Canarias

Canarias salda una deuda pendiente con Juancho Armas Marcelo

Las islas distinguen al escritor natural de Agaete con la más alta condecoración autonómica tras años sin ser profeta en su tierra

  • Juancho Armas Marcelo

El Gobierno de Canarias ha designado al escritor insular Juancho Armas Marcelo Premio Canarias de Literatura, alta distinción autonómica que le será entregada el 30 de mayo, Día de la Comunidad Canaria. A juicio del periodista insular Francisco J. Chavanel la distinción de Armas Marcelo es "se tuvo que marchar de Canarias como Benito Pérez Galdós para demostrar quién era". "Me encuentro con mucha salud", señala Armas Marcelo, que destaca: "estoy cerca de los 80 pero me ha rejuvenecido mucho porque sentimentalmente este Premio Canarias es muy importante y me alivia el pasado, con esto se acaba una guerra que me ha tenido entretenido, pero ha merecido la pena esperar", señala.

"He luchado por ser independiente, hace 50 años me fui a Madrid con 20.000 euros de aquella época para dirigir un congreso, y ya sabía que iba a quedarme porque seguía los pasos de Manolo Millares y el consejo de Alfredo Kraus que me han servido para estar por la vida con la cabeza alta, estoy reflexivamente satisfecho, mis dos hijos, son los socios de mi alma, son mis mejores amigos, y con dos nietos, tengo una nieta de 22 años ya, para saber que aquí hemos venido a hacer algo bueno", destaca Armas Marcelo. En 1972 en Las Palmas se celebró un Consejo de Guerra en La Isleta contra José Ángel Valente (entonces en rebeldía) y Juancho Armas Marcelo por presuntas ofensas al Ejército Español.

"No me gusta fusilar muertos, los que estamos aquí, a ver si este premio nos hace felices a todos, pero este premio para dar fuerza y espero que esto ayude a que se rescaten cosas insulares que no han tenido un tratamiento adecuado", señala el escritor, de 78 años, natural de Agaete, norte de Gran Canaria. El Premio Pérez Galdós de Novela 1975 por 'El camaleón sobre la alfombra' o Premio González Ruano de Periodismo por 'Relevo en el imperio del leopardo', publicado en ABC en 1998 o Premio Francisco Umbral al Libro del Año publicado en 2014, por su novela 'Réquiem habanero por Fidel', afirma que "ahora escribo como un viejo compositor de música clásica que compone para él solo".

Armas Marcelo afirma que la alta distinción la recibe con emoción, gratitud y un sentido de cierre. "Es una maravilla", afirma el autor, quien asegura que este reconocimiento lo ha «rejuvenecido» tras años de espera y de lo que describe como una "guerra personal" que finalmente llega a su fin. Para Armas Marcelo, el galardón no solo reconoce su trayectoria, sino que también le otorga un espacio de celebración y alegría, donde promete un discurso libre de críticas. "Ese día no es para señalar errores, sino para exaltar la literatura, la cultura y el orgullo de ser canario", subraya.

Sin embargo, la alegría no le impide mirar con escepticismo el presente de su tierra. Juancho Armas Marcelo denuncia con firmeza que Canarias ha sido maltratada por sus propios políticos, y lanza un mensaje claro: "Ya está bien de echarle la culpa a Madrid". Para el autor, el problema estructural de las islas reside en la falta de educación y cultura, algo que vincula directamente con la escasa aceptación de la crítica. "Una sociedad que no acepta la crítica de sus escritores y periodistas no es una sociedad culta, y nosotros, en Canarias, no lo somos todavía", afirma con contundencia.

A lo largo de su carrera, una de sus principales obsesiones ha sido la independencia intelectual y personal, y considera que ha logrado mantenerla. Esa libertad es la que hoy le permite disfrutar plenamente del acto de escribir, sin más responsabilidad que la de “escribir bien”. Se compara con un compositor clásico que ya no escribe por encargo, sino por puro deleite personal, y reivindica el derecho a dilatar el proceso creativo como una forma de gozo íntimo y maduro.

Actualmente, trabaja en una novela centrada en Mercedes Pinto, a quien describe como una figura fascinante y "una obsesión" familiar. Pinto, una antepasada suya, es recordada en México como una gran maestra de artistas teatrales, y Armas Marcelo se propone rescatar su memoria con una obra literaria que mezcla el tono de fábula con la revisión histórica. Con este nuevo proyecto, el autor vuelve a demostrar que su impulso narrativo sigue intacto y que el Premio Canarias de Literatura llega no como un cierre, sino como un nuevo punto de partida.

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