Entrevista

Cultura

Juan Antonio Vigar, director del Festival de Málaga: "Somos prescriptores del futuro inmediato"

Arranca la 28 edición del Festival de Málaga, con un total de 260 títulos, de los cuales 22 competirán por la Biznaga de Oro

  • Juan Antonio Vigar -

El Festival de Málaga acaba de arrancar su 28 edición y su director desde 2013, Juan Antonio Vigar, asume una de sus ediciones más ambiciosas desde que está al frente del certamen, con un total de 260 títulos de las 2.745 propuestas recibidas, repartidos entre las diferentes categorías, y de las cuales un total de 22 competirán por la Biznaga de Oro, el máximo galardón, que se entregará el próximo sábado día 22 de marzo.

Precisamente, el alto número de películas seleccionadas para formar parte de este encuentro con el cine español y también en español -es decir, también el cine que llega de América Latina- ha sido una de las críticas por parte de la prensa, que se ha visto incapaz de abarcar una lista casi infinita de títulos que celebrarán su puesta de largo en la "ciudad del paraíso", como se refirió a ella uno de sus vecinos más ilustres, el escritor Vicente Aleixandre.

El director del festival, Juan Antonio Vigar, defiende esta cantidad por las líneas estratégicas que sigue el certamen desde 2017, edición en la que se decidió incluir el cine iberoamericano en la sección oficial, en parte por los movimientos de la industria cinematográfica, según explica Vigar a Vozpópuli durante una entrevista previa al inicio del festival. 

"El Festival de Málaga nació en 1998 para ser útil al cine español, pero el cine español en su proceso de evolución se acercó al mundo de América Latina a través de coproducciones y de una relación industrial bastante fluida. Fuimos detectando esa evolución y para seguir siendo útiles a un sector que cambiaba decidimos abrirnos a esa cinematografía de 23 países", explica. 

Este "abrazo" a América Latina, además, ha supuesto "enormes alegrías" a un certamen que ha recibido entre sus títulos un buen número de "películas de enorme calidad", y que a la vez se ha convertido "en festival referencia de aquellos países, que considera Málaga puerta de entrada a España y Europa".

Del mismo modo, la estructura del festival se ha dotado de una "importante área de industria", ya que el director considera que, si bien existe un "componente creativo claro", también necesita del mismo modo "dotarse de músculo industrial". Así, también desde 2017, los proyectos abarcan toda la cadena de labor del audiovisual, desde el laboratorio en el que se plantean fondos internacionales a la exhibición o la venta internacional. "Este año hay más de un millar de personas de 62 países diferentes que vienen a comprar para distribuir cine español y en español", celebra. 

Tendencia a la homogeneización

Más allá de la dimensión industrial, Vigar destaca que los festivales no solo son "impulsores" de la producción, sino también "prescriptores de aquellas películas que se convierten en lo más relevante de lo que se va a poder disfrutar en la cartelera comercial". Sin ir más lejos, la película ganadora en la edición anterior fue Segundo premio, ganadora del goya a la mejor dirección y película elegida para representar a España en los Oscar. "Somos prescriptores del futuro inmediato de la exhibición en nuestro país", apunta.

"Estamos en una sociedad desorientada, muy poco reflexiva. Llega el momento de volver a abrir caminos para el desarrollo intelectual y emocional de las personas, y eso lo hace la cultura. Usamos un lema todos los años para el equipo y para que gente sepa lo que hacemos, y es: 'la cultura es el camino'", cuenta el director del Festival de Málaga. 

En referencia a los movimientos que se observan en la industria cinematográfica mundial, en la que la película ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes, Anora, de Sean Baker, es también la máxima galardonada en los premios Oscar, Vigar cree que existe una "tendencia real", más allá de una mera coincidencia. 

El responsable del Festival de Málaga considera que "las plataformas tienen unos criterios de producción" -que a su juicio "son legítimos"- y el cine que se produce para estas plataformas tiene "unos códigos narrativos y es una temática que de alguna manera, al ser una producción masiva, tiende a homogeneizar esos contenidos de cara al espectador". 

"Nuestra singularidad es nuestra generalidad, es la capacidad de conectar y de hacer convivir películas de un formato de producción amplio con otras de producción más vocacional"

Sin embargo, también celebra que los festivales juegan "un papel interesante" en este ecosistema, con un papel esencial en el equilibrio respecto a las producciones "más convencionales". "Todo lo valoro en positivo siempre y cuando consigamos que los equilibrios sean razonables y que todos aportemos para que sea el espectador el que decida", matiza Vigar. En este sentido, lamenta que en muchas ocasiones la industria se empeña en "vender lo que tiene, pero no en saber lo que quieren comprar". 

"Tenemos también una especie de consigna de trabajo: nuestra singularidad es nuestra generalidad, es la capacidad de conectar y de hacer convivir películas de un formato de producción amplio con otras de producción más vocacional, a directores de largo recorrido con otros más jóvenes, y diferentes géneros y formatos", concluye.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli