Aguantar la presión a toda costa. La cúpula de BBVA se resiste a subir la oferta para comprar el Sabadell en los os recientes que está manteniendo con los inversores, que en algunos casos aguardan a una mejora para tomar posiciones relevantes en el capital de la entidad catalana. Onur Genç, consejero delegado, y Luisa Gómez Bravo, directora financiera de BBVA, están lanzando este mensaje grabado a fuego en las reuniones privadas de los últimos días.
Ayer mismo, el consejero delegado participó en la Conferencia Financiera Europea organizada por Morgan Stanley en Londres y tiene previsto mantener nuevos encuentros privados con inversores este miércoles. El equipo directivo defenderá sin ambages las condiciones actuales de la opa: la oferta es “muy atractiva” y las probabilidades de que la operación tenga éxito son “muy altas”, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Fuentes oficiales de BBVA no hicieron comentarios al respecto. En el mercado cada vez está más instalada la idea de que el grupo de La Vela moverá ficha, aunque apurará al máximo el plazo para hacerlo.
Como publicó este medio, los grandes accionistas del Sabadell todavía no han tomado un posición final sobre si aceptar o no la oferta del grupo de La Vela, pero ya trasladan a la cúpula del banco catalán sus dudas sobre el sentido de la operación. Hay dos incertidumbres clave: el precio y el riesgo de pérdida de negocio si Moncloa veta una fusión en caso de que la opa acabe triunfando.
Sin movimientos
Los grandes fondos de eventos (que suelen acudir a fusiones y adquisiciones o reestructuraciones de compañías) están en posición de espera para activar el botón y tratar de aprovechar la opa. Normalmente suelen tomar entre el 20% y el 30% en este tipo de operaciones antes de que se inicie oficialmente el plazo para aceptar la oferta, pero también durante el proceso dependiendo de la rentabilidad. Sin mejora de las condiciones económicas, no harán ningún movimiento, según fuentes próximas a este tipo de inversor.
Torres y Genç tienen que ser reelegidos en la junta que celebra BBVA este viernes en Bilbao.
La opa está atascada en Competencia por la presión del Gobierno, que se opone a la integración por razones de concentración. Aunque se espera que en las próximas semanas se de luz verde, a la que seguiría la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Cumplidos estos requisitos, el plazo de aceptación se prolongaría durante un máximo de 70 días, en los que la cúpula del Sabadell tendría que emitir una recomendación de voto. El grupo de La Vela tiene hasta tres días antes del fin del periodo de canje para mejorar la oferta.
Carlos Cuerpo, Josep Oliu y Carlos Torres.
Y en el seno de BBVA ya echan cuentas. Genç apuntó ayer que el grupo trabaja ahora con un escenario en el que el periodo de aceptación se inicie a finales de junio. “Esperamos la decisión de la autoridad de Competencia en las próximas semanas. Después de eso, el Gobierno puede elegir revisar el caso y después empezaría el periodo de aceptación", explicó el ejecutivo en una entrevista con 'Bloomberg TV'.
¿Incluirá 'cash'?
Cada vez son más los analistas que apuestan por una mejora. Deutsche Bank estimaba hace unas semanas que BBVA podría pagar unos 2.000 millones en efectivo, mientras que Bank of America considera que la operación no perderá atractivo para el grupo de La Vela aunque incluya ‘cash’.
La entidad presidida por Carlos Torres ya ha ajustado el precio para descontar el dividendo que distribuye el banco catalán, pero sin suponer una mejora económica. La nueva ecuación de canje fija un intercambio de una acción de BBVA por 5,3456 títulos del Sabadell, e incluye un componente en efectivo de 0,7 euros. El otro cambio fue para excluir la autocartera del umbral mínimo del 50,01% al que condicionaba la aceptación de la oferta.
La cúpula de BBVA se juega su reelección sin tener cerrada la opa al Sabadell. Carlos Torres y Onur Genç, presidente y consejero delegado, respectivamente, afrontan la renovación de sus cargos este viernes, cuando se celebrará la junta anual ordinaria. Ambos defenderán ante sus accionistas las bondades de la operación sin mejora económica y podrían lanzar algún dardo a Moncloa por su oposición. La cita atraerá también sin duda el foco de los accionistas del Sabadell.