La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha interpuesto una denuncia formal ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por lo que considera una grave distorsión del mercado del aceite de oliva. Según la organización agraria, se estaría produciendo una manipulación intencionada de los precios en origen, con un perjuicio económico estimado de hasta 2.800 millones de euros para los productores.
La denuncia, presentada este martes en la sede de la CNMC en Madrid, se basa en un desfase “injustificable” entre el precio que perciben los olivareros —actualmente en torno a los 3,30 euros por litro— y el valor que, según estimaciones técnicas, debería alcanzar el producto en condiciones de mercado equilibradas, que rondaría los 5,55 euros por kilo. Así lo refleja un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Jaén, la Universidad de Córdoba y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), que ha utilizado una herramienta de inteligencia artificial para detectar anomalías en el funcionamiento del mercado.
Desde COAG, señalan que los datos son contundentes y demuestran que los precios actuales no responden a la lógica de la oferta y la demanda, sino que podrían estar condicionados por prácticas anticompetitivas.
La ley que sustenta esta denuncia es la Ley 15/2007, de Defensa de la Competencia, cuyo artículo 1 prohíbe expresamente los acuerdos entre empresas que limiten, distorsionen o falseen la competencia, incluyendo la fijación de precios. De confirmarse la existencia de pactos entre grandes operadores para mantener los precios en origen por debajo de su valor real, COAG advierte que estaríamos ante una infracción grave de dicha normativa.
El responsable del sector del olivar en COAG, Juan Luis Ávila, ha añadido que el mercado del aceite de oliva “no puede ser un espacio de abuso ni de especulación a costa del trabajo en el campo”. A su juicio, la situación actual no se explica por factores coyunturales como la cosecha, que en la campaña 2024/2025 ha superado los 1,4 millones de toneladas, ni por los niveles de existencias, que se mantienen dentro de la normalidad. “Algo está fallando y no es solo el mercado: hay desequilibrios provocados por quienes dominan la cadena de valor”, ha subrayado.
Según los cálculos de COAG, si se mantiene el actual precio medio en origen, los olivareros estarían perdiendo más de 8 millones de euros diarios. Sólo en Andalucía, más de 140.000 agricultores podrían verse afectados. “De cada 10 litros de aceite que producimos, 7 se exportan. Es un producto estratégico que no podemos permitir que se devalúe artificialmente”, ha insistido Ávila.
Además, la organización ha recordado que existen mecanismos ya previstos por la legislación europea para intervenir en situaciones de crisis de mercado. Uno de ellos es el artículo 167 bis de la Organización Común de los Mercados Agrarios (OCMA), que permitiría ordenar el almacenamiento obligatorio del producto en casos de desequilibrio grave. Aunque esta medida fue habilitada por el Gobierno en 2021, COAG denuncia que permanece inactiva y reclama su activación inmediata como instrumento para estabilizar los precios.
La denuncia de COAG ha coincidido con la celebración en Jaén del Comité Consultivo del Consejo Oleícola Internacional (COI), donde se abordó la preocupación global por las tensiones comerciales y las amenazas arancelarias que afectan al sector. A pesar de ese escenario, el COI reconoce que el aceite de oliva mantiene una fuerte demanda en mercados internacionales como Estados Unidos, lo que refuerza la tesis de que los precios en origen no deberían estar cayendo.
Desde COAG advierten que, más allá del daño económico, está en juego la viabilidad del modelo agrícola tradicional ligado al olivar y la preservación de la dieta mediterránea. “Esto no es sólo una cuestión de precios: es una cuestión de justicia y de futuro para nuestros pueblos”, sentencia Ávila.
pardom
14/05/2025 13:48
Los olivareros, productores, intermediarios.. no sé, pero cuando subió el precio hace 2 años de forma artificial, porque subían el precio de una campaña anterior, preveyendo la mala cosecha por la sequía, nadie dijo nada. Todos callados como zorros y el consumidor sufriendo subidas de precio inhumanas. Ahora que no lloren. Perdieron ell cariño y respeto del consumidor, por lo menos del mío.