En febrero, en España, había 2.593.449 parados de acuerdo con las listas del Servicio Público de Empleo Estatal. Son 5.994 menos que en el mes anterior y 166.959 menos que en el mismo mes del año anterior. Son 1,030 millones de hombres, el 39,73% del total, y 1,563 millones de mujeres, el 60,26% restante. Los menores de 25 años desempleados son 194.886 (el 7,51%) y el resto, 2,398 millones, mayores de esa edad. Un total de 238.790 buscan su primer puesto de trabajo.
Pero no todo el mundo que está parado tiene derecho a una prestación económica. Para percibir una prestación de nivel contributivo, que se percibe tras la pérdida involuntaria del empleo en función de las cotizaciones realizadas durante los periodos trabajados, el interesado debe haber trabajado y cotizado al menos durante 360 días, no haber cumplido la edad ordinaria para jubilarse, no realizar una actividad por cuenta propia o ajena a tiempo completo y no cobrar una pensión de la Seguridad Social incompatible con el trabajo. Quienes no reúnan estas condiciones o las hayan agotado podrán beneficiarse, dependiendo de algunas otras condiciones menores, de un subsidio. Lo mismo sucede con la renta/subsidio agrario, aunque en estos casos los beneficiarios se circunscriben a las regiones de Andalucía y Extremadura.
En el mismo mes, febrero, hubo una media de 1.765.170 beneficiarios de algún tipo de prestación por desempleo, bien contributiva o asistencial, lo que representa alrededor del 68% del número total de parados. De esta cifra, 933.644, cobran la prestación contributiva por desempleo; 630.642, el subsidio por desempleo; 66.093, la denominada renta agraria; 73.578, el subsidio agrario, y 61.194 la denominada renta activa de inserción. En definitiva, casi un millón de personas cobran una prestación a la que tienen derecho por haber cotizado, y 765.414, un subsidio asistencial.
A estos últimos no vamos a referir, porque suponen el 43,36% de los beneficiarios de las prestaciones por desempleo y casi el 30% del conjunto de los parados registrados en el SEPE. Entre ellos hay 59.872 extranjeros. Como en todas las clasificaciones que se llevan a cabo por comunidades autónomas, las diferencias son muy grandes, aunque en los aspectos más negativos siempre coinciden tres: Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha.
Extremadura podría calificarse la cuna del subsidio. El 55% de quienes en aquella comunidad perciben algún tipo de prestación cobran el subsidio. Son casi doce puntos porcentuales más que la media del país, aunque en términos absolutos apenas sumen 36.870 personas. Si esta comparación es lo suficientemente aclaratoria, suponen la mitad de todos los parados inscritos en el Ministerio de Trabajo, cuando la media española es del 29,5%.
Castilla y La Mancha y Andalucía superan también el 50% en la relación entre perceptores de subsidio y beneficiarios de prestaciones por desempleo. En la primera, la relación es del 53% y en la segunda, del 50%. El problema es que Andalucía es la región más poblada de España. De acuerdo con los últimos datos del INE tiene cerca de 8,7 millones de habitantes, el 17,7% del total nacional. Y en Andalucía vivían de un subsidio cerca de 233.000 personas en febrero pasado. Castilla-La Mancha se queda en 2,12 millones, el 4,32%, y Extremadura supera por poco el millón de habitantes y apenas supone el 2,15% del total.
En relación con el número de parados, en Extremadura, quienes perciben un subsidio (incluido el agrario y la renta activa de inserción) suponen el 50%; en Andalucía, el 36% y en Castilla-La Mancha, el 33,2%. Son, junto con Murcia (31,1%) y Galicia (30,4%), las comunidades con mayor tasa de subsidiados.
La prestación contributiva que se cobra en 2025 oscila entre los 560 euros mensuales de mínima cuando no se tienen hijos a cargo, hasta los 1.575 euros mensuales cuando se tienen dos o más descendientes. En el caso del subsidio de desempleo, oscila entre los 480 que perciben los mayores de 52 años, hasta los 570 euros, en función de una serie de requisitos económicos que el aspirante tiene que cumplir.
Hay otras regiones que se encuentran en las antípodas de las reseñadas. Son los casos de Navarra, País Vasco, Madrid y Cataluña, en las que el porcentaje de personas que reciben un subsidio en relación con las perceptoras de prestaciones se encuentra entre el 34 y el 36%. En comparación con su número de parados, quienes cobran un subsidio en el País Vasco no llegan ni al 17%. En Navarra está en el 20% y en Madrid, en el 21%.