Las autoridades policiales, con refuerzos llegados desde la Península este viernes, están buscando en Las Palmas desde el jueves a la esposa e hijo de un conocido presunto traficante industrial de cocaína secuestrados por un clan rival al haberse quedado el primero con 600 kilos de cocaína que estarían escondidos en algún sitio de la capital grancanaria, según 'Canarias7'. Los traficantes pudieron entrar en Gran Canaria con 2.000 kilos de cocaína por vía marítima y 600 habrían desaparecido de la mano del presunto traficante al que han secuestrado su familia.
El pasado jueves, 13 de marzo de 2025, en una vivienda de lujo de El Salobre, cerca de Maspalomas, se produjo el secuestro que, según investigaciones preliminares, está relacionado con la pérdida de 600 kilos de cocaína entre bandas narcotraficantes.
La principal víctima, José A. C., conocido en el submundo del narcotráfico como 'el del Buque', y su familia, fueron atacados en su hogar por un grupo de sicarios extranjeros. Durante el asalto, la esposa y un hijo de José A.C. fueron secuestrados. Este ataque estaría relacionado con la pérdida de una parte significativa de un cargamento de dos toneladas de cocaína, que había llegado a la isla por mar, y parece haber desencadenado la violenta represalia.
Los detalles del incidente aún son confusos, pero fuentes cercanas a la investigación sugieren que el secuestro fue llevado a cabo por sicarios contratados específicamente para este tipo de operaciones. La Policía Nacional ha asumido la investigación, que se desarrolla bajo un estricto secreto debido al riesgo para las vidas de los involucrados. Agentes de la Policía Nacional, incluso de la Península, han sido desplegados en la zona, y se ha establecido o con cuerpos policiales internacionales para abordar la complejidad del caso.
La vivienda, ahora precintada por las autoridades, se ha convertido en el epicentro de un drama que refleja la lucha interna entre bandas de narcotraficantes en Canarias.
Con el avance de la investigación, la comunidad espera respuestas y, sobre todo, la pronta recuperación de las víctimas y hacerse con lo que no se hayan comercializado de los 2.000 kilos de cocaína restantes. En las islas actualmente hay fiestas de Carnaval.