El juicio contra Carlos Fabra y Álex Debón ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Castellón. El expresidente de la Diputación y figura emblemática del PP provincial ha vuelto a sentarse en el banquillo, esta vez por un presunto delito de cohecho relacionado con los contratos de patrocinio de Aerocas, la empresa pública que gestionó el aeropuerto de Castellón.
La Fiscalía pide para Fabra y el expiloto de motociclismo tres años y tres meses de prisión, además de una multa de 6.480 euros. En el caso del exdirigente político, solicita además su inhabilitación especial para cargo público durante cinco años. Según la acusación, entre 2010 y 2013, Debón transfirió 360.000 euros a Fabra, supuestamente a cambio de contratos por valor de 3,6 millones de euros adjudicados desde Aerocas a su empresa, Motorsport69. Unas cifras que representarían una comisión del 10% en plena efervescencia del proyecto aeroportuario.
Ambos acusados han optado por no declarar en esta primera jornada, reservando su versión para el final del proceso. Fabra, que ha llegado al juzgado acompañado por su hija Andrea Fabra -exsenadora del PP-, ha evitado a la prensa. Debón, por su parte, ha proclamado su inocencia.
Agentes declaran que los pagos a Fabra tenían "incongruencias"
Durante la sesión, han comparecido ante el jurado popular tres guardias civiles, un policía nacional y varios testigos civiles, incluidos exconsejeros de Aerocas y personas del entorno del piloto. Los agentes han destacado las “incongruencias” en las explicaciones de Debón y Fabra sobre los pagos. En concreto, han señalado que algunas transferencias realizadas por el piloto a Fabra se produjeron “días o meses” después de recibir pagos de Aerocas, lo que para la Fiscalía demuestra una relación directa entre ambos movimientos.
La fiscal ha sido tajante al calificar las transferencias como “comisiones ilegales” disfrazadas bajo conceptos como “préstamo” u “opción de compra de terrenos”, mientras que la defensa de Fabra ha insistido en que los contratos de patrocinio fueron aprobados por el consejo de istración de Aerocas y que él ya no ostentaba cargos públicos cuando recibió el dinero. Además, ha recordado que por entonces estaba “a punto de entrar en la trena” tras ser condenado por delitos fiscales en 2013.
La defensa de Debón, en cambio, ha dibujado una estrategia distinta: asegura que su cliente actuó guiado por sus asesores financieros y que simplemente prestó dinero a Fabra, quien no se lo devolvió nunca. Calificó al exlíder del PP como un “jeta” y señaló que este proceso tiene un claro trasfondo político. “Si se lo hubiera devuelto, no estaríamos aquí”, afirmó el letrado, recordando que incluso existe una sentencia civil favorable a Debón por el impago del supuesto préstamo.
El juicio se extenderá hasta el próximo jueves 22 de mayo, cuando se presentarán los informes finales, las conclusiones y se ofrecerá a los acusados la oportunidad de una última palabra.