba con apenas 318. Y aún así, facturaban mucho más.
Si observamos los datos de los beneficios, vemos una tendencia similar. Esta información, en cualquier caso, es menos representativa, ya que en este caso entran en juego otros factores que van en su contra y desdibujan la situación en este sentido, como las compras de otros supermercados.
Según consta en los resultados anuales del grupo ELO, propietaria del Grupo Auchan Retail, el EBITDA de Auchan en España y Portugal ascendió a los 378 millones de euros, 24 millones menos que en 2023, cuando se situó en 402 millones. "El buen comportamiento de Auchan Portugal y su rentable adquisición compensaron parcialmente la caída de las ventas comparables de Alcampo, cuya actividad se vio afectada especialmente por las inundaciones en la Comunidad Valenciana a finales de octubre", explican desde el grupo.
A nivel global, el grupo también está atravesando una época compleja desde 2022. En 2024, Auchan Retail registró una facturación de 31.666 millones de euros, lo que representa una caída del 1,8% respecto al año anterior, cuando facturó 32.258 millones. Esta disminución se suma a la del 1,9% experimentada en 2023, ya que en 2022 las ventas se elevaron a 32.893 millones. Ello evidencia una tendencia preocupante para el grupo. Además, el Ebitda del grupo ha caído este año un 22,2% hasta los 887 millones de euros.
ERE de Alcampo
En este contexto, Alcampo ha tenido que tomar decisiones, continuando con la deriva de estos años negros. La cadena de supermercados ha anunciado que ante la caída de ventas, se verá obligada a cerrar 25 supermercados "con dificultades" y esto afectará a un máximo de 710 empleados "de una plantilla que alcanza los 23.300" personas.
Justifican la decisión como un paso más dentro de un plan de "transformación y adaptación al futuro". "En este camino de transformación es fundamental recuperar los resultados y asegurar un crecimiento sostenible en todas y cada una de las tiendas. Es por ello que Alcampo pone en marcha un plan de ajuste de plantilla, una decisión que, aunque difícil, es responsable y necesaria", ha remarcado la compañía.
Crisis del hipermercado
Una situación muy similar le está ocurriendo a Carrefour, que atraviesa una época turbulenta. El origen de sus problemas radica principalmente en el declive del hipermercado, un formato comercial cada vez menos rentable.
Pero, ¿qué pasa con el 'hiper'? Según explica Javier Pérez de Leza Eguiguren, asesor en distribución y experto de Future Retail, la respuesta es clara: los consumidores priorizan proximidad, comodidad y precios bajos. "La gente ha dejado de ver interesante moverse para comprar alimentación. Ahora se prioriza la proximidad y se está virando hacia el descuento. Y si se recibe en casa, mejor", explica Pérez de Leza en su cuenta de LinkedIn.
Carrefour y Alcampo están sufriendo las consecuencias. La solución pasa por apostar cada vez más por formatos comerciales más pequeños y de cercanía. Les espera un camino complejo.